Aumentar los créditos, el nuevo reto para la banca

Perspectivas

Aumentar los créditos

El nuevo reto para la banca

A pesar de que la pandemia podría seguir impactando el crecimiento económico de nuestro país, y aun frente al impulso que ha tomado la industria 'fintech' en México, los bancos cuentan con los recursos y con el talento para adaptarse, digitalizarse y expandir su posicionamiento en el mercado.

En entrevista con Gustavo Méndez, Socio Líder de Servicios Financieros en Deloitte Spanish Latin America.

Ciudad de México a 3 de marzo de 2022.

En 2020, la llegada de la pandemia y la gran incertidumbre que ésta trajo consigo significó, para muchas industrias, un importante cambio de rumbo para hacer frente al nuevo y desafiante contexto. Para el sector bancario del país, específicamente, representó la toma de acciones inmediatas, siendo, la más importante de ellas, la creación de grandes provisiones de crédito, como medida de protección ante el escenario adverso del COVID-19.

Los resultados de esta estrategia llegaron tan solo un año después: en 2021, de acuerdo con el reporte más reciente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), los bancos mostraron una utilidad de 182 mil 170 millones de pesos, cifra 65.7% mayor que la registrada en 2020. La creación de provisiones había sido una decisión prudencial y correcta.

Pero, ¿estos números representan algo más que la confirmación de los buenos resultados de una medida de protección de la industria bancaria en México? Si bien se trata de cifras positivas, que principalmente reflejan una reducción del riesgo de crédito, el sector se enfrenta todavía a un importante desafío: impulsar su desempeño comercial, el cual aún está lejos de alcanzar su máximo potencial.

Si analizamos el crecimiento de 2021, una buena parte del mismo (aproximadamente, 95 mil millones de pesos) se puede atribuir al hecho de que la banca no requirió realizar el elevado nivel de reservas financieras que hizo en 2020; además, consiguió mejorar la utilidad de sus portafolios al realizar una recomposición en los índices de cartera vencida, renegociando deudas y reestructurando acuerdos; y, finalmente, destaca otro factor: el precio de las comisiones por servicios en el sector financiero, el cual se elevó cerca de 7%, debido a la inflación que se registró en el país.

A pesar de ello, el bajo crecimiento de la demanda de crédito es la principal evidencia de que el sector bancario aún está lejos de una recuperación que lo coloque en niveles previos a la pandemia: salvo la categoría de créditos a la vivienda, que fue la única que mantuvo un incremento consistente –impulsada por las personas de clase alta y de clase media, quienes fueron las menos impactadas por la crisis–, el resto de las categorías se vio afectado1. Por otra parte, las reducciones a las tasas de interés del mercado y de sus productos de tasa variable se tradujeron también en una caída de 2% en el margen financiero de los bancos, en comparación con 2020.

Todos los factores previamente señalados nos permiten contextualizar el crecimiento de las utilidades de los bancos, pero también muestran el desafío sustancial que tienen por delante estas instituciones, que es aumentar la demanda de crédito, lo cual, además de permitirles seguir creciendo y avanzar hacia su recuperación, ayudará a impulsar la reactivación de la economía nacional. 

1 Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV). Boletín Estadístico. Banca Múltiple, diciembre de 2021.

Aumentar la demanda de crédito ayudará a impulsar la reactivación de la economía nacional.

Las fortalezas frente al pesimismo económico

Pese al momento de incertidumbre por el que actualmente atraviesa la economía global, el panorama ofrece ciertas oportunidades que pueden resultar positivas para el sector bancario nacional. Entre ellas, se encuentra el tema de la inflación y el alza a las tasas de interés, que empujaría el incremento de sus márgenes financieros, derivados del aumento a los intereses en sus productos, así como el margen que representa para sus depósitos sin costo.

Pero, además de los factores externos, de manera interna, la banca presenta importantes fortalezas financieras que podrían impulsar su desarrollo. Al cierre del año pasado, la banca registró un índice de capitalización de 19.4%, un porcentaje muy por encima del mínimo que se le exige, por ley, para operar sin ser intervenida por el regulador (10.5%)2. Ese nivel de capitalización implica que hay recursos suficientes para realizar préstamos e inversiones para su crecimiento.

Sin embargo, si en los próximos meses se mantienen los efectos financieros de la pandemia que limitan la recuperación económica del país, a la par que los efectos de la incertidumbre mundial, será poco beneficioso que los bancos cuenten con recursos más que suficientes para ofrecer créditos, porque no existirá demanda, pues las empresas difícilmente estarán interesadas o dispuestas a adquirir este tipo de productos financieros, que normalmente utilizan para expandir y crecer sus negocios.

En estas circunstancias, ¿qué opciones tiene la banca para impulsar la demanda de créditos en México? Bajo nuestra óptica, su estrategia tendría que incluir la transformación de sus modelos de negocio, a fin de facilitar a los clientes el consumo de productos de crédito y evitar rezagarse frente a los nuevos competidores digitales. 

2 Asociación de Bancos de México (ABM), “Comunicado de prensa”, 19 de enero de 2022.

Ese nivel de capitalización implica que hay recursos suficientes para realizar préstamos e inversiones para su crecimiento.

Banca digital: el nuevo entorno para el crédito

En materia digital, podríamos clasificar a las instituciones bancarias del país en tres diferentes categorías: 1) las que cuentan con una infraestructura tecnológica robusta; 2) las que muestran algunos avances en estos temas; y 3) las que apenas están iniciando este proceso. 

Aquellos bancos que han invertido mayores recursos en los aspectos tecnológicos y digitales están obteniendo una enorme ventaja competitiva en el mercado, al registrar una mayor rentabilidad sobre capital, así como mejores índices de eficiencia, pues ya no requieren tener a un gran número de ejecutivos en sucursales para colocar créditos, sino que basta con ofrecerlos desde sus aplicaciones.

Para aquellos que aún no han comenzado con su transformación digital, ¿por dónde deben comenzar? Lo más aconsejable es que inviertan en aspectos como la operación de sus datos mediante tecnologías de nube, lo cual les permitirá implementar, posteriormente, soluciones de inteligencia artificial que faciliten el diseño de sus ofertas para los clientes. 

Al proceder de esta manera, les resultará más fácil atraer a los consumidores, ya que podrán desarrollar aplicaciones y plataformas digitales fáciles de usar, en las que el usuario no esté limitado a realizar solamente movimientos financieros, sino que además pueda acceder a otros productos y servicios, como los créditos, los seguros e, incluso, asesorías personalizadas.

En ese sentido, es importante considerar que, a pesar de que las aplicaciones financieras son, hoy, cada vez más eficientes, aún están lejos de superar la orientación y el consejo que puede brindar un profesional. Por tal motivo, será necesario llevar a cabo una evaluación detallada, que les permita entender cuándo resulta más rentable una experiencia física o digital en un proceso, así como cuándo es más conveniente desarrollar una combinación de ambos mundos (conocida como “figital”).

Pero en la búsqueda de la transformación digital e impulsar la demanda de crédito entre sus clientes y la población, será fundamental que la banca considere otro factor de gran relevancia: las instituciones de tecnología financiera, mejor conocidas como fintechs

Este tipo de instituciones que irrumpieron hace algunos años en el mercado financiero mexicano se han enfocado en ofrecer sus servicios a segmentos poco atendidos por la banca tradicional, como las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes), que en 2020, conformaron 99.8% del total nacional3 o la población adulta no bancarizada, que, en 2021, fue de 53%4.

Pero, además de atender este nicho, las fintech, poco a poco, están ganando terreno gracias a la experiencia de usuario que ofrecen sus plataformas digitales, aspectos sobre los que la banca sin duda deberá trabajar, a fin de no perder su posicionamiento. 

En conclusión, si lo que busca es no solo recuperarse, sino prosperar, el sector bancario necesita ir más allá, brindando, por medio de sus plataformas digitales, opciones de acceso a cada uno de sus productos y servicios, y personalizando su oferta de servicios. Si bien se trata de una misión compleja, la banca cuenta con los recursos y con el talento necesarios para ejecutarla. Los resultados, además de beneficiarle, también podrían abonar a la recuperación de la economía nacional.

3 Inegi, Estudio sobre la demografía de los negocios 2021, 2 de diciembre de 2021.
4 Forbes, “México en el top 5 de países menos bancarizados”, 17 de marzo de 2021.

Es cierto que las aplicaciones financieras son, hoy, cada vez más eficientes, pero aún están lejos de superar la orientación y el consejo que puede brindar un profesional.

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