La Navidad 2025 llega con un aire distinto en Latinoamérica. Después de años marcados por incertidumbre, el consumidor se mueve hacia un terreno más estable, con señales de mejora y un optimismo prudente. Ya no se trata de gastar sin medida ni de frenar por completo: la mayoría busca equilibrio, mantener tradiciones y cuidar sus finanzas. Regalar sigue siendo un ritual que une familias, pero ahora bajo una lógica más consciente: experiencias sin fricción, compras planificadas y decisiones informadas. La magia de la temporada permanece, solo que hoy convive con una búsqueda activa de valor y conveniencia.
Este año, el presupuesto navideño se convierte en una especie de pacto: gastar lo mismo que el año pasado. Así lo planea la mayoría en la región, ajustando montos sin renunciar a los obsequios. El número de regalos se mantiene en un rango promedio de cuatro a cinco por hogar, mientras el gasto por regalo se concentra entre 16 y 50 dólares, con un segmento dispuesto a invertir más en productos especiales como tecnología o moda premium. En otras palabras, el consumidor racionaliza, pero no abandona la esencia de regalar. La clave está en optimizar cada peso sin perder el detalle que emociona.
El calendario de compras también se reinventa. Diciembre sigue siendo el rey, pero ahora comparte protagonismo con las promociones de noviembre. Black Friday y Buen Fin marcan el inicio de un “superciclo” que culmina en la primera semana de diciembre, el nuevo pico de la temporada. Las compras de última hora pierden fuerza porque el consumidor planifica, compara y asegura disponibilidad. Y lo hace en un entorno híbrido: combina la experiencia física con la comodidad digital. Tiendas de ropa y departamentales siguen liderando, pero las plataformas online ganan terreno, impulsadas por la promesa de conveniencia y rapidez.
La decisión de compra ya no empieza en la tienda, sino en la pantalla. Marketplaces se consolidan como el primer punto de consulta, desplazando a los sitios oficiales de marca. Instagram y TikTok se convierten en espacios para inspirarse y validar opciones, aunque la influencia de redes sociales se modera: el consumidor es más crítico y menos impulsivo. ¿Qué lo motiva a probar una tienda nueva? Una fórmula simple: precio competitivo, promociones atractivas, productos diferentes y confianza en la experiencia. Hoy, la exploración es racional: se busca variedad, pero sin riesgos.
El comercio electrónico sigue creciendo, aunque sin saltos abruptos. Cada vez más personas destinan entre el 21% y el 50% de sus compras al canal online, y el grupo que supera la mitad de su gasto digital también aumenta. Las barreras persisten: miedo a recibir productos incorrectos o dañados y costos de envío elevados. Por eso, los detonadores son claros: envío gratuito, descuentos y disponibilidad inmediata. El modelo Click & Collect se mantiene estable, ofreciendo control y flexibilidad. En esta temporada, la logística confiable y las promesas cumplidas son tan importantes como el precio.
En cuanto a pagos, la región avanza hacia un ecosistema híbrido. Las tarjetas de débito y el efectivo siguen dominando, pero las billeteras digitales y los meses sin intereses ganan espacio. La elección de tienda ya no depende solo de descuentos: la variedad, la calidad y la experiencia digital se vuelven decisivas. El consumidor quiere que todo sea fácil, rápido y seguro, desde la navegación hasta la entrega. En resumen, la propuesta de valor no se limita al precio: incluye confianza, conveniencia y una experiencia que haga sentir que cada compra vale la pena.
Cada país aporta su propio matiz. México y Perú lideran la estabilidad y la digitalización; Argentina muestra polarización y cautela; Colombia se mueve entre promociones tempranas y compras distribuidas; Costa Rica destaca por su omnicanalidad avanzada; y Perú refuerza la tendencia hacia la planificación y la experiencia híbrida. Diferentes realidades, un mismo objetivo: celebrar sin perder el control.
La Navidad 2025 confirma que el consumidor latinoamericano es resiliente y exigente. Busca equilibrio entre tradición y racionalidad, entre emoción y conveniencia. Ganarán quienes ofrezcan experiencias sin fricción, precios justos, variedad y logística impecable. Porque, más allá de las cifras, la esencia permanece: regalar sigue siendo un acto de conexión y afecto, solo que ahora se acompaña de decisiones más inteligentes.
Metodología
Nuestro Estudio de compras de Navidad 2025 se construyó con un diseño muestral estratificado que abarca cinco países latinoamericanos, con una distribución proporcional que otorga mayor peso a los mercados de mayor volumen de consumo: México (34%), Colombia (23%), Argentina (18%), Perú (16%) y Costa Rica (10%). La selección de participantes se realizó por cuotas demográficas y socioeconómicas, respetando las clasificaciones locales y asegurando la presencia de los segmentos medios y emergentes que concentran la mayorparte del gasto navideño. Los resultados se procesaron con ponderaciones por país y ajustes por nivel socioeconómico, complementados por validaciones internas para garantizar consistencia y eliminar respuestas atípicas. El análisis se centró en las tendencias declaradas para 2025, con comparaciones extensivas respecto al año previo para contextualizar patrones. Aunque se trata de una medición basada en percepciones, su diseño permite identificar con precisión los comportamientos y factores que moldeanla temporada navideña en la región, proporcionando una base sólida para interpretar diferencias entre mercados y anticipar decisiones del consumidor.