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Zero Trust como pilar de la adopción empresarial y prioridad estratégica

En un entorno digital cada vez más complejo, el modelo Zero Trust se posiciona como una estrategia esencial para fortalecer la ciberseguridad empresarial. A diferencia de los enfoques tradicionales basados en la confianza implícita dentro del perímetro corporativo, Zero Trust parte del principio de “nunca confiar, siempre verificar”, asumiendo que cualquier usuario, dispositivo o proveedor puede representar un riesgo, sin importar su ubicacióno historial.

La necesidad de este cambio de paradigma se ha vuelto evidente tras incidentes a gran escala como el ataque a la cadena de suministro de una empresa estadounidense que desarrolla software, que comprometió a miles de organizaciones globales, incluidas agencias gubernamentales y empresas líderes. Llevando al gobierno de EE. UU. a establecer Zero Trust como mandato obligatorio para sus agencias. En el sector privado, más del 60% de las organizaciones ya han iniciado su implementación, reconociendo su valor para proteger la transformación digital, asegurar la continuidad operativa y fortalecer la confianza del cliente.

El modelo responde a una realidad donde el perímetro corporativo ha desaparecido: el trabajo híbrido, la migración a la nube y la proliferación de dispositivos móviles han ampliado la superficie de ataque. En este contexto, Zero Trust permite enfrentar amenazas como el movimiento lateral de atacantes, el compromiso de credenciales, la propagación de ransomware y la exposición en la cadena de suministro. Mediante segmentación de red, autenticación multifactor, mínimo privilegio y monitoreo continuo, se limita el alcance de cualquier intrusión y se fortalece la capacidad de respuesta.

El modelo de Zero Trust reduce hasta en un 50% la probabilidad de sufrir una violación de datos, según estudios recientes. Además, facilita el cumplimiento normativo, mejora la eficiencia operativa y optimiza el retorno de inversión en seguridad. La tendencia global apunta a una consolidación del modelo como estándar de ciberseguridad. En América Latina, aunque aún no existe una obligatoriedad en su uso para las organizaciones tanto privadas como públicas, países como México, Brasil y Colombia avanzan en marcos normativos que promueven su adopción.

Las organizaciones que lo adopten proactivamente el modelo Zero Trust estarán mejor preparadas para enfrentar los desafíos del entorno digital.

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