Frente a la situación de crisis que estamos viviendo es necesario tomar la iniciativa. Hay que lograr que la actividad de los diferentes equipos, clientes y proveedores continúe a pesar del contexto de alta descentralización a través del uso de nuevas metodologías y formas de trabajar.
Para ello, es importante reducir la brecha digital existente entre empleados, clientes y proveedores, desarrollar un nuevo entorno digital, y evolucionar hacia nuevas formas de trabajo a través de la innovación.
A corto plazo, la mejor manera para favorecer el aprendizaje de las nuevas soft skills y evolucionar así el negocio y el talento que lo conforma, es generar el escenario adecuado para que el aprendizaje se desarrolle de manera transversal y multidireccional, creando un espacio tanto de aprendizaje, como de intercambio de conocimiento.
Dotar de tecnología y medios garantiza una experiencia positiva con la nueva forma de trabajar, tanto individualmente como en equipo. Existen herramientas de comunicación, para reuniones, de almacenamiento, envío de archivos, gestión de tareas, fomento de la creatividad, de la productividad, para la integración y el trabajo alternativo.
Hacer accesible el conocimiento común adquirido, facilitando el proceso de interiorización de nuevos hábitos de trabajo colaborativo mediante:
A medio-largo plazo, hay que identificar el cambio y crear sentido de pertenencia. ¿Cómo? A través de la renovación, la reorganización y la recodificación.
Renovación
Actualizar y mejorar la forma en que ahora se llevan a cabo los procesos desde el punto de vista del liderazgo, desde el punto de vista del sentimiento de equipo y la cultura, y definir una estrategia empresarial que persiga esta renovación.
Reorganización
Crear nuevos rumbos que cambien la dirección estratégica. Los trabajadores de la fuerza laboral alternativa deben sentirse respetados por sus contribuciones. Además, como parte esencial de la organización, deben sentirse comprometidos con el tejido y la cultura de esta.
En este contexto, el análisis de redes y de relaciones formales e informales en la organización puede resultar muy eficiente para visualizar y analizar las mismas.
Recodificación
Volver a empezar y diseñar desde cero. La adopción de las nuevas tecnologías ya no es una opción, se ha convertido en una realidad, y es por ello que existe la necesidad de invertir en las capacidades de las personas para que puedan servirse de las tecnologías mas punteras y de las nuevas metodologías agile y colaborativas.
Recodificar el trabajo y los empleos para integrar las nuevas tecnologías al mismo tiempo que se valoran las habilidades humanas, es una de las prioridades más importantes de las empresas. A raíz de esta última reflexión, surge el conocido Digital Workplace.
En definitiva, hay que buscar una transformación de las organizaciones a las nuevas formas de trabajar: desde la gestión operativa del día a día hasta la estrategia de evolución y adaptación.
El teletrabajo, impulsado por la crisis del COVID-19, también ha llegado para quedarse. Se han roto paradigmas, reticencias y dudas, ahora hay que tomar decisiones, aprovechar la inercia positiva y sentar las bases para el trabajo del futuro.
Resulta fundamental realizar un seguimiento constante y dar apoyo a la continuidad de los nuevos hábitos de trabajo, de cara a promover rutinas más eficientes que ya han demostrado una gran utilidad. Para ello, las siguientes premisas pueden ayudar a esta nueva normalidad: