El sector compite como nunca por la confianza de sus clientes
Las perspectivas de la industria de productos de consumo son buenas para 2022, aunque no pierde de vista los retos inflacionarios, de cadena de suministros y de fuerza laboral. La clave para sortearlos pasa por un valor intangible: la confianza.
El sector de los productos de consumo muestra una tendencia positiva y los protagonistas de la industria están trabajando en que así sea. El 93% de los ejecutivos consultados por Deloitte para este informe aseguró que su foco estará centrado en incrementar los ingresos durante 2022.
Y las primeras señales ya son alentadoras: la mitad de la muestra espera que sus márgenes operativos crezcan durante 2022. No obstante, los ejecutivos son conscientes de los desafíos que afrontan. El principal de ellos, el atasco en las cadenas de suministros, tardará en resolverse.
Adicionalmente, seis de cada diez consultados indicó que la escasez de mano de obra amenaza el crecimiento potencial de este año.
Para este informe, Deloitte consultó a 100 altos directivos de la industria alimentaria, de bebidas, de artículos para el hogar, ropa y cuidado personal. La mayoría de estas empresas son multinacionales con más de mil millones de dólares en ingresos anuales.
La gran piedra angular para el sector en 2022 es la confianza, que ante la incertidumbre actual, puede verse afectada. Algunos puntos claves para la industria son:
Para luchar contra la pérdida de confianza, los ejecutivos de las grandes empresas se están enfocando en tres estrategias: incrementar la transparencia, expandir el engagement digital e invertir en el futuro del trabajo.
Dos tercios de los ejecutivos indicaron que el fomento de la confianza era la máxima prioridad de su empresa actualmente, pues las compañías que fortalecen este valor son más resistentes en situaciones de incertidumbre.
Ser más transparente no es solo tener un enfoque de apertura de cara al público, y requiere de un cambio en la infraestructura interna. Seis de cada diez ejecutivos consultados aseguraron que están realizando inversiones moderadas para aumentar el nivel de transparencia en sus organizaciones.
Las principales iniciativas en las que hay una inversión significativa son: recoger datos detallados (45%), implementar un reporte ESG (45%), aumentar el nivel de transparencia de cara a los stakeholders (32%).
La relación, cada vez más personalizada, entre las marcas y los consumidores es una de las claves para fortalecer la confianza en la industria de consumo. Es por esto que las compañías del sector están cambiando sus estrategias de acercamiento con el cliente.
El proceso de relacionarse con los clientes parte por entender su situación. Algunos mantienen sus rutinas y frecuencias de compra, pero según encuestas recientes, más de la mitad de los consumidores está preocupado porque no tiene suficientes ahorros.
En este entorno, las marcas más pequeñas están haciendo un trabajo más personalizado con sus clientes y las grandes empresas de consumo podrían quedarse atrás.
Si a lo anterior se suma el efecto de la inflación, la ecuación se complica. Nueve de cada diez empresas consultadas aseguraron que los costes de sus insumos aumentarán en 2022 y ocho de cada diez dijeron que este incremento repercutirá en el precio final.
La respuesta de las grandes empresas de consumo se está dando, entonces, en el plano digital. Un 63% de los encuestados dijo invertir notablemente, en 2022, en la capacidad de personalizar la experiencia digital del cliente, un 57% en la creación de nuevos canales de venta directa y un 54% en tecnología para relacionarse directamente con sus usuarios.
La falta de mano de obra cualificada afecta la calidad de los productos y esto, en consecuencia, tiene un impacto en la confianza de los consumidores. Pero la confianza también tiene un componente interno.
Nueve de cada diez de los ejecutivos consultados aseguró que, cuando los empleados no experimentan un sentido de pertenencia por la compañía, sus niveles de confianza se afectan notablemente. Y el paso siguiente a esto es su retiro voluntario de la empresa.
La tecnología y las nuevas fuentes de talento presentan un desafío para la empleabilidad del sector, y para enfrentarlo, las compañías ya están invirtiendo en sus equipos. La principal vía de capital se está movilizando en programas de diversidad, equidad e inclusión (48%), mientras que un 34% están aumentando sus plantillas, un 28% invierte en mejorar la retención laboral y un 28% está cambiando la composición de su fuerza de trabajo.
En medio de un escenario de alta incertidumbre, los planes a largo plazo pueden cambiar significativamente, pero el informe de Deloitte deja sobre la mesa cinco puntos clave que marcarán a la industria en el próximo decenio.