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El futuro de la justicia penal

El panorama mundial es un reto para los sistemas de justicia. La covid-19 supone un desafío para impartir la ley y proteger al mismo tiempo la salud pública. Los líderes políticos y los funcionarios han de asegurar la equidad racial en los sistemas de justicia penal. Los cambios en la tecnología, la política y la sociedad crean amenazas y oportunidades para servir al público con eficacia.

El momento para reformar la justicia

La justicia penal ha brillado durante la covid-19. Los profesionales del sector mantuvieron su actividad a pesar de los riesgos para su salud. En poco tiempo, los tribunales pusieron en marcha audiencias a distancia y las prisiones habilitaron visitas virtuales utilizando tecnologías audiovisuales. En algunos casos, la política de imposición de penas y los enfoques de seguimiento y apoyo a las personas con condenas cambiaron prácticamente de la noche a la mañana.

Estas rápidas innovaciones demuestran que cambiar es posible y, aunque la covid-19 ha agravado problemas como los retrasos en los procedimientos judiciales, se puede lograr mucho más.

La justicia penal es fundamental

 

La justicia penal es vital para la sociedad, la equidad racial y la confianza de los ciudadanos en el gobierno y en los demás. Sin embargo, los sistemas de justicia han de hacer frente a poderosas fuerzas globales.

En respuesta a estos retos, Deloitte está trabajando con líderes del sector de la justicia penal de todo el mundo para identificar los cambios a los que los sistemas de justicia deben responder inmediatamente. El primer paso es comprender la finalidad del sistema de justicia, lo que los ciudadanos quieren de él y lo que no.

La covid-19 ha incrementado la innovación, pero también ha dejado al descubierto las grietas del sistema

 

La justicia penal ha brillado durante la covid-19. Los profesionales del sector mantuvieron su actividad a pesar de los riesgos para su salud. En poco tiempo, los tribunales pusieron en marcha audiencias a distancia y las prisiones habilitaron visitas virtuales utilizando tecnologías audiovisuales. En algunos casos, la política de imposición de penas y los enfoques de seguimiento y apoyo a las personas con condenas cambiaron prácticamente de la noche a la mañana.

Pero la pandemia también ha amplificado los retos existentes dentro del sistema de justicia, como los largos retrasos en los procedimientos judiciales, que el rápido cambio social y tecnológico no hará sino exacerbar. Para hacer frente a estos factores de estrés a largo plazo, los departamentos de justicia deben aprovechar el impulso de cambio de la covid-19 y prepararse para las transformaciones que se avecinan.

Sin embargo, hay soluciones. Juntos podemos crear un nuevo acuerdo para los sistemas de justicia penal en todo el mundo

 

Los nuevos desafíos exigen nuevos enfoques. Los avances tecnológicos han abierto nuevas formas de servir mejor a las víctimas, los testigos y los ciudadanos. Pero este progreso debe ir acompañado de un cambio de mentalidad para que sea más eficaz. Los gobiernos han de reconocer que no pueden resolver estos problemas por sí solos y adoptar un enfoque integral para mejorar la justicia penal. Con la nueva tecnología y la nueva perspectiva, podemos trazar un camino hacia un futuro efectivo y equitativo de la justicia penal.

Pero la pandemia también ha amplificado los retos existentes dentro del sistema de justicia, como los largos retrasos en los procedimientos judiciales, que el rápido cambio social y tecnológico no hará sino exacerbar. Para hacer frente a estos factores de estrés a largo plazo, los departamentos de Justicia deben aprovechar el impulso de cambio de la covid-19 y prepararse para los grandes cambios que se avecinan.

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