Una buena estrategia de precios no debe ser táctica y cortoplacista, todo lo contrario, debe perseguir la proactividad y el liderazgo en materia de precios para controlar mercados, competencia y clientes.
¿Cómo determinar un precio? ¿Cuánto se debe cobrar por un producto o servicio? En la respuesta a estas preguntas se encuentran las claves de numerosas historias de éxitos y fracasos empresariales. Existe una gran diferencia entre fijar precios y poner en marcha una auténtica estrategia de precios. Fijar un precio es sólo un enfoque táctico, casi siempre cortoplacista y básicamente reactivo. Sin embargo, una buena estrategia de precios es todo lo contrario: persigue la proactividad y el liderazgo en materia de precios. Se trata de controlar mercados, competencia y clientes, no de estar controlado por ellos.