La industria alimentaria y agrícola son claves para garantizar el suministro de alimentos alrededor del mundo. Para ello dependen de recursos naturales como suelos, mares y biodiversidad. Si esta se ve amenazada la seguridad alimentaria del planeta se ve en riesgo.
Algunos efectos de esta amenaza latente es la desnutrición. Desde 2014 se estima que 795 millones de personas la padecen, por lo que son más propensas a sufrir enfermedades y por lo tanto a ser menos productivas. Esto dificulta sus capacidades para aumentar y mejorar sus ingresos, alimentando así el círculo de pobreza. En resumen, acabar con el hambre conduce al fin de la pobreza. Es sin duda uno de los principales obstáculos para el desarrollo sostenible.
La participación de programas de donación de comida a Empresas a través de Banco de Alimentos y programas de Desperdicio Cero son las iniciativas que más se están llevando a cabo en España y que está aportando al abastecimiento de alimentos a grupos vulnerables y en riesgo.