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Evaluando los retos y oportunidades del futuro de la Unión Europea

Estrategias para una Europa próspera y competitiva en el nuevo paradigma político

La Unión Europea enfrenta grandes desafíos globales que serán clave para su evolución futura. Retos como la pérdida de influencia económica, las tensiones geopolíticas, una costosa transición verde y los cambios demográficos requieren una adaptación urgente para asegurar su competitividad y sostenibilidad. En este informe, analizamos las principales encrucijadas a las que la Unión Europea se enfrenta y proporcionamos nuestra visión junto con las bases políticas que son necesarias para marcar el rumbo en los próximos años.

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The Future of EU Policy 

Insights

  • La historia de éxito de la Unión Europea: La Unión Europea ha logrado lo extraordinario, unir un continente en un proyecto de paz, prosperidad y cooperación. Con el mercado único y el euro, la UE se ha consolidado como un referente de estabilidad y progreso, transformando divisiones históricas en una potencia económica y política global.
  • La UE en “no man’s land”: La UE está viendo limitada su capacidad para competir con las grandes potencias globales debido a presiones crecientes sobre su fortaleza económica, una productividad estancada y la falta de la innovación. A ello se suma un Mercado Único que sigue sin completarse, que impide aprovechar plenamente su potencial económico y debilita su posición estratégica.
  • Las encrucijadas a las que se enfrenta la UE: La UE se enfrenta a riesgos crecientes por inestabilidad geopolítica, complejidad regulatoria, dependencia sectorial, cambio climático, fragmentación económica y desafíos demográficos. Para hacerles frente, la UE debe redefinir su papel global y adaptar su gobernanza para mantener competitividad y liderazgo, evitando tensiones internas y respondiendo con unidad y visión a largo plazo.
  • Nuestra visión sobre el futuro de la UE: Europa puede redefinir su influencia global adoptando una nueva visión centrada en la competitividad y el crecimiento económico. Al priorizar un liderazgo unificado, una gobernanza sólida, la autonomía estratégica y la cohesión social, Europa debe tomar decisiones políticas firmes para recuperar su papel como actor clave en el escenario mundial, sentando unas nuevas bases de un futuro próspero y resiliente.
  • Una propuesta de transformación para la UE: Con el fin de reforzar el liderazgo, la competitividad, autonomía estratégica de la UE, se deben desarrollar políticas verdaderamente transformadoras para el nuevo “policy cycle” de la UE en cuatro ejes: seguridad, transformación digital, sostenibilidad y competitividad y mercado laboral. Estos ejes deben reforzarse con una revisión de la gobernanza europea y el impulso decidido al mercado único.

En la encrucijada frente a las nuevas amenazas

El proyecto europeo representa un triunfo histórico. Durante décadas, ha cimentado la paz, la democracia y la cooperación entre sus miembros, consolidándose como una potencia económica y un actor fundamental en el escenario global.

Sin embargo, este contexto global se ha transformado. El auge de nuevas potencias, la creciente inestabilidad geopolítica, la aceleración tecnológica y la urgencia de la crisis climática exigen una profunda reflexión sobre el futuro de la UE. Europa no puede permitirse vivir solo de éxitos pasados; su futuro depende de su capacidad de redefinir su roll ante este nuevo escenario.

Para comprender esta situación, Deloitte ha realizado un informe que identifica las siguientes encrucijadas, que obligan a actuar ante la necesidad de una transformación profunda para garantizar la prosperidad y la relevancia de Europa a largo plazo:

Con el cambio en la dinámica del poder global, la UE se enfrenta a una presión cada vez mayor para definir su papel, equilibrando la cooperación con sus aliados tradicionales y, al mismo tiempo, afirmando sus intereses económicos y de seguridad con nuevas alianzas.

A medida que disminuye el efecto Bruselas, la UE debe decidir si continúa como un actor regulador global dominante o adopta una mayor flexibilidad, permitiendo un enfoque más pragmático que evite las tensiones derivadas de sus propias normas.

El equilibrio entre prioridades estratégicas inmediatas, que pueden poner en riesgo la competitividad futura de sectores clave, y la necesidad de invertir en capacidades propias resulta esencial para asegurar la autonomía a largo plazo y un crecimiento sostenible.

Equilibrar el liderazgo climático global con la competitividad industrial se ha convertido en un dilema crucial para la UE, que busca alinear sus ambiciosos objetivos de descarbonización con la resiliencia económica y la soberanía tecnológica.

La UE se encuentra en un punto de inflexión, avanzar hacia una mayor integración económica para garantizar la estabilidad a largo plazo, o mantener un modelo de cooperación nacional que permita flexibilidad, pero corra el riesgo de fragmentación y de reducir el impacto colectivo.

El desafío de equilibrar las ventajas inmediatas de la inmigración para abordar los desafíos laborales y demográficos con la necesidad a largo plazo de cohesión e integración social es una decisión crucial que se debe elevar a nivel europeo.

Nuestra visión para una Unión Europea renovada

La Europa que se reconstruyó tras la Segunda Guerra Mundial, se mantuvo firme durante la Gran Recesión, superó el Brexit y el Covid, y aunó fuerzas ante la guerra en Ucrania, se enfrenta de nuevo a la necesidad de reinventarse para mantener su liderazgo. Esta es una oportunidad para redefinir su futuro y alcanzar su verdadero potencial. Nuestro informe ofrece una visión estratégica y práctica para una acción europea ambiciosa y realista:

Impulsar el crecimiento fortaleciendo la productividad, la innovación y la resiliencia, asegurando la escalabilidad de las empresas europeas en el mercado único y su capacidad de adaptación a la doble transición.

Eliminar las barreras internas que fragmentan el mercado, profundizando la integración y promoviendo la libre circulación de bienes, servicios, capitales y personas.

Reforzar la autonomía estratégica abierta mediante un comercio abierto, alianzas con socios clave y la reducción de dependencias externas para afrontar desafíos compartidos.

Optimizar los procesos de toma de decisiones para responder con mayor agilidad a los desafíos globales, promoviendo la eficiencia y la transparencia.

Integrar la sostenibilidad en el crecimiento económico, impulsando la transición verde, la creación de empleo verde y la economía circular.

Implementar tecnologías disruptivas en los procesos productivos para impulsar un crecimiento inteligente y aprovechar todo el potencial de una economía digital e interconectada en Europa.

Modernizar y reforzar el estado de bienestar para adaptarlo a los cambios demográficos, garantizando su sostenibilidad y promoviendo la cohesión social.

En el informe, esta visión se traduce en políticas concretas para el nuevo “policy cycle”, que plantean las bases de una nueva gobernanza europea, articulada en torno a cuatro imperativos transformacionales y cimentada en el fortalecimiento del mercado único, y que, al aplicarse, buscan abordar los desafíos y aprovechar las oportunidades que se presentan. El análisis detallado de estas políticas, con sus implicaciones y recomendaciones, se encuentra disponible en la publicación completa.

La UE se encuentra en una encrucijada. Los desafíos son importantes, pero también lo son las oportunidades. Con visión, liderazgo y voluntad de reforma, la UE puede superar estas dificultades y construir un futuro próspero y sostenible. El momento de actuar es ahora.

 

Si quieres conocer en detalle cómo la UE puede prepararse para construir su futuro, accede al informe completo:

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