Autores:
Ángel Martínez-Aldama, presidente de la Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva y Fondos de Pensiones (INVERCO)
Alberto Torija, socio, responsable de IM, Deloitte España
Performance Magazine Número 46 - Artículo 2
En resumen
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El sector de la gestión de activos en España está viviendo un periodo de crecimiento significativo, lo cual atrae un interés considerable por parte de los inversores tanto nacionales como internacionales. Esta expansión está reconfigurando el entorno del mercado, sobre todo, por la presencia cada vez mayor de gestores de fondos internacionales. Además de este crecimiento, el sector de los fondos de pensiones en España se enfrenta a grandes retos, lo cual contrasta completamente con las tendencias europeas generalizadas. Uno de los mayores obstáculos que da lugar a estos desafíos consiste en la escasa demanda de productos financieros por parte de los ciudadanos europeos. La Comisión Europea también debe tratar cuestiones sobre la futura sostenibilidad de las finanzas públicas en sus revisiones anuales de los países de la Unión.
Esta entrevista entre Performance Magazine y Ángel Martínez-Aldama, de la Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva y Fondos de Pensiones (INVERCO), ayuda a los lectores a comprender la dinámica que subyace a la transformación del sector financiero en España, los principales retos a los que se enfrenta y las demás consecuencias para las políticas financieras europeas.
Ángel entró a formar parte de INVERCO en enero de 1995 y posee más de tres décadas de experiencia en análisis financiero y gestión de activos. Es miembro de los consejos de EFAMA y FIAP y ha ejercido el cargo de presidente de PensionsEurope. Asimismo, ha trabajado en EAMA, CEOE y ha desempeñado funciones de asesoramiento en CNMV y DGFSP. Ángel cuenta con títulos de Grado en Derecho y Administración de Empresas.
Performance Magazine (PM): ¿Cree que continuará en el futuro la tendencia positiva de los vehículos de inversión colectiva en España, actualmente en niveles de récord?
Ángel (A): El sector de gestión de activos en España está experimentando un periodo excelente con más de cuatro años de suscripciones mensuales positivas, lo cual representa en la actualidad 715.000 millones de euros en fondos de inversión y sociedades de inversión en capital variable (SICAV), lo que incluye los organismos de inversión colectiva (CIS) españoles e internacionales.
Y, probablemente, esta tendencia continuará dado que las previsiones de crecimiento económico en España son muy positivas.
Hay dos factores que respaldan este pronóstico y son que los depósitos bancarios representan el 35 % de los activos financieros de los hogares españoles (aunque ofrecerán rentabilidades inferiores que los mercados financieros en el futuro) y la importancia cada vez mayor de la educación financiera.
PM: En los últimos años, el mercado español ha atraído el interés especialmente de entidades no locales que distribuyen fondos en España. En su opinión, ¿seguirá aumentando el atractivo del mercado español para los actores internacionales?
A: Los fondos internacionales son clave en las opciones de inversión de los hogares españoles, sobre todo en banca personal y en fondos de fondos con activos internacionales. Este tipo de activos han experimentado un rápido crecimiento debido al aumento de servicios discrecionales de gestión de carteras y asesoramiento. Tres de cada cuatro CIS se canalizan a través de estos dos servicios, en comparación con el 25 % que se realiza mediante distribución directa. Los requisitos regulatorios han impulsado estos cambios significativos de los modelos de negocio.
La proporción de CIS internacionales se ha incrementado del 12 % del total en 2008 al 42 % en 2024, aunque es cierto que la mayoría no se realiza mediante distribución directa a los clientes minoristas.
PM: ¿Cree que el mercado español se caracteriza estructuralmente por un perfil de inversor conservador y una base de clientes minoristas o esta situación podría cambiar en un futuro próximo? ¿Deberían desarrollarse nuevos productos para atraer a clientes institucionales?
A: Los inversores españoles tienen un perfil de inversión conservador, pero esta característica ha ido cambiando durante el largo periodo de tipos de interés al 0 %. Por tanto, su perfil se asemeja al del inversor europeo promedio, excepto en Dinamarca, Países Bajos y Suecia, donde los hogares mantienen menos del 20 % de su patrimonio financiero en depósitos.
El sector de CIS en España cuenta con el mayor índice minorista de participación de Europa (62 % frente a la media europea del 25 %, según el Banco Central Europeo). Esto es un factor positivo, ya que las propuestas recientes sugieren canalizar los ahorros minoristas a los mercados financieros. Los gestores de activos españoles conocen las necesidades de los clientes minoristas y pueden gestionar su patrimonio mediante CIS.
No obstante, la regulación debería adaptarse para facilitar el desarrollo de fondos institucionales, los cuales representan más del 70 % del sector en países como Alemania y Reino Unido.
PM: Los activos de inversión y fondos de pensiones representan un pequeño porcentaje del PIB español en comparación con los países vecinos, lo que indica un potencial de crecimiento. ¿Qué hay que hacer para que este crecimiento se materialice?
A: Sin inversión no hay crecimiento y sin ahorros no hay inversión, por lo que los países fomentan el ahorro para lograr hacer realidad este círculo virtuoso. En el caso de España, el entorno fiscal para los ahorradores es positivo, pero es necesario estimularlo más, sobre todo, para impulsar los fondos de pensiones de modo decisivo.
Los fondos de pensiones tienen un largo camino por delante. Representan el 9% del PIB del país en comparación con el 40 % de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). La OCDE ofreció recientemente una hoja de ruta para los próximos meses, en la que se abordaba la cuestión de la longevidad de la población y reducía la presión sobre las finanzas públicas futuras. Además, nuestra asociación publicó un documento que incluía quince medidas para promover los fondos de pensiones.
PM: La regulación es clave en nuestro sector y es destacable con el reciente debate sobre la Estrategia de Inversión Minorista. Puede que cambien los límites de los incentivos y se espera que surjan nuevos requisitos como el “value for money”. ¿Cuál será el impacto real de esta regulación?
A: La propuesta de Estrategia de Inversión Minorista (RIS) de la Comisión Europea debe cumplir aún los objetivos de aumentar la participación de los ciudadanos en los mercados financieros, tal y como han afirmado el Parlamento y el Consejo Europeos.
El cambio reciente en dos de los tres colegisladores europeos debería conducir a una revisión íntegra de la propuesta de la Comisión y a cambios significativos del texto final. El texto debería tender a la claridad, simplicidad e incluir incentivos fiscales y financieros ofrecidos por los gobiernos nacionales, no por Bruselas.
El problema no radica en el suministro de productos financieros, sino en la escasa demanda por parte de los ciudadanos europeos. Esto se debe en parte a los incentivos fiscales y financieros poco motivadores para los ahorros a largo plazo.
El setenta por ciento de los hogares estadounidenses invierte en mercados financieros, en comparación con solo la mitad en el caso de los europeos. La RIS explica esta diferencia apuntando a productos más caros y asesores condicionados en Europa, pero la principal razón es otra. En EE. UU., los servicios sociales básicos como las pensiones y la salud son gestionados por el sector privado y son invertidos en los mercados. Por el contrario, muchos países europeos emplean los impuestos para financiar estos servicios, que son gestionados por las administraciones y no se invierten en los mercados financieros.
PM: ¿En qué área principal deberían centrarse los reguladores para impulsar el sector de inversión colectiva a nivel tanto local como europeo? ¿Qué opina de la propuesta del Informe Draghi de un supervisor unificado del mercado europeo?
A: Los reguladores nacionales tienen la responsabilidad de mejorar la fiscalidad de los ahorros y de promover la educación financiera, lo cual es crucial para el desarrollo. Aunque es importante contar con una política europea general, debería incluir un análisis y recomendaciones periódicas para los gobiernos nacionales.
Los informes de Draghi, Letta, Noyer y ESMA coinciden en enfatizar la necesidad de mejorar el acceso de los inversores minoristas a los mercados financieros, con recomendaciones como la autoinscripción, los sistemas de seguimiento de pensiones y los paneles de control de pensiones.
Para los supervisores europeos, la unificación tiene sentido en algunas áreas (cámaras de compensación o mercados post-trade), aunque la convergencia es mejor en otras debido a la diferente evolución de los mercados financieros y los distintos niveles educativos de los países.
PM: La enorme necesidad de inversión exige vehículos de inversión adecuados, en lo que el sector de inversión colectiva desempeña un papel clave. ¿Cuáles deberían ser los siguientes pasos y qué se necesita para que los ELTIF prosperen en Europa y España?
A: El sector de gestión de activos ha sido innovador durante décadas y la legislación debería apoyar esta innovación en lugar de restringirla.
Desafortunadamente, algunas iniciativas europeas como los fondos de inversión a largo plazo europeos (ELTIF) y los productos paneuropeos de pensiones individuales (PEPP) requerían modificaciones o revisiones urgentes en un plazo de cinco años. Los ELTIF tienen potencial de crecimiento porque canalizan las inversiones minoristas e institucionales para contribuir a la transición a un modelo de producción europeo más sostenible y digital y su tratamiento fiscal debería ser neutral.
PM: Como experto en pensiones y fondos de pensiones, ¿cree que pronto se hará realidad un pasaporte europeo de fondos de pensiones? ¿Qué consecuencias piensa que tendría en el sector?
A: Los fondos de pensiones son algo más que simples herramientas financieras; forman parte de dos (de los tres) pilares del sistema de pensiones de los países: fondos de pensiones profesionales y fondos de pensiones individuales.
Los distintos países han priorizado algunos pilares sobre otros en diferente proporción, dificultando la creación de un modelo único europeo (como los marcos de los organismos de previsión para la jubilación (IORP), IORP II o PEPP).
En este momento hay que ser prácticos. La Comisión Europea debería destacar en sus revisiones anuales que los países de la Unión Europea deben afrontar la insostenibilidad futura de las cuentas públicas. De esta manera, podrán realizar gradualmente los ajustes adecuados durante periodos razonables de transición.
PM: Una tendencia reciente consiste en la presencia cada vez mayor de mercados privados (productos ilíquidos o semilíquidos) en las carteras de los inversores. Estas estrategias son cada vez más accesibles y extienden su alcance más allá de los clientes institucionales a los inversores minoristas. ¿Cómo evaluaría esta tendencia, sobre todo, en lo que se refiere a la distribución a clientes minoristas?
A: Deberían fomentarse los productos de liquidez restringida, esenciales para el desarrollo de proyectos europeos, a todo tipo de inversores, tanto institucionales como minoristas. Estos productos pueden ofrecer mejores resultados que los activos tradicionales.
Para los inversores minoristas, es esencial disponer de información clara y transparente antes de realizar inversiones para garantizar una distribución adecuada.
Siempre y cuando proporcionen información transparente y sigan criterios y estándares de diversificación que se adapten a los perfiles de riesgo y los plazos temporales de los inversores, las prácticas de supervisión deberían garantizar que los criterios no impiden la distribución de estos productos.
PM: Al comparar los mercados estadounidense y europeo, hay importantes diferencias en el tamaño de las empresas y los vehículos de gestión, así como en la fragmentación del mercado. ¿Cómo cree que evolucionará esta situación en el futuro?
A: Europa se enfrenta a un gran desafío en un entorno geopolítico en el que los EE. UU. y China son cada vez más dominantes. Europa debe realizar cambios significativos para mantener su actual influencia.
Afortunadamente, los recientes informes y las nuevas prioridades estratégicas de la Comisión Europea reconocen este hecho y destacan la urgente necesidad de realizar cambios estructurales de suma importancia, especialmente en los sectores energético, autonomía financiera e industrial, así como el de telecomunicaciones y tecnológico.