El 8% de los directivos de las compañías encuestadas asegura haber implantado ya más de 51 automatizaciones en su negocio, como por ejemplo procesos de automatización con robots (RPA, según sus siglas en inglés), machine learning y procesamientos de lenguaje natural (NLP, en sus siglas en inglés). Esta cifra dobla la registrada en 2018.
A este auge de la inversión en la robotización también hay que sumar el 12% que asegura que está llevando a cabo menos de 10 pruebas piloto y el 38% que dice que se encuentra en fase de implementación con entre 11 y 50 automatizaciones en curso. En total, de las 523 organizaciones encuestadas para la realización del estudio, prácticamente 6 de cada 10 (58%) han implantado ya algún proceso de robotización.
A pesar de este crecimiento respecto a la adopción, el estudio de Deloitte revela que existe una significante cifra de altos ejecutivos que no han contemplado el impacto que tendrá la aplicación de tecnologías de automatización sobre sus empleados. El 60% sostiene que todavía no ha analizado si la automatización conllevará la formación a sus trabajadores y el 44% tampoco ha estudiado cómo esta tecnología afectará a los roles y la manera de trabajar.
Luis González Gugel, socio responsable de Robotics en Deloitte, afirma que “la automatización ha sido un tema principal en la agenda de las organizaciones durante muchos años, augurando un incremento de la productividad, la reducción de los costes y la redefinición de las funciones del trabajador. Es muy emocionante ver cómo esta tecnología está siendo adoptada a gran escala finalmente a nivel mundial. En España aproximadamente un 80% de las grandes organizaciones ha comenzado sus programas de automatización, aunque con diferentes niveles de intensidad y escala. Lo que es innegable es que cada vez es mucho mayor la compresión y el consenso acerca del poder catalizador de la trasformación de estas tecnologías lo que conlleva que cada vez más estén pasando a ser una prioridad en la agenda de los directivos” .
A raíz de la implementación de estas tecnologías, los directivos aseguran que esperan incrementar un 27% la capacidad de sus empleados en los próximos tres años. Esta cifra equivaldría a 2,4 millones de empleados más a jornada completa en las organizaciones que han participado en el informe de Deloitte.
Un estudio previo realizado por Deloitte en el Reino Unido reveló que es poco probable que la automatización provoque un descenso de lugares de trabajo, sino que más bien lo que sucederá es que creará nuevos roles.
En general, la mayoría de los empleados que han vivido un proceso de automatización se muestran favorables a la inclusión de estas tecnologías. De hecho, sólo 1 de cada 8 ejecutivos (12%) en organizaciones que han implementado o escalado procesos de automatización, indica reticencias a esta tecnología por parte de su fuerza de trabajo. Muchos menos de los uno de cada tres ejecutivos (32%) de organizaciones que están en fase de pruebas piloto que reconoce reticencias por parte de sus trabajadores.
González Gugel explica que “normalmente se asume que el aumento de automatización provocará un recorte de puestos de trabajo, pero nuestro estudio demuestra precisamente lo contrario. Además, lo más emocionante de esta tecnología es ser capaz de utilizarla para crear actividades o procesos que antes ni si quiera imaginábamos que podíamos abordar, siendo por ello una herramienta muy importante para la creación de valor y riqueza.”
El informe apunta que el mercado de las tecnologías de automatización crece a un ritmo del 20% anual y se espera que alcance los 5.000 millones de dólares en 2024. Sin embargo, concluye que a nivel general las organizaciones ya no sólo continúan integrando Robotics Process Automation (RPA), sino que se encuentran en plena adopción de automatizaciones inteligentes que integran tecnologías de inteligencia artificial.
Hasta la fecha, el47% afirma que combina RPA con inteligencia artificial como parte de su estrategia de implementación de automatización inteligente. En este sentido, aquellas organizaciones que combinan estas dos tecnologías reportan un incremento del 9% en sus ingresos, frente al 3% que registran aquellas que tan sólo usan RPA.
En este sentido, la implementación de procesos de automatización inteligente sigue superando las expectativas. Las organizaciones que emprenden pruebas piloto perciben de media un retorno alrededor de los 15 meses tras su incursión, mientras que las que se encuentran en fase de escalada lo registran ya de media a los nueve meses.
Según Santiago Gómez Rebollo, socio de consultoría de Deloitte, “2020 será el año clave para la automatización inteligente, a medida que las organizaciones combinen la automatización de procesos con robots con inteligencia artificial y otras tecnologías que permitan nuevas maneras de trabajar. Con esto, las automatizaciones trascenderán de la rutina a la innovación, desde recolectar información a predecir datos, analizando y apoyando para la toma de decisiones. Las organizaciones que reconfiguren su manera de trabajar, que tomen ventaja de la combinación entre las personas y las máquinas ejecutando nuevos procesos, y que tengan las habilidades y el conocimiento para impulsar la automatización inteligente serán las mejores posicionadas para aprovecharse de las oportunidades que esta tecnología les puede aportar.”