El Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), cuyo propósito es iniciar la segunda gran modernización de la economía española, se basará en una decena de políticas tractoras:
La primera política es la Agenda Urbana y Rural, la lucha contra la despoblación y el desarrollo de la agricultura. En esta política se concentra el 16% de los recursos y entre sus objetivos figuran la mejora de la habitabilidad de entornos urbanos y dar respuesta a las necesidades del entorno rural, manteniendo la población y fomentando el empleo.
La segunda política recibirá el 12% de los recursos. Se centra en impulsar las infraestructuras y los ecosistemas resilientes, a través de proyectos como el Plan de Conservación y Restauración de Ecosistemas, o el Plan de Preservación de Infraestructuras Urbanas, Energéticas y de Transporte, entre otros.
Para aprovechar el potencial de nuestro país para posicionarnos estratégicamente como líderes de la renovación energética se establece la tercera política tractora: la transición energética justa e inclusiva, a la que se destinará el 9% de los recursos.
La cuarta política tractora promoverá que la Administración pública actúe como motor de los cambios tecnológicos. Entre las reformas que incluye esta línea de trabajo figura la de la Modernización del Sistema de Justicia. A esta cuarta política se dedicará el 5% de los recursos.
La quinta política es la modernización y digitalización del ecosistema de nuestras empresas, a lo que se destinarán el 17% de los fondos ante la necesidad urgente de apoyar el tejido empresarial y garantizar nuestra competitividad industrial.
Esta crisis sanitaria ha puesto a la ciencia en un lugar preminente como palanca esencial en los planes de reconstrucción. Por ello la sexta política tractora es el Pacto por la Ciencia y la Innovación y el refuerzo del Sistema Nacional de Salud, que contará con el 17% de los recursos.
La séptima política tractora fomenta el impulso a la educación y el conocimiento, la formación continua y el desarrollo de capacidades. Esta política concentrará el 18% de los recursos ya que si hay un elemento capital para que el PRTR tenga el impacto deseado, ese es la inversión en capital humano.
La octava política tractora es la nueva economía de los cuidados y políticas de empleo. En este apartado se incluyen, entre otros, planes de choque para la economía de los cuidados de larga duración a personas mayores y dependientes, el refuerzo del Sistema Nacional de Dependencia o la modernización de las políticas activas de empleo. A ello se destinara el 6% de los recursos.
La novena política tractora, con el 1,1% de los recursos, es el desarrollo de la de la cultura y el deporte, dos industrias indispensables para el desarrollo de una sociedad libre y abierta.
En décimo lugar, se abordará una modernización del sistema fiscal incrementando la progresividad y redistribución de los recursos para lograr un crecimiento inclusivo y sostenible