Skip to main content

Aprendizaje mediante Realidad Virtual

Las nuevas tecnologías permiten una evolución en los métodos más tradicionales de formación, aprendizaje y capacitación. En particular, el uso de tecnologías disruptivas como la realidad virtual, nos acercan a nuevas oportunidades en el ámbito de la formación.

La realidad virtual permite la recreación digital de entornos y situaciones, en las que el usuario para introducirse en ellas utiliza un soporte físico como son las gafas o cascos de realidad virtual, que además acostumbran a estar complementados con otros elementos como mandos o guantes.

Las formaciones con soporte digital, como son videos o cursos interactivos, son una herramienta común en la mayoría de las organizaciones. El siguiente paso son las formaciones en realidad virtual.

Esta interacción y vivencia inmersiva que nos aporta la realidad virtual, hacen que las formaciones tengan un mayor impacto en el empleado al recrear situaciones reales de procesos o momentos críticos de procedimientos.

Permite también testear la eficacia del modelo de aprendizaje, pudiendo identificar los puntos de la formación que pueden ser más difíciles y adaptándolos para que sean más comprensibles. Siguiendo esta línea, las formaciones pueden ir adaptándose a nuevas necesidades o realidades de la organización, de forma iterativa como en cualquier modelo digital.

Con el uso de la realidad virtual dentro de este ámbito, podemos destacar los siguientes beneficios:

  • Mayor interés: introducir al alumno en un mundo virtual, atrae su atención, le conmueve y capta su interés; minimiza distracciones del exterior, en comparación a los elementos de educación tradicionales.
  • Simula situaciones reales: simular situaciones reales, o casos de uso habituales, permite reducir los riesgos en los procesos o procedimientos más críticos o peligrosos, ganando en la seguridad del empleado.
  • Monitorización y personalización: pudiendo adaptar contenidos en función de las dificultades que experimenten los usuarios. A su vez, puede medirse el grado de aprendizaje de la persona, viendo cómo interactúa en el mundo virtual.
    Incrementa el compromiso: los cambios en los comportamientos tienen mayor efectividad por la inmersividad en el mundo virtual y hacen que los empleados tengan un mayor foco en lo que están aprendiendo.
  • Simulación y recreación de nuevos espacios: obteniendo así mayor y mejor aprendizaje en un tiempo menor, en las nuevas realidades que puedan presentarse en las organizaciones.
  • Incrementa la retención del aprendizaje: las experiencias en realidad virtual duran más tiempo en la memoria del usuario gracias a su inmersividad e impacto. Además, permite además repetir tantas veces como sea necesario el contenido formativo de una manera fácil y rápida.
  • Aprendizaje sin desplazamientos: los alumnos asisten a formaciones virtuales donde se recrean espacios como oficinas, plantas de logísticas u operaciones de campo, evitando la presencialidad.

Los beneficios de la educación con la realidad virtual son un hecho. No sólo por el impacto que tiene en los empleados, por la satisfacción de las formaciones y retención del aprendizaje, sino también por el ahorro que supone en las organizaciones en costes de formación y las mejoras directas de sus empleados en los procesos críticos o relevantes de la compañía.

Los estudios indican que la adopción de la realidad virtual se ha ido aumentando significativamente en los últimos años y se espera que los siguientes el crecimiento sea aún mayor en todos tipos de ámbitos.

Tabla

En Deloitte y gracias a la multidisciplinariedad de nuestros servicios, aunamos nuestros equipos de tecnología y human capital, para ayudar a organizaciones y empresas a desarrollar materiales formativos apoyados en la realidad virtual, adaptados a sus necesidades y realidades concretas, generando experiencias de gran valor añadido.