El modelo de negocio tradicional de la banca minorista en España, entendida como aquella que presta servicios a particulares y Pymes, se está viendo impactado simultáneamente por numerosas y significativas tendencias disruptivas, así como por un contexto económico incierto.
En menos de una década la banca ha tenido que hacer frente a dos crisis económicas atípicas y relevantes: la crisis financiera europea de 2010-2012 y la crisis del COVID en 2020, que también han supuesto un importante impulso en su transformación. La experiencia reciente demuestra que los ciclos económicos mundiales cada vez son más cortos, por lo que el sector bancario tendrá que aprender a continuar transformándose con independencia del ciclo.
El cambio y la transformación seguirán siendo aspectos estructurales en el negocio, por tanto, los bancos están obligados a preguntarse: ¿Cómo será la banca minorista en España en 2030? ¿Dónde reside el valor de un banco para tener éxito en el futuro? ¿Debe el escenario económico condicionar el proceso de transformación del sector bancario? ¿En qué transformaciones clave deberán focalizarse los bancos?
Para responder a estas preguntas, desde Deloitte hemos analizado más de 120 tendencias emergentes mediante algoritmos de inteligencia artificial y, hemos trabajado con más de 100 expertos de la industria y de Deloitte para categorizarlas en función del grado de impacto e incertidumbre que generan en el sector.
Hemos identificado siete tendencias comunes a todos los escenarios que muestran un elevado consenso sobre la evolución de la banca hacia un mayor foco al cliente, con una mayor personalización y una elevada digitalización, y modelos de negocios más sostenibles, así como un mayor foco en la eficiencia, incorporando nuevas tecnologías como aceleradores del cambio.
En sesiones de reflexión con expertos del sector, analizamos las 20-25 fuerzas de cambio con mayor impacto e incertidumbre para agruparlas en un conjunto reducido de incertidumbres críticas que permiten avanzar en el entendimiento del futuro del sector.
1. Comportamiento del cliente:
La evolución del comportamiento del cliente (relacional o digital-transaccional) marca el modelo de relación futura de los mismos con sus proveedores financieros.
2. Disrupción de la cadena de valor:
El entorno competitivo y las disrupciones en la cadena de valor condicionan la estructura sectorial, el nivel de integración de la cadena de valor y el nivel de especialización.
3. Modelo de ingresos:
Los modelos de banca abierta requerirán un replanteamiento de los modelos de precio e ingresos de los productos y servicios financieros y no financieros.
4. Contexto regulatorio y competitivo:
El impulso de un contexto regulatorio que fomente la competencia y la innovación cambiará significativamente la relevancia de los bancos en la distribución y en determinados negocios.
5. Relevancia de los bancos:
La reputación y la vinculación a la marca de los clientes es clave para mantener su ventaja frente a nuevos entrantes.
De estos cinco ejes de incertidumbre, hay dos especialmente críticos e independientes del resto que determinarán la evolución del sector: el comportamiento del cliente y el contexto regulatorio y competitivo. La combinación de estos dos factores de incertidumbre nos ha permitido identificar cuatro escenarios de futuro para la banca minorista en España:
Los bancos continuarán focalizándose en la relación con el cliente y la distribución de la mayoría de productos y servicios en el corto plazo, pudiendo prevalecer en el corto plazo un escenario algo más parecido al de Captive Customers. A medio y largo plazo, el contexto bancario se complicará, ya que los clientes estarán repartidos entre los distintos escenarios en base a su comportamiento y los distintos negocios evolucionarán de manera distinta.
Con independencia del escenario o de la combinación de estos que se pueda producir durante la próxima década, los bancos han de reflexionar sobre las nuevas capacidades que deben desarrollar para desarrollar las fuentes de ventaja competitivas y mantener su posición competitiva en la transición a 2030. En este sentido, hemos identificado 10 retos de transformación, a los que hay que dar respuesta en todos los escenarios, que las entidades deberían incluir en su hoja de ruta de transformación:
“Los bancos capaces de prever e instrumentar las medidas necesarias estarán mejor preparados que el resto y contarán con mayores probabilidades de éxito. El futuro será para aquellos que estén dispuestos a adoptar decisiones valientes ahora.”