¿Qué sucedería si una empresa de bebidas perdiese el acceso al agua local debido a su escasez o le denegasen la licencia para ello? ¿Y si una empresa sufriese graves daños reputacionales por la materia prima empleada? En ocasiones, se suele considerar erróneamente a este tipo de problemas como riesgos comerciales en lugar de riesgos sostenibles. Los CFOs deberían abogar por prácticas comerciales sostenibles e infromes transparentes sobre cómo el valor de sus compañías se mantiene a lo largo del tiempo.
Los riesgos ambientales, sociales y reputacionales demandan cada vez más la colaboración entre el director financiero (en inglés Chief Financial Officer, CFO) y el director de sostenibilidad (Chief Sustainability Officers, CSO) para impulsar el rendimiento y proteger la marca de la empresa.
El valor sostenible puede ser creado de muchas maneras. Las empresas pioneras a menudo comienzan centrándose en el riesgo y la reducción de costes. Con el tiempo, desarrollan estrategias para incrementar la creación de valor, incluyendo en última instancia bienes intangibles como la marca y la cultura.
Es necesario pensar de manera integrada y, específicamente, promover una mayor colaboración entre un CFO y el CSO para ayudar a la empresa a aprovechar más las oportunidades de crecimiento. En este sentido, existen tres acciones para abordar temas de sostenibilidad: