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Claves para entender la brecha de valoración entre la banca europea y la de EE. UU.

  • Diferencias en rentabilidad: la banca europea muestra, en promedio, un menor nivel de rentabilidad medidos en términos de ROE.
  • Mix de negocio, estructura de balance y pricing: diferencias en el mix de negocio y en la estructura de balance por distintas estrategias de titulización, junto con un evidente diferencial en pricing, explican parcialmente el diferencial de rentabilidad.
  • Entorno regulatorio no homogéneo: el marco normativo está influyendo en la rentabilidad de la banca europea y, por tanto, en su valoración.
  • Impulso a la optimización: la mejora continuada de la eficiencia operativa se presenta como un factor determinante para la rentabilidad del sector. Para ello, es fundamental avanzar en la unión bancaria, un paso clave hacia la creación de un mercado bancario único que permita alcanzar la escala necesaria para competir de manera más eficiente.
Descubre las claves para entender la brecha de valoración entre la banca europea y la de EE.UU.

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La banca europea desempeña un papel fundamental en la economía de la región. Su volumen de activos supera ampliamente el PIB de la eurozona y mantiene un alto nivel de solvencia, lo que la hace resiliente ante posibles pérdidas. Sin embargo, desde la Gran Recesión de 2008, se observa una divergencia de valoración con respecto a la banca estadounidense, reflejada en un diferencial medio del múltiplo Price to Book Value (P/BV) de en torno al 0,4 y 0,5 veces.

 

La rentabilidad, el factor clave detrás de la diferencia de valoración

Según se desprende de nuestro informe "Claves para entender la brecha de valoración entre la banca europea y la de EE. UU.", el ROE (Return On Equity) es la variable con mayor impacto en el múltiplo P/BV, explicando cerca del 70% de sus variaciones. Este menor ROE de la banca europea, en comparación con la estadounidense, es el factor clave que explica la subvaloración del sector. Para entender el origen de este diferencial de rentabilidad, es necesario analizar seis áreas clave donde se observan diferencias significativas entre ambos mercados:

La banca estadounidense genera mayores ingresos por comisiones, especialmente por servicios como la banca de inversión y la titulización de préstamos que, a su vez, les permite liberar capital y reinvertirlo.

Desde 2014, el margen de interés en EE. UU. ha superado consistentemente al de la eurozona en todos los segmentos clave: hipotecas, consumo y empresas. Este diferencial no solo refleja una política monetaria más favorable, sino también una gestión más eficiente del pricing del crédito. En Estados Unidos, los préstamos están mejor alineados con el riesgo asumido, beneficiándose de una estructura de balance más rentable y una financiación más barata, gracias al mayor peso de los depósitos y a la menor dependencia de emisiones de deuda.

La banca estadounidense ha optimizado sus costes operativos con mayor rapidez que su contraparte europea. Actualmente, los niveles de gasto, ajustados por el volumen de activos medios y titulizados, se han igualado entre ambas regiones, a pesar de que históricamente la banca europea presentaba una posición más favorable. Esta mejoría en la banca americana podría explicarse, en parte, por la mayor inversión en tecnología realizada por sus entidades.

Aunque la banca americana presenta una composición del crédito con un perfil de riesgo superior, esto no se traduce en mayores ratios de morosidad o coste del riesgo. 

La mayor exigencia de capital que presenta la banca europea, ya sea por un mayor nivel de requerimientos o por tener un mayor nivel de gestión sobre el requerimiento, impacta directamente en la rentabilidad regional del sector. 

Por cada punto porcentual adicional de exceso de CET1, el ROE de la banca europea se reduce en 40 puntos básicos. Con un nivel de CET1 promedio del 15,7 % en Europa frente al 12,4 % en EE. UU., esta diferencia de 3 puntos porcentuales supone una reducción de 120 puntos básicos en el ROE medio de las entidades europeas.

La consistencia en el payout es un factor clave en la valoración del mercado. Los bancos estadounidenses han mantenido una mayor estabilidad en este aspecto.

Esta situación, sin embargo, no es irreversible. La banca europea tiene la oportunidad de redefinir su futuro y alcanzar su verdadero potencial. Nuestro informe plantea una estrategia para impulsar su crecimiento en torno a tres agendas: la institucional, la comunicación y la de gestión. 

Implementando esta agenda con determinación, innovación y una visión estratégica clara, el sector podrá redefinir su futuro, superar la brecha de valoración, maximizar su potencial y consolidar su posición en el panorama financiero global.

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