Actualmente más de 800 millones de personas viven con menos de1,25 dólares al día, impactando directamente en el desarrollo de quienes la padecen. Es, en suma, la consecuencia directa de la malnutrición, la falta de acceso una vivienda y a servicios básicos como agua potable o al saneamiento, así como de asistencia médica y educación.
Si bien en el año 2000 la tasa de pobreza mundial se redujo, aún queda tarea pendiente en regiones en desarrollo como Asia Meridional y África Subsahariana.
La meta en 2030: erradicar la pobreza extrema en el mundo y reducir todas las formas de pobreza.
El apoyo a programas de acción social y de voluntariado y en proyectos con ONG y administraciones públicas ha sido fundamental en la lucha contra la pobreza. El compromiso de muchas empresas españolas garantiza resultados con impactos positivos en las regiones donde estos programas se ponen en práctica.