Como una medida para fortalecer la economía nacional y reducir la dependencia de importaciones, los supermercados, las tiendas departamentales, farmacias y tiendas detallistas acordaron incrementar el porcentaje de productos nacionales en sus estantes o aparadores. ¿Qué significa esto para el sector de retail nacional? ¿Cuáles son los retos que enfrentarán los minoristas?
Entrevista con Manuel Ostos, Socio Líder de la Industria de Consumo en Deloitte Spanish Latin America.
Ciudad de México, a 01 de Julio de 2025.
Imaginemos que, al entrar al supermercado, lo primero que vemos en los estantes de promoción son aceitunas de Sonora y no de alguna región de España; o cajas de cereales producidos en Morelos, en vez de las famosas marcas estadounidenses reconocidas por sus personajes de caricatura. Esa escena que todavía es poco común en México podría convertirse en algo frecuente, dentro de poco tiempo.
La nueva dinámica podría ser una de las estrategias adoptadas como parte del Acuerdo Voluntario para el Aumento de Contenido Nacional, firmado en mayo pasado por el gobierno de México y 22 grupos empresariales, a fin de fortalecer la producción nacional y fomentar el consumo de productos hechos en México[1]. En dicho acuerdo, cuya duración inicial será de tres años ―según lo ha señalado la Secretaría de Economía―, se prevé aumentar la presencia de productos nacionales, bajo el siguiente esquema:
En todos los casos, se trata de crecimientos ambiciosos, que responden a la política de restricciones y aranceles que asumió el actual gobierno de Estados Unidos, así como al interés de nuestro gobierno por fortalecer a las empresas mexicanas. Lo que se busca es, a final de cuentas, que los consumidores mexicanos den mayor preferencia a los productos nacionales y disminuir la dependencia de las importaciones.
Ahora bien, ¿cuáles son los retos que esta medida supone para los productores nacionales y para las tiendas adheridas al convenio? ¿Es posible reemplazar a los productos importados, de los puntos de venta?
Con motivo del Acuerdo Voluntario para el Aumento de Contenido Nacional, se prevé aumentar la presencia de productos nacionales de 50% a 70% en tiendas de autoservicios y minoristas.
Desde los primeros meses del gobierno actual en México, se anunció, como uno de los pilares para el desarrollo del país, el Plan México. Entre las acciones contempladas en dicho plan, figura el impulso al mercado nacional, sustituyendo importaciones y elevando los contenidos nacional y regional. Además, se busca relanzar el programa “Hecho en México”, colocando dicho emblema en los productos fabricados en nuestro país.
Esta última medida, en específico, tiene el objetivo de dar mayor visibilidad e identidad a los productos con los cuales se busca reemplazar, en tiendas físicas o en páginas web, a los de procedencia extranjera. La pregunta que puede surgir al respecto es si los productos mexicanos realmente pueden sustituir a los de otros países.
Se dice fácil subir, por ejemplo, de 50% a 70% la presencia de productos mexicanos en supermercados, pero existen muchos retos para que esto ocurra, pues es difícil sustituir a los importados por artículos y alimentos nacionales. En tiendas departamentales, sucede algo similar: existe un porcentaje menor de productos nacionales porque mucha de la ropa que venden, así como muchos electrodomésticos (celulares, televisiones) son importados.
En 2024, el valor total de las importaciones en México fue de 620 mil millones de dólares (mdd). Los productos más importados fueron Partes y Accesorios de Vehículos Automotores (34 mil 331 mdd) y Circuitos Electrónicos Integrados (25 mil 778 mdd), de acuerdo con datos de la Secretaría de Economía[2]. En cuanto a Productos Alimenticios, el intercambio comercial total de México fue de 37 mil 822 millones de dólares, de los cuales 12 mil 766 millones fueron por compras internacionales, es decir, importaciones[3].
Según lo planteado por el gobierno federal, se busca reducir esas y otras cifras de productos importados, impulsando la producción nacional. Para ello, se va a requerir un gran esfuerzo, en diferentes niveles. Los detallistas, por ejemplo, deberán trabajar en desarrollar proveedores más pequeños o locales, no solo para que logren abastecerse de productos de calidad, sino también para cuidar su responsabilidad ambiental y social. Muchos detallistas ya hacen esto último desde hace algunos años, buscando que las cadenas de suministro sean más cercanas, y, por tanto, menos costosas y menos contaminantes. Por su parte, los proveedores tendrán el desafío de producir productos con la calidad suficiente para estar en los estantes o aparadores de las tiendas.
Sin embargo, los retos no solo se quedan en la proveeduría o en la responsabilidad social, sino que abarcan otros temas, como la denominación de origen de los productos (por ejemplo, los vinos y las carnes frías que vienen de Europa o Sudamérica), la estacionalidad de los mismos (alimentos que no siempre están disponibles en México, debido a que son de temporada, como las uvas o las manzanas), o, incluso, los hábitos y los gustos de los clientes. Por eso se tienen que llevar a cabo diversas estrategias para lograr que, primero, la gente conozca los productos nacionales, y después, tenga el interés de comprarlos.
En 2024, las importaciones de Productos Alimenticios en México, equivalieron a 12 mil 766 millones de dólares.
Existen diversas estrategias de marketing a las cuales pueden recurrir no solo los productores, sino también los supermercados y las tiendas departamentales, con el objetivo de impulsar las ventas de productos nacionales.
Si partimos de que mucha gente no conoce o no ha probado algunas de las mercancías que se buscan posicionar en los puntos de venta, lo primero, quizás, sería apostar por darles mayor visibilidad, en anaqueles de ofertas o de mejor ubicación dentro de las tiendas. De igual forma, se pueden llevar a cabo demostraciones de productos e invitar a la gente a probarlos. Un estudio realizado en España señala que 70% de las decisiones de compra se toma en la misma tienda, lo que resalta la importancia de impactar a los consumidores en ese lugar[4].
En las tiendas departamentales, se podría trabajar para desarrollar escaparates atractivos, de manera que luzcan más las prendas o electrodomésticos de fabricación nacional. Esta medida representa un punto de conexión con el canal online, pues muchas veces se pueden generar identidades o mensajes que remitan de un canal de venta a otro.
Las promociones pueden ser otra buena medida para fomentar la adquisición de estos productos. Por ejemplo, se pueden ofrecer descuentos especiales o crear programas de fidelización, con la finalidad de atraer clientes y ganar su lealtad. Para ello, como hemos dicho anteriormente, no solo basta con llevar a cabo estrategias de mercado: es necesario cuidar la calidad de los productos y eficientar los procesos de su fabricación.
Se trata, por tanto, de combinar estrategias para desarrollar un nuevo esquema de consumo, un esquema en el que se desarrollen proveedores nacionales y se incentive el consumo de sus mercancías, pero sin perder el foco en la satisfacción del cliente, cuidando desde la calidad y la experiencia de compra hasta la responsabilidad ambiental. Definitivamente no es una tarea sencilla, pero valdrá la pena hacerlo si lo que se busca tener son más productos mexicanos al alcance de nuestras manos.
[1] Acuerdo Voluntario para el Aumento de Contenido Nacional.
[2] Data México, “Acerca de México” (datos de 2024). Secretaría de Economía.
[3] Data México, “Acerca de los Productos Alimenticios” (datos de 2024). Secretaría de Economía.
[4] Puro Marketing, “70% de las decisiones de compra se toman en el punto de venta”, 9 de abril de 2024.