El talento de una empresa es fundamental para alcanzar sus objetivos estratégicos, y su gestión efectiva es esencial para un buen gobierno corporativo. Cada persona aporta un conjunto único de habilidades, conocimientos y experiencias que permiten a una organización lograr sus metas. Este valioso capital humano, cuando se gestiona adecuadamente, se convierte en un diferenciador competitivo que ninguna tecnología o recurso material puede igualar.
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