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Puertos verdes: la ruta hacia el liderazgo marítimo sostenible


España se encuentra ante la oportunidad de posicionarse a la vanguardia de la logística marítima. Los puertos españoles destacan en el sistema logístico global por su localización geoestratégica, capacidad, infraestructura de calidad y costes competitivos. El impulso de los puertos verdes mejora la competitividad de nuestro país, atrayendo nueva industria, dinamizando la economía local y habilitando una actividad más sostenible. Esta transformación no solo permitirá reducir el impacto ambiental de sus actividades, sino que también supondrá una ventaja competitiva, un motor de innovación tecnológica y una oportunidad para dinamizar el desarrollo industrial y económico a nivel local. Este estudio plantea una hoja de ruta para lograr este objetivo y una serie de recomendaciones para no dejar pasar esta gran oportunidad.

Puertos verdes: la ruta hacia el liderazgo marítimo sostenible

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España es uno de los principales hubs portuarios de la UE y afronta el reto de reducir su impacto ambiental, una transformación que es una oportunidad para mejorar su competitividad

España cuenta con uno de los sistemas portuarios más relevantes de Europa, con 46 puertos de interés general y más de 560 millones de toneladas de mercancías movidas anualmente. Sus instalaciones actúan como puntos clave de entrada y salida del comercio internacional, facilitando el intercambio de bienes entre Europa, África, América y Asia. Esta posición geoestratégica privilegiada, junto con una red logística moderna y bien conectada, ha consolidado a los puertos españoles como elementos fundamentales para el tejido económico del país.

Sin embargo, este papel también conlleva una importante responsabilidad en términos de sostenibilidad. La actividad portuaria y marítima genera un volumen considerable de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), consumo energético intensivo y contaminación acústica, de aguas y de suelos. Los importantes compromisos regulatorios desde la Unión Europea, con iniciativas como el Pacto Verde Europeo, el paquete Fit for 55 o la Directiva de Emisiones del Sistema de Comercio de Derechos de Emisión (ETS), impone objetivos ambiciosos de reducción de emisiones a todos los sectores, incluyendo el marítimo-portuario.

En este contexto, la sostenibilidad deja de ser una opción o una exigencia normativa para convertirse en un factor clave de competitividad. Los puertos que lideren esta transformación podrán atraer más inversiones, operadores y tráfico, mientras que aquellos que no logren adaptarse correrán el riesgo de quedar atrás. Apostar por la sostenibilidad significa mejorar también la eficiencia energética, reducir los costes operativos, generar nuevas oportunidades de negocio (por ejemplo, en servicios energéticos, almacenamiento o combustibles alternativos) y reforzar la licencia social para operar en entornos urbanos.

 

La modernización de los puertos pasa por descarbonizar sus operaciones y habilitar la descarbonización del transporte marítimo

Para lograr puertos verdaderamente sostenibles hay que actuar sobre la descarbonización de las operaciones terrestres en el entorno portuario. Esto supone electrificar los consumos actuales, como grúas, maquinaria, vehículos o iluminación, promover la eficiencia energética e integrar fuentes renovables locales (fotovoltaica, eólica, autoconsumo compartido) junto con soluciones de almacenamiento energético que aporten flexibilidad, seguridad y estabilidad a la red.

Además, los puertos deben convertirse en habilitadores de la descarbonización del transporte marítimo, facilitando la transición energética de los buques. En este sentido, el despliegue de infraestructuras de Onshore Power Supply (OPS) es clave. Estas soluciones permiten a los barcos apagar sus motores auxiliares durante el atraque y conectarse a la red eléctrica en tierra, eliminando así las emisiones locales de CO₂, NOₓ y partículas. También, es necesario preparar los puertos para el suministro de nuevos combustibles de cero o bajo carbono, como el hidrógeno verde, el metanol o el amoníaco, que jugarán un papel cada vez más relevante en el transporte marítimo internacional.

Esta transformación requiere un enfoque estratégico a largo plazo y una planificación anticipada. Las inversiones necesarias son elevadas y, en muchos casos, no están garantizados los retornos a corto plazo, lo que puede suponer una barrera para su adopción. La electrificación de los puertos está directamente vinculada a la capacidad de la red eléctrica de integrar estos nuevos consumos, así como a la disponibilidad de infraestructuras energéticas adaptadas. Por ello, la sostenibilidad portuaria debe entenderse como una transición energética que afecta no solo a los puertos en sí mismos, sino al conjunto del ecosistema logístico-industrial y energético que los rodea.

 

Posicionar a España como líder en logística marina requiere actuar rápido y de forma coordinada

Convertir los puertos españoles en referentes “verdes” a nivel internacional exige pasar de la estrategia a la acción de forma ágil y coordinada. Las siguientes recomendaciones permitirán acelerar la transición energética del sistema portuario español, mejorar su resiliencia y posicionarlo como líder en sostenibilidad en el contexto europeo e internacional:

  1. Fomentar la colaboración público-privada entre autoridades, operadores y navieras, movilizando inversiones a través de fórmulas innovadoras como los contratos de rendimiento energético o los corredores verdes.
  2. Incentivar las inversiones con mecanismos de ayuda que aseguren su viabilidad económica.
  3. Simplificar los trámites administrativos especialmente para el desarrollo de renovables en el entorno portuario.
  4. Modernizar la red eléctrica portuaria, con infraestructuras adaptadas, planificación anticipada y prioridad administrativa para este tipo de proyectos.
  5. Incorporar soluciones de almacenamiento energético que aporten flexibilidad y estabilidad a la red.
  6. Revisar el marco de tarifas de electricidad en puerto para eliminar desincentivos y hacer competitivo el uso de soluciones eléctricas frente a los combustibles fósiles.

 

Conclusión

España tiene ante sí una oportunidad para liderar la transformación verde del transporte marítimo. Su red de puertos, consolidada y estratégicamente ubicada, puede convertirse en un referente mundial si se apuesta decididamente por la sostenibilidad. La electrificación de consumos durante el atraque, la descarbonización de las operaciones terrestres, el suministro de nuevos combustibles renovables y la integración de fuentes de energía limpia son elementos clave en este proceso.

Esta transición no solo responde a los compromisos climáticos internacionales, sino que es una verdadera palanca de competitividad, industrialización, atracción de talento y generación de empleo en el entorno local. Apostar por puertos verdes es apostar por un modelo económico más eficiente, resiliente e inclusivo. No se trata de una visión de futuro, sino de una prioridad del presente y para ello, se debe actuar ya con cooperación y determinación.

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