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Impulsar la transformación de los sistemas globales de alimentación podría paliar la desnutrición de 300 millones de personas en el mundo

Estudios recientes estiman que impulsar acciones con el doble objetivo de acelerar la transformación del sistema alimentario global y de limitar el impacto del calentamiento global en menos de 2 °C, podría, a su vez, generar un aumento del crecimiento económico mundial de 121 billones de dólares estadounidenses para 2070

Esta transformación podría alimentar a la población mundial en 2070 -proyectada en casi 10 mil millones de personas- y optimizar el coste de los alimentos en un 16%

Alrededor de 730 millones de personas -casi el 10% de la población mundial- presenta desnutrición, según estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). En consecuencia, para poder alimentar de manera saludable y sostenible a la población mundial proyectada para 2070 en 10 mil millones de personas, será necesario, por un lado, producir un 40% más de calorías y, por otro, limitar el calentamiento global a menos de 2°C. Estas son algunas de las conclusiones del informe ‘Feeding the world sustainably’, de Deloitte, que cuantifica el impacto potencial a nivel social y económico de acelerar la actual transformación del sistema global de producción de alimentos.

Según este informe, la transformación integral y sostenible del sistema alimentario mundial debería satisfacer las necesidades nutricionales mínimas de los 1.6 mil millones de personas adicionales que se calculan para 2070. Los modelos sugieren que casi 1 de cada 5 calorías adicionales producidas se destinaría a las regiones del mundo donde el hambre es más acusada. Se estima que, como consecuencia de esta transformación y con vistas al 2070, las emisiones del sistema alimentario global se reducirían en aproximadamente dos tercios, contribuyendo positivamente al compromiso global de emisiones netas cero, y el producto interior bruto (PIB) mundial podría aumentar en 121 billones de dólares estadounidenses.

El análisis utiliza el modelo D.Climate, de Deloitte, y evalúa la viabilidad y el impacto de cinco palancas propuestas, que van desde el aprovechamiento de mejoras tecnológicas y la innovación acelerada para mejorar la producción agrícola, hasta medidas de reducción directa de emisiones globales. Para complementar este modelo económico, el informe también aporta case studies que muestran cómo algunas de estas soluciones sostenibles ya están mejorando eficazmente el suministro de alimentos a nivel mundial y cuantifica en 190 millones de dólares estadounidenses el potencial impacto de no seguir el proceso de transformación iniciado a escala global.

Para Concha Iglesias, socia líder de Sustainability & Climate de Deloitte España, “invertir y apoyar sistemas alimentarios sostenibles tiene el potencial de reducir la desnutrición de cientos de millones de personas, conservar recursos y mitigar el cambio climático. Es una oportunidad crucial para limitar los efectos adversos del cambio climático en diferentes sectores como la agricultura, y también para impulsar diversas industrias de la economía global al mismo tiempo."

 

Impacto en las comunidades con menores ingresos
 

Según la FAO, la producción mundial de alimentos ha superado históricamente la demanda en aumento. Sin embargo, en la última década, ha habido un cambio preocupante: la tasa de desnutrición en regiones de bajos ingresos ha pasado del 22 % al 28% -incrementándose en 6 puntos porcentuales- y los precios reales de los alimentos han aumentado casi un 20%. Con una población mundial en crecimiento y las consecuencias de los, cada vez más presentes, efectos potenciales del cambio climático, se espera que estos desafíos se intensifiquen.

El informe de Deloitte estima en un 9% el potencial incremento de producción de alimentos a escala mundial en 2070, si se mantiene la agenda de transformación del sector y se intensifican los esfuerzos en dicha dirección. Esta mayor producción alimentaria tendría un doble impacto: por un lado, permitiría alimentar a la población mundial proyectada de casi 10 mil millones de personas; por el otro, podría reducir los precios de los alimentos en un 16 %, haciendo que las dietas saludables sean más accesibles y asequibles para el conjunto de la población mundial.

El mayor impacto se produciría en países en desarrollo y con menores ingresos, con un aumento del PIB estimado en estas regiones del 12% y un aumento promedio de hasta 626 calorías por persona al día en 2070, beneficiando de forma especial a regiones afectadas por el hambre del África Subsahariana, del sur y sudeste de Asia y de América del Sur.

 

El punto de inflexión: compromiso con un futuro sostenible y equitativo
 

‘Feeding the world sustainably’ propone cinco prioridades para impulsar este proceso global de transformación:

  1. Acelerar la innovación, la tecnología y las mejoras en productividad a un ritmo mayor que en el pasado.
  2. Invertir en la protección, restauración y mejora del capital natural, como la tierra, el agua, la vegetación, la fauna y los servicios de los ecosistemas, para mejorar la producción y la seguridad alimentaria.
  3. Reducir las emisiones globales y, de esta forma, limitar los efectos del cambio climático en la producción de alimentos.
  4. Fomentar entre los consumidores la ingesta de dietas más saludables y sostenibles.
  5. Eficientar los procesos de producción y, en concreto, impulsar la circularidad para reducir el desperdicio de alimentos y optimizar su gestión.

Pedro Rodrigo, socio responsable del programa Future of Food de Deloitte, señala que “existen oportunidades y claros beneficios sociales, medioambientales y económicos detrás de cada una de esas 5 palancas de transformación, pero la intensidad en la consecución de sus objetivos dependerá, entre otros factores, del avance armónico en la implementación del conjunto de todas ellas, de la rapidez en la adopción de nuevas tecnologías, del desarrollo del talento necesario para llevar a cabo esta transformación y del alineamiento de todos los grupos de interés implicados en el sector, que incluyen, entre otros, a consumidores, empresas, administraciones, centros de investigación y al tercer sector”.

Puedes leer el informe completo y conocer más sobre las estrategias de transformación del sistema alimentario mundial.