Una serie de cinco artículos que explora uno de los temas más debatidos y de actualidad en la gobernanza de la ciberseguridad: la posición y el modelo de reporte del CISO (Chief Information Security Officer) dentro de las organizaciones.
En un contexto donde el papel del CISO es cada vez más estratégico, entender a quién debe rendir cuentas no solo es un tema de cumplimiento normativo, sino un factor clave para la resiliencia y el correcto gobierno de la ciberseguridad. En estos cinco fascículos, se abordan desde el dilema inicial hasta las mejores prácticas y guías de implementación, proporcionando una visión completa y práctica tanto para el propio CISO como para el resto del Comité de Dirección que busca el mejor gobierno de la ciberseguridad de la organización.
Capítulo 1
En este primer capítulo se introduce el problema central: la falta de consenso sobre el modelo óptimo de reporte para el CISO. Se exploran las razones detrás de esta incertidumbre y se destacan las preocupaciones comunes tanto de los CISOs como de otros ejecutivos sobre el impacto de la estructura de reporte en la efectividad y autonomía del rol de ciberseguridad. Este análisis inicial establece el contexto de la colección y enfatiza la relevancia del tema en el actual entorno de amenazas.
Capítulo 2
Este segundo artículo profundiza en los requisitos regulatorios que afectan a la gobernanza de la ciberseguridad especialmente en Europa y en España, así como a otras regiones clave, incluyendo directrices de la Directiva NIS2 o El Código del buen gobierno, entre otras.
Aquí se analiza cómo estas normativas influencian el posicionamiento del CISO y qué obligaciones deben cumplir las organizaciones para asegurar un modelo de reporte que esté alineado con los estándares y requisitos regulatorios vigentes.
Capítulo 3
Este tercer capítulo explora las múltiples variables organizativas y estratégicas que condicionan el modelo de reporte del CISO, más allá de las normativas. Se analizan factores como el tamaño de la empresa, el sector de actividad, la dependencia de activos digitales, el riesgo inherente del negocio y la cultura organizacional entre otros. Esta sección ofrece una visión sobre cómo adaptar el modelo de reporte del CISO a las necesidades y particularidades de cada organzación