La confianza en la economía global de los Chief Financial Officers mejora debido a que las previsiones más pesimistas de un invierno con cortes de energía en Europa no se han cumplido.
Frente a la edición anterior de otoño de 2022, que mostraba un pesimismo relevante motivado por la crisis energética que podía incidir especialmente en Europa, en esta edición los niveles de confianza se acercan a los previos de la invasión de Ucrania. El optimismo en la economía se incrementa del 13% al 34%, frente al pesimismo que se reduce drásticamente de un 60% a un 26%. No obstante, algunos países todavía mantienen una visión negativa del futuro de la economía: Noruega con un -32% es el país con peor valoración, a la que la siguen Suecia (-12%), Italia (-6%) y Turquía (-5%).
La falta de fiabilidad en la cadena de suministro ha sido un problema transversal para varios sectores en las últimas ediciones de la encuesta. No obstante, se detecta una mejora en este indicador. A la pregunta sobre cómo están solventando este problema, se ha detectado un incremento muy elevado en la utilización de soluciones a largo plazo, especialmente en el empleo de herramientas de planificación digital (50%), además de la diversificación de proveedores y rutas de distribución (40%), la mayor colaboración con proveedores (38%) y las pruebas de estrés o escenarios (34%).
Únicamente el 11% de los encuestados no han tomado ningún tipo de medida al respecto. Dichas empresas mostraban perspectivas más pesimistas a largo plazo.
Respecto a la situación macro, el 65% considera que el nivel de incertidumbre financiera y económica es alta, aunque dicha cifra se aleja del 81% registrada en otoño. Este dato entronca con las preferencias de inversión que registran las empresas encuestadas: el 47% planean expandir su presencia en Europa occidental y el 41% en América del Norte. Sobre esta última, hay un interés creciente debido a los incentivos fiscales derivados de la Ley de Reducción de la Inflación (IRA en sus cifras en inglés). Otros lugares como China, el resto de Asia o África despiertan un interés inversor menor, debido principalmente a los problemas en las cadenas de suministro globales o a las medidas del Gobierno chino respecto a las empresas tecnológicas.
La tasa de inflación en Europa se espera que se mantenga alta para el próximo año, con un pronóstico del 6,3% para la zona de euro. Además, la mayoría de CFOs consideran que el coste del crédito es bastante alto (55%) o muy alto (15%). Todo ello está llevando a los directivos financieros a convertir la reducción de costes en una prioridad estratégica. Por otra parte, el crecimiento orgánico es otro objetivo clave debido a que el inorgánico es más complicado debido al contexto económico y a las amenazas geopolíticas.
A pesar de los riesgos, los CFOs ven con optimismo las métricas principales de sus resultados. El 60% espera que los ingresos aumenten el próximo año, con solamente el 19% que esperan que disminuyan, lo que ha supuesto una mejora de 26 puntos porcentuales hacia el optimismo respecto a la encuesta de otoño. Igualmente, se registra una mejora de 48 puntos porcentuales respecto a la mejora de los márgenes operativos respecto a otoño.
Respecto a la contratación de personal, las empresas son optimistas: más de un tercio (35%) prevé realizar nuevas contrataciones y un 46% esperan mantener el mismo número de empleados. Los sectores donde esperan un mayor número de contrataciones son servicios empresariales y profesionales (+52%) y turismo y viajes (+45%).
Si quieres formar parte de nuestro grupo de panelistas y participar en próximas ediciones de la encuesta escribe a ESCFOProgram@deloitte.com