Hace una década, el fenómeno de las tiendas de descuento (hard discount) parecía una tendencia limitada a Europa, con cadenas como Lidl y Aldi dominando el mercado. Sin embargo, Latinoamérica ha adoptado y acelerado este modelo, transformando el panorama minorista de la región. En Colombia, para marzo de 2022, las tiendas de descuento representaron el 21% de la participación en supermercados, mientras que en Perú superaron el 11% de las ventas del canal moderno. Aunque en México este modelo representó solo el 2.3%de las ventas en 2022, actualmente domina el 30.5% del retail moderno.
El crecimiento del hard discount responde a un consumidor más cauteloso económicamente y a un cambio en la mentalidad de los compradores, quienes priorizan el valor sobre la experiencia. La pandemia y la inflación han acelerado la consolidación de este formato. En Colombia, Tiendas D1 desplazó a Almacenes Éxito como líder en ventas minoristas en 2021, y en países como México, las ventas de este sector han crecido significativamente, reflejando una sólida adopción del modelo.
El éxito del hard discount se basa en una expansión geográfica acelerada, proximidad al cliente, énfasis en marcas propias y un surtido básico. Las cadenas han logrado cambiar la percepción de que lo barato es de baja calidad, ofreciendo productos de buena relación precio-calidad. Las grandes minoristas han integrado este modelo en su portafolio, legitimando el formato de precios bajos.
El hard discount requiere grandes inversiones para lograr economías de escala en compras y logística. Las cadenas han mostrado un crecimiento financiero robusto, con aumentos de doble dígito en ingresos y ventas comparables. La expansión física ha sido notable, con aperturas agresivas de tiendas en toda la región.
Se espera que el hard discount continúe consolidándose como un pilar del retail en Latinoamérica, alcanzando hasta el 40% del gasto minorista en algunos mercados hacia finales de la década. La expansión geográfica y demográfica seguirá siendo crucial, con potencial en áreas rurales y semirurales. La digitalización e innovación tecnológica, junto con un enfoque en sostenibilidad, serán clave para el éxito futuro.
El hard discount se ha establecido como un segmento central en el retail latinoamericano. Las empresas deben gestionar su crecimiento de manera prudente, asegurando calidad y consistencia en sus productos. Mantener la eficiencia de costos y adoptar herramientas tecnológicas para maximizar la productividad serán esenciales para mantener la relevancia y cuota de mercado en la próxima década. Las cadenas que equilibren valor para el cliente con sostenibilidad financiera seguirán siendo competitivas en un entorno donde "bueno, bonito y barato" continuará siendo un lema ganador en Latinoamérica.
Si deseas profundizar en la evolución, consolidación y oportunidades del modelo de tiendas hard discount en Latinoamérica, te invitamos a consultar el siguiente enlace: El avance del hard discount.