La Dirección de Análisis Económico de Deloitte (Econosignal) ajustó su perspectiva de crecimiento de la economía ecuatoriana de 1.2% a 2.5% para 2025 y de 2.8% a 3.3% para 2026.
Lo anterior teniendo en cuenta que la economía de Ecuador creció 3.4% anual en el primer trimestre de 2025. Este dato, superior al esperado en el informe de Perspectivas Económicas, difundido en mayo de 2025, se soporta en una recuperación importante tanto del consumo privado (7.1% anual) como de la inversión (6.7% anual).
A nivel de sectores, se observó una fuerte recuperación del sector agropecuario (17.5% anual), la manufactura de alimentos (8.6% anual) y de comercio (6.9% anual). No obstante, la minería, uno de los sectores más importantes de la economía del país, presentó un desempeño negativo de 6.2%.
Las exportaciones acumuladas de enero a mayo crecieron 10% anual comparado con el mismo período del 2024. Este aumento se debe principalmente a las exportaciones de mariscos (11%), banano (22%) y cacao (18%), mientras que las relacionadas al petróleo cayeron 18%. Esto permite pensar que el impacto de las tensiones comerciales ha sido menor al esperado, como también lo ha corroborado recientemente el Fondo Monetario Internacional, que ahora espera que el mundo crezca 3.0% en lugar del 2.8% anual esperado en abril de 2025.
Por su parte, la inflación que en los primeros meses del año no parecía sustentar una recuperación de la economía sorprendió al alza en junio con 1.48% anual. Lo cual sugiere una mejor dinámica del consumo en el segundo trimestre del año.
Aunque se espera que la economía continúe con esta tendencia positiva, persisten algunos retos de corto plazo. Entre ellos se destacan el arancel del 50% impuesto por el gobierno de Estados Unidos al cobre, así como los posibles desbalances en el suministro de energía si las condiciones climáticas se tornan más secas en el segundo semestre del año, como se prevé. A pesar de estos riesgos, el fortalecimiento de la inversión y el consumo privado permite anticipar un crecimiento más dinámico que en años anteriores, siempre que se mantenga la estabilidad macroeconómica y se gestionen adecuadamente los choques externos.