El modelo tradicional de la banca minorista, en el que una entidad presta sus servicios de forma verticalmente integrada, está evolucionando hacia un modelo de banca abierta en el que diversas entidades, financieras o no, prestan sus servicios construidos sobre ecosistemas de proveedores y distribuidos a través de plataformas. Las entidades pasan por tanto del control total de la producción y distribución a la competencia en cada una de las fases de la cadena de valor.
Pero una cosa es la evolución de la oferta, que se enmarca ya dentro de un modelo de Open Banking por imperativo regulatorio, y otra la reacción de la demanda. En el informe de Monitor Deloitte sobre la adopción de este nuevo modelo tratamos de responder a la siguiente pregunta: ¿Necesitan los clientes españoles una banca abierta? Para encontrar la respuesta hemos preguntado a más de 1.000 clientes bancarizados.
El negocio de la banca minorista se basa principalmente en la confianza. A la hora de confiar sus ahorros a un proveedor alternativo al tradicional, los españoles, según la encuesta, prefieren a los grandes bancos (47%) y, en menor medida, a la gran distribución (37%), dejando poco margen para otros actores tales como las empresas Fintech (10%) o las telcos (19%).
El nivel de formación financiera apenas es un factor decisivo en este sentido, salvo en el caso de las Fintech y las Big Tech, que sí cuentan con una mayor confianza (29%) de los más expertos. Por norma general, se observa una correlación directa entre el posicionamiento de las entidades con respecto a la transformación digital y el grado de confianza que les otorgan. A mejor posicionamiento, mayor confianza.
En el ámbito de la privacidad, los encuestados se muestran reticentes a compartir información personal con terceros. En este sentido, los españoles, continúan confiando más en grandes bancos (53%) y en la gran distribución (38%) a la hora de ceder sus datos, mientras, al mismo tiempo, desconfían de las Big Tech (51% de desconfianza), las Telcos (50%) y las Fintech (46%).
La principal motivación a la hora de ceder esos datos a terceros es clara, ya que se imponen las mejoras en las condiciones económicas de los servicios. Esa cesión se da muchas veces a través de agregadores, el primer caso de uso de banca abierta en España, pero se da la circunstancia de que el 66% de los participantes no ha utilizado nunca una de estas herramientas.
"Además de permitir el intercambio seguro de los datos transaccionales de los clientes, un modelo de banca abierta facilita la comparación de precios a través de los comparadores de productos financieros"
Gorka Briones, socio responsable de Monitor Deloitte
Una de las principales características de un modelo de banca abierta es poder comparar más fácilmente los productos y servicios bancarios, pero entre los encuestados los comparadores se usan más como fuente de información que como vía de contratación.
Lo que queda claro según el informe es que en España los usuarios de banca muestran poco interés por cambiar de proveedor financiero, apenas un 20% se lo ha planteado en los últimos dos años y tan sólo un 5% ha llegado a hacerlo. Destaca también que, pese a la gran cantidad de herramientas disponibles en el entorno digital, a la hora de cambiar, los españoles siguen valorando más la opinión de personas de confianza.
Cuando los entrevistados optan por un cambio de proveedor, lo hacen principalmente atendiendo a las condiciones económicas que se les ofrecen. Así lo manifiesta el 41% de los encuestados. Existen otras motivaciones no económicas, como el grado de satisfacción con el banco, que son causa de cambio para el 30%.
El Open Banking, o banca abierta, avanza rápido en el terreno de la oferta, pero en España está lejos de ser una realidad desde el punto de vista de la demanda.
Para eso, es necesario un cambio profundo en el cliente que pasa por otorgar una mayor confianza a los modelos alternativos a la banca tradicional. Esa confianza, además, debe materializarse en la cesión de datos a terceros.
Uno de los indicadores relevantes de adopción de modelos de banca abierta será el incremento en el uso de comparadores online así como de la consideración de factores más allá de los meramente económicos en la selección de proveedor de servicios financieros.
La racionalización de la toma de decisiones y la objetividad en el análisis de la oferta son otras dos de las claves del cambio de actitud por parte del cliente que pueden impulsar en el futuro la banca abierta en España. En la actualidad, lo sesgos de comportamiento hacen que los clientes sigan trabajando con su banco actual aunque el cambio resulte beneficioso. El reto para los nuevos actores del mercado, como las Fintech, es cambiar la percepción de los clientes, presentarse como una alternativa a la hora de buscar información y mitigar así esa resistencia al cambio.