En los últimos 20 años, las empresas españolas han experimentado una transformación sin precedentes. El crecimiento de las compañías ha venido acompañado de una adecuada adaptación de las diferentes áreas a los cambios incesantes del entorno: la internacionalización, las nuevas tecnologías, la evolución de los marcos normativos y la gestión de riesgos. De hecho, aquellos departamentos que no han sabido evolucionar para satisfacer las nuevas necesidades de la organización han quedado en un segundo plano y se han vuelto intrascendentes.
En la actualidad, la función de auditoría interna cobra una gran relevancia como garante de la sostenibilidad del proyecto empresarial y aliado clave para los órganos de gobierno. Conscientes del importante papel que juega el departamento de auditoría interna dentro de la empresa, Deloitte ha llevado a cabo un estudio en 29 países, en los que ha entrevistado a 1200 directores de auditoría de todos los sectores sobre el presente y el futuro de sus departamentos.
Las empresas necesitan el asesoramiento de expertos para entender y prevenir los riesgos del entorno actual. Los responsables de auditoría tienen un papel clave como aliados de los miembros del Gobierno Corporativo en el momento de evaluar los problemas y posibles resultados de las decisiones y las iniciativas empresariales. Sin embargo, actualmente los directores de auditoría creen que sus departamentos apenas ejercen influencia en el consejo de administración, el equipo directivo u otros órganos de gobierno. Para alcanzar este objetivo es necesario mejorar el valor que la auditoría interna aporta a sus grupos de interés, mediante la incorporación de nuevas capacidades dentro del departamento. Esto requiere desarrollar un profundo conocimiento de los cambios, problemas y riesgos que afectan a la empresa y adquirir las competencias necesarias para evaluarlos y afrontarlos.
El Data Analytics supone un enorme potencial para aumentar la capacidad e influencia de los departamentos de auditoría interna. Esta herramienta, al dar acceso a todos los datos de la empresa, coloca a los responsables de auditoría en una posición inmejorable para analizar grandes volúmenes de datos e identificar tendencias, relaciones, anomalías, que nadie más puede identificar. Es decir, se trata de un sistema que permite hacer más y, además, comunicar los resultados de forma visual e interactiva. Los análisis conductuales y el modelado de datos para elaborar previsiones y predicciones serán clave para diseñar los nuevos programas de auditoría.
Si los departamentos de auditoría interna quieren ejercer una verdadera influencia en la toma de decisiones de los órganos de gobierno, deben ser capaces de presentar la información en formatos que faciliten su interpretación a los stakeholders. Hasta el momento los departamentos de auditoría interna presentaban sus resultados mediante informes y presentaciones estáticas. Esta podría ser una de las causas de la escasa repercusión e influencia de la auditoría interna. Es necesario dar el paso a una comunicación más interactiva con la incorporación de reportes dinámicos y herramientas analíticas o de visualización. Esto permitirá que los consejos de administración dispongan de información en tiempo real, práctica y que se pueda procesar, que ponga el foco en el futuro en lugar de en el pasado.
Más de la mitad de los directores de auditoría (57 %) no están convencidos de que sus equipos tengan las competencias y la especialización necesaria para atender las demandas presentes y futuras de sus compañías. Una manera de acceder a este conocimiento especializado sería a través de los programas de auditores invitados o rotación, el co-sourcing, la externalización u otras modalidades. En el futuro será necesario explorar estas alternativas para poder cumplir las expectativas de los stakeholders clave.
La planificación estratégica y la gestión del riesgo deberían ser áreas prioritarias en el ámbito de la auditoría interna. Es necesario que se incorporen a los programas de auditoría herramientas predictivas e inteligentes, así como tecnologías emergentes, para medir las probabilidades de éxito o fracaso de una iniciativa, identificar formas de aumentar las probabilidades de éxito y prever riesgos emergentes. La auditoría interna debería determinar qué procesos son lo suficientemente sólidos, especialmente, por sus implicaciones, en el contexto de los cambios y amenazas previstos.