IESE Business School y Deloitte han organizado, un año más, el Encuentro del Sector Energético, evento de referencia para esta industria en España, en el que se debaten los principales retos y, especialmente, las oportunidades que enfrenta Europa en su camino hacia la descarbonización y la seguridad energética. A lo largo de diversas mesas de debate, se abordaron temas clave como la vertebración del mercado energético europeo, la fiscalidad ambiental y el papel de las diferentes tecnologías.
La vigésimo segunda edición de este encuentro se desarrolló en dos sesiones, bajo el título “¿Inflexión en la necesaria transición energética? Enfrentemos sus verdades incómodas”, en las que participaron algunos de los protagonistas de la transformación en la que se encuentra inmersa el sector.
La apertura institucional contó con la participación de Oliverio Álvarez, socio responsable de Energy, Resources & Industrials de Deloitte España; Juan Luis López Cardenete, director académico del encuentro en IESE Business School; y Cristina Lobillo, directora de la Plataforma de Energía de la UE y de las Relaciones Internacionales de la DG ENERGY. Los ponentes destacaron la importancia de alinear la política climática con una estrategia industrial que garantice la competitividad y la sostenibilidad. Además, se destacó cómo la invasión de Rusia a Ucrania ha redefinido los flujos energéticos en Europa, obligando a los países a replantear sus fuentes de suministro y estrategias de independencia energética. Además, se analizó el papel que podría desempeñar la nueva administración Trump en la relación transatlántica y su impacto en las políticas energéticas globales.
El socio de Deloitte destacó que “la práctica totalidad de los think tanks europeos, y los informes Letta y Draghi, coinciden en la necesidad de actuar urgentemente para dar respuesta a los retos geopolíticos de nuestro tiempo. Europa necesita combinar -de forma inteligente- descarbonización, competitividad, apoyo a la industria y refuerzo del sector primario”.
Respecto a las medidas para impulsar la transformación que Europa necesita, señalo que “necesitamos seguir construyendo el mercado interior de la energía en Europa, con una visión compartida, trabajando en la física -con un mayor número de interconexiones, eléctricas y de otro tipo, entre los países-, dotándonos de un marco regulatorio común lo más simple posible y permitiendo que nuestras empresas puedan adquirir el tamaño y las capacidades precisas para llevar a cabo nuestras ambiciones en este ámbito”.
En la primera mesa redonda de la jornada Rodrigo Costa, CEO de REN; Loreto Ordoñez, CEO de Engie España; Roberto García Merino, CEO de REDEIA; Arturo Gonzalo Aizpiri, CEO de Enagas; y Oliverio Álvarez, socio de la Firma, analizaron el rol de Europa en el contexto energético global. Se hizo hincapié en el papel de las infraestructuras para garantizar un mercado energético más eficiente y resiliente. También se debatieron las prioridades energéticas en el contexto actual, con especial énfasis en la situación de los mercados gasistas, los precios energéticos, el futuro desarrollo del hidrogeno y las necesidades de la demanda.
Por su parte, el panel sobre fiscalidad energética, dirigido por Francisco Martín Barrios, socio de Deloitte, contó con la participación de Jorge Sanz, ex director general de Política Energética y Minas; Begoña García-Rozado, responsable Fiscal de Iberdrola; Xavier Labandeira, catedrático de la Universidad de Vigo; y Baltasar Gómez, responsable de Asesoría Fiscal de Naturgy. En este panel se analizó el rol de la fiscalidad energética como herramienta para incentivar la sostenibilidad, destacando la necesidad de una armonización fiscal a nivel europeo. Asimismo, se abordó la creciente carga fiscal sobre el sector y la importancia de alinear la fiscalidad con los objetivos climáticos.
En el debate, dirigido por Oliverio Álvarez, socio de Deloitte, sobre el papel del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) como marco estratégico para la transición energética, Rafael Mateo, CEO de Acciona Energía, y Mario Ruíz-Tagle, consejero delegado de Iberdrola España, destacaron que, aunque el PNIEC es una herramienta clave para orientar el comportamiento de los agentes, no constituye un plan completamente cerrado. Es una hoja de ruta que debe ajustarse a la evolución del sector. Subrayaron la necesidad de incrementar el almacenamiento energético y la capacidad de la red para atender la creciente demanda. También abordaron el papel de la electrificación en sectores clave como la movilidad y la industria, la importancia de los pagos por capacidad y el desarrollo de soluciones como el hidrógeno.
La discusión sobre el papel del Estado en la transición energética, dirigida por José María Elías de Tejada, socio de la Firma; y en la que participaron Manuel García Cobaleda, general counsel de Naturgy; Marina Serrano, presidenta de AELEC; y Mariano Bacigalupo, profesor de Derecho de la Energía en la UNED; resaltó la importancia de un marco regulatorio predecible y confiable para atraer inversión y facilitar la transición energética. Durante la sesión, se señaló la necesidad de simplificar procedimientos y adaptar la regulación a una evolución tecnológica que incentive la demanda y acelere el despliegue de energías renovables, redes y almacenamiento. Además, comentaron el compromiso necesario de la Unión Europea con la sostenibilidad, complementándolo con una estrategia eficaz de reindustrialización e impulsando una regulación que facilite la participación de la sociedad en la transición verde.
La segunda jornada del vigesimosegundo Encuentro del Sector Energético comenzó con la participación de Oliverio Álvarez y Juan Luis López Cardenete, esta vez acompañados de Rocío Prieto, directora de Energía de la CNMC, abordando el papel de la regulación en la evolución del sector y los próximos desarrollos en este ámbito. Entre otros temas, destacaron la necesidad de completar el marco aplicable al acceso y conexión de la demanda a las redes de transporte y distribución eléctricas; y los marcos retributivos aplicables a estas actividades.
La primera sesión, dirigida por Ana Sánchez Palacios, socia de Deloitte España, contó con la participación de Vicente Cortés Galeano, catedrático y presidente de Honor de Inerco Corporación; Luis Cabra, director general de Transición Energética de Repsol; y Olvido Moraleda, presidenta de BP. La conversación se centró en los nuevos vectores energéticos desfosilizados para la demanda no electrificable, donde se abordaron tendencias clave como la electrificación competitiva, el escalado de las energías eólica y solar, los combustibles sostenibles y el hidrógeno como soluciones para la descarbonización del transporte pesado y ciertas industrias. También discutieron los desafíos de los combustibles sintéticos y la cadena de valor de los biocombustibles.
En la segunda mesa, Carmen Becerril, presidenta de OMEL; José Casas director general de Relaciones Institucionales y Regulación de Endesa; y Pedro Larrea, director general de Redes de Naturgy, junto a Laureano Álvarez, socio de la Firma, debatieron sobre el papel de la electrificación en la transición energética. Factores como el crecimiento de los centros de datos y la electrificación de algunas aplicaciones industriales fueron identificados como impulsores clave de la demanda eléctrica. También se abordaron propuestas para optimizar la utilización de la red y acelerar su desarrollo, asegurando un abastecimiento sostenible.
Por su parte, Ana Aguilar, chief economist de Deloitte, guio la conversación sobre la digitalización, productividad y descarbonización, en la que participaron Manuel Menéndez Menéndez, presidente de EDP España y de la Fundación EDP; José María Calvo-Sotelo, profesor asociado de descarbonización en IE Business School; Alejandro Seco, socio fundador y CEO de Ithaka Infrastructure Partners; y Joaquín Coronado, presidente de Build to Zero. Los ponentes subrayaron la importancia de la transición energética para la prosperidad y competitividad de Europa, con un énfasis en la digitalización para gestionar el consumo y las infraestructuras. También se trató la posible escasez de energía limpia, asequible y segura y las tensiones que genera; así como la importancia de ajustar las políticas europeas y fomentar la colaboración público-privada para alcanzar los objetivos de descarbonización sin afectar la competitividad.
En resumen, el encuentro evidenció la complejidad de la transición energética y la necesidad de un enfoque integral que combine descarbonización, competitividad y seguridad energética. Europa enfrenta el desafío de alinear sus ambiciosos objetivos climáticos con una estrategia industrial viable. El consenso entre los expertos es claro: la acción debe ser rápida y coordinada para garantizar un futuro energéticamente sostenible. Para ello, el diálogo entre reguladores, empresas y expertos es esencial para abordar estos retos y garantizar un futuro energético sostenible y competitivo.