El entorno digital en el que nos encontramos ha provocado que las empresas tengan que enfrentarse a nuevas situaciones. Hace varios años, el cliente asumía como algo normal tener que esperar unos días o semanas para conseguir un artículo; sin embargo, hoy en día es probable que ese cliente se dirija a otra empresa si no eres capaz de ofrecerle el producto en un plazo razonable, por lo que el mantenimiento de un inventario adecuado juega un papel crucial. Además, cada vez hay más compañías que ofrecen los mismos productos, lo que aumenta la competitividad en precios, y, unido a que nos encontramos con un consumidor más informado, provoca que la fijación del precio sea una parte esencial de la estrategia de negocio.
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