El 95% de las grandes empresas en España ha aumentado su inversión en ESG. Esto significa que estamos 15 puntos porcentuales por encima de las cifras de inversión con respecto al año anterior. Pero, ¿cuáles son los motivos que están acelerando esta tendencia?
El informe CxO Sustainability Report 2024, de Deloitte, muestra que el cambio climático ya no es una amenaza lejana, sino que ha pasado a ser una realidad que impacta directamente en las operaciones de las empresas. En este sentido, el 76% de los directivos en España espera que este factor tenga un impacto alto o muy alto en sus estrategias en los próximos tres años. La creciente regulación, el aumento en los costes de recursos y el cambio en los patrones de consumo son factores que ya están moldeando la forma en que las compañías operan.
Los líderes empresariales están aprovechando esta oportunidad para impulsar la innovación y el crecimiento. El 90% de los directivos de nuestro país afirma que la sostenibilidad es un motor clave para expandir sus operaciones, al tiempo que reducen las emisiones de gases de efecto invernadero.
“Se está produciendo un notable incremento de la inversión corporativa en sostenibilidad. Los líderes empresariales buscan transformar sus negocios para hacer frente al cambio climático, adoptando un modelo de crecimiento que va más allá del simple cumplimiento normativo y que responde a las expectativas sociales y medioambientales de sus grupos de interés. Además, la alta dirección reconoce el gran potencial que supone la acción climática para el negocio, ya que impulsa la innovación y el crecimiento económico en sus compañías. Todo ello, posiciona el reto del ESG en las prioridades de las agendas empresariales”, asegura Concha Iglesias, socia líder de Sustainability & Climate de Deloitte.
El informe de Deloitte identifica diversas variables que promueven el incremento de la inversión en sostenibilidad por parte de las empresas. La creciente tendencia regulatoria, la presión de los accionistas y el mayor interés por la biodiversidad son algunos de los principales factores que han impulsado a las empresas a adoptar medidas que fomentan los factores ESG. Entre estas, un 58% de las empresas en España ya está imponiendo criterios de sostenibilidad a sus terceras partes y estableciendo objetivos de reducción de emisiones.
No se trata únicamente de limitarse al mero cumplimiento normativo. La sostenibilidad está generando beneficios tangibles: mejora en la eficiencia; mayor resiliencia en la cadena de suministro; e, incluso, incremento en la capacidad de atraer y retener talento, son algunas de las ventajas que mencionan los líderes empresariales.
Este último punto ha ganado relevancia y se ha posicionado como una de las tres prioridades principales para los próximos cinco años.
El papel de la tecnología en la lucha contra el cambio climático es cada vez más importante. Herramientas como la inteligencia artificial generativa están ayudando a las empresas en sus procesos de descarbonización. En España, el 52% de los líderes empresariales ya está implementando soluciones tecnológicas para alcanzar sus objetivos climáticos, superando incluso la media global. Esta tendencia pone de manifiesto el compromiso empresarial en la incorporación de la tecnología como motor de la sostenibilidad y refuerza la propensión hacia una inversión creciente en innovación que, además de favorecer la protección del medio ambiente, también impulse ventajas comerciales, especialmente en el desarrollo de productos y servicios sostenibles.
Las empresas están constatando que integrar criterios ESG no solo responde a las expectativas de sus stakeholders, sino que también fortalece su capacidad para adaptarse a un entorno en constante cambio. Este enfoque estratégico mejora su resiliencia frente a futuros desafíos, como lo demuestra el aumento de esta capacidad, que ha pasado del 24% al 40% en los últimos cinco años. Este crecimiento subraya cómo las compañías están priorizando la sostenibilidad como un eje central para garantizar su éxito a largo plazo.
En un momento en que la lucha contra el cambio climático se sitúa como un imperativo global, la sostenibilidad no solo se percibe como una responsabilidad, sino como una fuente tangible de beneficios empresariales. Adoptarla de forma proactiva permite a las empresas diferenciarse, liderar en sus sectores y destacar en un mercado donde competir no es suficiente: se trata de marcar la diferencia con propuestas que generen valor para el negocio, la sociedad y el planeta.