Cada vez más bancos han planteado que las finanzas para la transición deben ser proactivas, integradas y centradas en la acción. De esta manera, proponen apoyar a clientes en sectores intensivos en emisiones a lo largo de su proceso de transformación, sin excluirlos ni castigarlos, sino financiando el cambio.
En ese contexto, cada vez más instituciones financieras están adoptando lo que Deloitte ha llamado “no-regret moves” o, en español, decisiones sin arrepentimiento: acciones que fortalecen la estrategia de transición independientemente de los escenarios futuros. Decisiones como estas ayudan a ganar resiliencia, fortalecer relaciones con clientes y avanzar hacia un modelo financiero más alineado con una economía sostenible.
Igualmente, es necesario tener en cuenta los siguientes aspectos:
1. Transición climática + ambiental y social.
2. Finanzas sostenibles como habilitador estratégico.
3. Debida diligencia sostenible como puerta de entrada.
4. De la financiación verde a la financiación para la transición.