El creciente interés de los inversores por los fondos de bajo coste sugiere que dicho entorno de bajos costes ha llegado para quedarse. No obstante, la gestión activa está encontrando su espacio dentro de los fondos cotizados en bolsa (ETF).
Ampliar la gama de productos a opciones de inversión alternativa, como el crédito privado y estructuras “evergreen” o híbridas, así como invertir en tecnologías que integren la inteligencia artificial (IA) en los procesos de venta y distribución, pueden estar entre algunas de las estrategias más acertadas para la mejora de ingresos.
En 2024, las tecnologías de IA prometían ser una de las fuerzas más disruptivas en el sector de la gestión de activos. Ahora, parece que esa promesa probablemente ha superado las expectativas iniciales. Si bien el interés por estas tecnologías sigue creciendo, muchas organizaciones tendrán que encontrar la manera de poder aprovechar eficazmente y a escala las soluciones de IA sin la existencia de modelos previos que las guíen.
Es probable que las empresas se enfrenten a algunos de sus mayores riesgos en áreas como la transformación digital, la gestión de los avances tecnológicos y la ciberseguridad. Asimismo, los desarrollos regulatorios y a nivel de producto conllevan elementos de riesgo importantes para la industria de la gestión de activos en varios campos: indexación directa, conversiones de fondos de inversión en ETF, convergencia de activos tradicionales y alternativos o sostenibilidad.
El año que viene, muchas empresas probablemente dejarán atrás la etapa de exploración en torno a la IA y comenzarán a cambiar la forma en que hacen negocios con las nuevas tecnologías.
Precisamente, la aplicación de las nuevas tecnologías en la gestión de activos puede conducir a marcados contrastes entre los resultados de aquellas empresas que las implementan de manera rápida y eficaz y las que se quedan atrás o actúen con menos audacia. Esta perspectiva para 2025 examina algunas cuestiones clave que las empresas de gestión de activos probablemente tengan que abordar durante el próximo en lo relativo a ingresos, eficiencia y gestión general del riesgo.
Si bien se espera que el aumento de los ingresos, la racionalización de los procesos y la gestión de los riesgos sean una prioridad para los equipos de gestión en 2025, los retos y oportunidades podrían presentar riesgos y beneficios relevantes para las empresas de gestión de activos.
Las empresas que integren de manera eficaz tecnologías emergentes como la IA generativa tienen el potencial de lograr ventajas significativas debido a las bondades que estas tecnologías aportan al entorno actual. Las empresas que tengan éxito aumentarán las expectativas de todos los stakeholders de la industria. Las empresas que no sigan el ritmo de estas expectativas cambiantes podrían correr el riesgo de quedarse atrás. En 2025 puede surgir una oportunidad única para diferenciarse en el mercado.