Deloitte publica una nueva edición de su encuesta bienal global de tesorería corporativa. Este informe destaca los rápidos avances en la gestión de riesgos de liquidez, riesgos financieros, continuidad del negocio y las prioridades en los modelos operativos.
En esta nueva edición observamos que el enfoque en la creación de tesorerías corporativas escalables ha aumentado significativamente, con un 49% de los encuestados priorizándolo, frente al 39% en 2022. El panorama de la tecnología de tesorería también ha evolucionado, especialmente en contabilidad y administración bancaria. Este informe ofrece algunas de las claves para guiar a las organizaciones a través de las complejidades del entorno financiero actual.
Al preparar la encuesta de este año, se consideraron los siguientes aspectos:
Casi unánimemente, la mayoría de nuestros encuestados seleccionaron la gestión de riesgos de liquidez y la gestión de riesgos financieros como mandatos críticos. La optimización del capital de trabajo y el fortalecimiento de la gobernanza y control sobre las operaciones globales de tesorería continúan siendo puntos relevantes para los equipos de tesorería, tal como se indicó en la encuesta de 2022.
Este año, se añadió a la encuesta el liderazgo en iniciativas ESG, y el 64% de los encuestados lo señalaron como un mandato crítico o importante por parte de sus CFO, probablemente impulsado por la inclusión de evaluaciones ESG en la metodología utilizada por las agencias de calificación.
Los tesoreros han indicado una mayor disposición a externalizar actividades operativas de tesorería en áreas como tecnología, administración de cuentas bancarias, banca interna y pagos de tesorería.
La creación de una tesorería corporativa escalable para apoyar el crecimiento de la organización ha subido dos posiciones en comparación con los resultados de la encuesta de 2022, siendo ahora un enfoque crítico para el 49% de los encuestados, frente al 39% en 2022.
En los próximos 12 meses, la mayoría de las organizaciones encuestadas planean tomar medidas para mejorar la gestión de liquidez, optimizar las actividades de previsión de efectivo, mejorar la estructura de capital, abordar el riesgo de mercado y aumentar la eficiencia operativa, todo con el fin de cumplir con los mandatos y enfrentar desafíos comunes, como la visibilidad de las operaciones globales, las limitaciones de los sistemas digitales/tesorería, la liquidez y la volatilidad del tipo de cambio.
Los tesoreros están convirtiéndose en la fuerza impulsora de la cultura de gestión de efectivo dentro de una organización, combinando su rol tradicional de gestionar el riesgo de liquidez y garantizar el acceso a los mercados financieros con un papel más estratégico en la asignación de capital y el liderazgo en estrategias de retorno para los accionistas. Algunos encuestados expresaron que los tesoreros deberán poseer no solo experiencia en tesorería, sino también habilidades de liderazgo, gestión de riesgos y tecnología para navegar mejor las prioridades estratégicas de la tesorería del futuro.
Desde la perspectiva de Deloitte, la encuesta revela que las organizaciones están tomando medidas rápidas para mejorar la gestión de liquidez, mitigar riesgos financieros, asegurar la continuidad del negocio y ajustar sus modelos operativos, anticipándose además a las nuevas regulaciones. Estas acciones son esenciales para mantener la estabilidad y garantizar el éxito a largo plazo en el entorno empresarial actual. Está claro que las estrategias proactivas y las respuestas ágiles son cruciales para abordar estos desafíos con eficacia, y las organizaciones deben seguir priorizando estas áreas para mantenerse resilientes y competitivas.