La construcción de una fábrica greenfield, una instalación completamente nueva concebida para ampliar la capacidad de producción y atender con mayor eficacia a nuevos mercados, es un proceso estratégico capaz de impulsar significativamente la competitividad y el posicionamiento de una empresa. En esta primera fase, exploramos cómo las empresas pueden planificar, seleccionar y diseñar su fábrica para asegurar el éxito a corto y largo plazo.
Planificar una fábrica greenfield
Desarrollar una fábrica greenfield puede llevar entre tres y cinco años. Por ello, dividir el proceso en fases es fundamental. La primera fase de planificación es la más importante, ya que define los objetivos y la estrategia de fabricación. En esta etapa, las empresas deben equilibrar los objetivos a corto plazo, como la generación rápida de ingresos, con metas a largo plazo, como la escalabilidad futura.
La planificación también permite realizar cambios de manera económica antes de avanzar en el diseño detallado. Durante esta fase, es posible evaluar diferentes ubicaciones y decidir el alcance inicial del proyecto.
Paso 1: Estrategia y concepto
Establecer una estrategia clara y definir los principios orientadores desde el principio son clave para construir un caso sólido y obtener el apoyo de los stakeholders. Estos son los principales objetivos estratégicos a considerar:
- Ampliar capacidad: Incrementar la capacidad de producción para responder al crecimiento proyectado.
- Nuevas capacidades: Incorporar tecnologías innovadoras que sean costosas o inviables en plantas existentes.
- Diversificar la cadena de suministro: Minimizar riesgos operativos al disponer de múltiples instalaciones con la capacidad de fabricar los mismos productos o componentes.
- Fabricación distribuida: Reducir costes de transporte al descentralizar la producción de componentes.
- Colaboración entre fabricantes: Compartir instalaciones para aprovechar infraestructuras y experiencia.
- Reducir costes: Incorporar tecnología de automatización e Industria 4.0 para optimizar costos unitarios.
- Control de procesos: Diseñar equipos y procesos con tecnología avanzada para mejorar la calidad y la precisión.
- Acelerar el tiempo al mercado: Aprovechar la ubicación y nuevas capacidades para responder rápidamente a la demanda.
- Subsidios gubernamentales: Evaluar incentivos fiscales y subvenciones que puedan influir en la estrategia greenfield.
Paso 2: Selección del sitio
La ubicación de una fábrica greenfield afecta directamente al rendimiento corporativo. Para maximizar resultados, las empresas deben considerar:
- Mercado laboral: Evaluar costes laborales y disponibilidad de talento dentro de un radio razonable.
- Infraestructura y logística: Asegurar acceso a recursos esenciales (agua, energía, transporte).
- Incentivos gubernamentales: Identificar programas de incentivos fiscales o subvenciones disponibles y negociar términos favorables.
Un enfoque estratégico en la selección del sitio puede equilibrar el acceso al mercado, la disponibilidad de talento, la mitigación de riesgos y la contención de costes.
Paso 3: Inicio del diseño de la fábrica
Una vez seleccionado el terreno, comienza la fase de diseño, que define cómo funcionará la fábrica. Considera los siguientes aspectos clave:
- Tamaño: Diseñar instalaciones escalables que permitan expansiones futuras sin sobrecargar el presupuesto inicial.
- Distribución: Optimizar el flujo de materiales y productos para maximizar la eficiencia.
- Flexibilidad: Preparar la fábrica para adaptarse a futuros cambios en la mezcla de productos y demandas del mercado.
- Sostenibilidad: Minimizar el impacto ambiental mediante materiales ecológicos, eficiencia energética y reducción de residuos.