Los consumidores de bienes de lujo son cada vez más sofisticados, digitales, exigentes en términos de tiempo y sociales. Para fidelizar a este nuevo perfil de consumidor, las empresas deben afrontar tres grandes retos:
- La tecnología. Ha llegado el momento de dejar de ignorar la relación existente entre el mundo digital y el del lujo. Las marcas de lujo deben adoptar nuevas tecnologías y redefinir sus productos.
- Un consumidor en continua evolución. Las compañías deben comprender los cambios que se están produciendo en el comportamiento de los consumidores así como los nuevos canales de venta que están apareciendo y ofrecer una experiencia de marca consistente en cada uno de ellos.
- Fortalecer el valor de la marca a través de la implementación de un nuevo enfoque en el ámbito de la Responsabilidad Social Corporativa. Las marcas de lujo deben crear experiencias para apoyar el talento y potenciar los vínculos históricos y culturales.