COVID-19: ¿cuál ha sido su impacto en el sector asegurador?

Perspectivas

COVID-19: ¿cuál ha sido su impacto en el sector asegurador?

Los elevados números de infecciones y muertes a causa del coronavirus están cerca de convertir a la pandemia en el evento más costoso para las compañías de seguros. Por ello, es necesario que estas empresas desarrollen nuevas estrategias y aprovechen ciertas áreas de oportunidad que las ayuden a enfrentar los desafíos a los que actualmente se enfrentan.

En entrevista con Eduardo Esteva, Socio Líder de Servicios Actuariales de Assurance en Deloitte Spanish Latin America.

Ciudad de México, 13 de septiembre de 2021.

En tan solo tres días, el huracán Wilma, que tocó tierra el 21 de octubre de 2005 en las costas de Quintana Roo, se convirtió en el evento que, hasta la fecha, ha tenido los mayores costos en la historia del sector asegurador en México, con 2 mil 376 millones de dólares (muy por arriba, incluso, de lo que significaron las coberturas por el sismo del 19 de septiembre de 2017: mil 288 millones de dólares). Pero ese ranking está muy cerca de cambiar debido a otro suceso que, desde hace más de un año, ha afectado al mundo, a nuestro país y a la industria de los seguros: el COVID-19.

A finales de julio pasado, en el contexto del más reciente aumento de contagios de coronavirus, la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) informó que la pandemia llegará a ser el evento más costoso para el sector asegurador. Hasta el momento, la contingencia sanitaria ha representado, para las compañías de seguros, erogaciones por 2 mil 161 millones de dólares, según el “Reporte de Casos COVID-19 en población asegurada” de dicha institución.

Pero, más allá del gasto significativo que esta situación ha representado, ¿cómo ha sido el impacto para la industria? Sin duda, el COVID-19 afectó a todas las compañías del sector, en todos los rubros (en el caso de los seguros de autos, por ejemplo, aunque bajó la siniestralidad y, por tanto, los montos de las indemnizaciones que las organizaciones tuvieron que pagar, la gente dejó de comprar pólizas, debido a que usaron poco sus vehículos durante la contingencia), sin embargo, los principales efectos se han observado en los seguros de gastos médicos y de vida.

En los primeros, porque al aumentar el número de casos detectados, crecieron las atenciones médicas y, al mismo tiempo, se tuvieron que comprar insumos y equipos (ventiladores, por ejemplo) para atender a los pacientes. De igual manera, la aprobación de nuevos medicamentos y técnicas para atender la enfermedad ha incrementado el costo promedio de los tratamientos.

En el caso de los seguros de vida, el elevado número de decesos a causa de esa enfermedad significó un gasto muy fuerte para las compañías que administraban tales pólizas, incrementando la mortalidad total de la población.

De acuerdo con el reporte de la AMIS, al 19 de julio de 2021, se tenían contabilizados 2 millones 693 mil 495 casos de COVID-19 acumulados en nuestro país, desde que se registró al primer enfermo –el 27 de febrero de 2020–. De ese total, solo 1.36% contaba con algún seguro de gastos médicos; sin embargo, los 36 mil 788 casos que fueron cubiertos tuvieron un costo promedio de 489 mil 691 pesos en atención hospitalaria.

En cuanto a la situación de los seguros de vida, se acumularon 102 mil 712 indemnizaciones, con un monto promedio por póliza de 243 mil 371 pesos, según datos de la asociación. La mayor parte de los pagos hechos por las aseguradoras fueron para los rangos de edad que van de 50 a 69 años (61% del total) y en el segmento de los hombres (19 mil 598.9 millones de pesos), que representan 7 de cada 10 casos cubiertos.

La Secretaría de Salud federal tenía contabilizados, hasta el 8 de septiembre pasado, 265 mil 420 defunciones totales, debido al COVID-19. Por su parte, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) informó, el 29 de julio de este año que, durante 2020, el coronavirus se convirtió en la segunda causa de muerte, provocando que 201 mil 163 personas en el país perdieran la vida. 

Por todos estos datos, se cree que el COVID-19 ha reducido la expectativa de vida en México, de manera similar a lo que ya se confirmó en los Estados Unidos, donde la edad promedio bajó 1.5 años (el mayor descenso anual en esa nación desde 1943), de acuerdo con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de ese país; mientras que, para los latinos y afroamericanos allá radicados, la baja fue de hasta tres años.

Ante una nueva ola de contagios a nivel global y en el país, las compañías de seguros en México prevén que las cifras de indemnizaciones seguirán al alza y que, en poco tiempo1, la pandemia se convertirá en el evento más costoso para las mismas. Esto implicará, sin duda, nuevos desafíos tanto para el sector salud como para la industria aseguradora. ¿Qué acciones podrían llevar a cabo las empresas de esta última para sobreponerse a esta situación?

1. “En tres meses, COVID sería el evento más costoso para el sector: AMIS”, El Economista, 22 de julio de 2021.

El COVID-19 afectó a todas las compañías del sector asegurador, en todos los rubros; sin embargo, los principales efectos se han observado en los seguros de gastos médicos y de vida.

La resiliencia del sector

Directivos de la AMIS confían en que, a pesar de las dificultades por las que actualmente atraviesa el sector asegurador, este tiene la fortaleza para superar los retos y seguir adelante, pues, entre otras cosas, cuenta con 3.3 veces el capital requerido por la ley para hacer frente a sus obligaciones2.

Esto quiere decir que la industria aseguradora tiene una buena solvencia para afrontar escenarios financieros adversos, sin embargo, será necesario desarrollar nuevas estrategias ante la nueva realidad forjada por la pandemia.

Algunas aseguradoras enfocadas en los segmentos de vida y de gastos médicos ya están ajustando su estrategia de producto y precio acorde con las nuevas expectativas de mortalidad, el incremento en costos de atención médica y el tipo de protección a otorgar, por ejemplo, restricciones en periodo de cobertura.

En cuanto a las áreas de oportunidad, es importante trabajar en conjunto con hospitales para garantizar la atención, ya que, durante los periodos de mayor saturación, muchas personas no pudieron recibir atención en instituciones privadas por falta de disponibilidad.

Otra oportunidad es generar productos atractivos que les permitan llegar a nichos de mercado diferentes, como los niveles socioeconómicos más bajos de la población, que son los que suelen tener un menor nivel de cobertura.

Finalmente, un tema que adquirió relevancia y la seguirá teniendo es el de la digitalización, un camino que tuvieron que tomar diversas empresas del sector durante el confinamiento, para acercarse más a los clientes y atender sus necesidades. En ese sentido, y con la intención de seguir creciendo, será importante que las compañías se apoyen en las tecnologías de vanguardia, pues en ellas están los pilares de servicios a futuro.

Todo esto se tendrá que ir definiendo conforme transcurra la pandemia, mientras avanzan los procesos de vacunación y, al mismo tiempo, se fomenta la cultura del cuidado de la salud, que abarca aspectos que van desde una buena alimentación, hacer ejercicio, los cuidados sanitarios y de higiene que se deben tener al salir a la calle, hasta vacunarse.  

El entorno para las aseguradoras se observa desafiante, pero, desde ahora, deberán buscar estrategias para estar mejor preparadas ante los retos que están por venir y salir fortalecidas de este proceso. Las acciones que pongan en marcha y la forma en la que se adapten y respondan a los cambios que ha traído y seguirá ocasionando la pandemia serán fundamentales para poder asegurar su propio futuro.

2. Ibídem.

Las aseguradoras deberán buscar estrategias para estar mejor preparadas ante los retos por venir.

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