Entre enero y julio del presente año, la actividad económica en México mostró señales de desaceleración, influenciada por un contexto global marcado por tensiones arancelarias, la reducción de la inversión pública y privada, un menor dinamismo en el consumo —tanto privado como gubernamental— y una limitada generación de empleo. A pesar de la contracción observada en el consumo interno, las importaciones provenientes del sudeste asiático aumentaron más del 15%, mientras que las exportaciones hacia Estados Unidos registraron uncrecimiento significativo, especialmente en productos de alto valor agregado.
Entre los principales ganadores de la guerra comercial entre Estados Unidos y China se encuentran el bloque ASEAN (integrado por los países del sudeste asiático), Taiwán y México. Estos actores han incrementado sus exportaciones hacia Estados Unidos, especialmente en maquinaria industrial, equipo eléctrico y electrónico, así como instrumentos de precisión, ópticos y médicos. México, por su parte, se perfila como un nodo manufacturero de reexportación en esos sectores, dado que el mercado interno atraviesa una fase de desaceleración. En este contexto, se estima que 7 de cada 10 dólares de las exportaciones mexicanas de mercancías de alta tecnología hacia Estados Unidos tendrían origen asiático.
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