Desde la Reforma Eléctrica de 2018, el mercado mexicano ha evolucionado significativamente, abriendo nuevas oportunidades para empresas interesadas en adquirir energía a través de contratos de compra y venta de energía. Estos
contratos se han diversificado en forma y alcance, permitiendo a los participantes acceder a productos energéticos más sofisticados y adaptados a sus necesidades operativas y estratégicas.
Hoy en día, el mercado ofrece una amplia variedad de productos, incluyendo energía, potencia, certificados de energía limpia (CELs) y servicios conexos. Esta diversidad ha incrementado el volumen de negociación y ha generado un entorno más dinámico, pero también más complejo desde el punto de vista operativo y contable.
Los contratos pueden estructurarse de forma física o financiera y cada modalidad puede tener implicaciones distintas en los estados financieros. La correcta clasificación contable de acuerdo con las Normas NIIF ® de Contabilidad es clave para reflejar adecuadamente los riesgos asociados a precios, volúmenes y condiciones contractuales.
Además, recientes enmiendas del IASB® han reforzado los criterios de revelación y aclarado el tratamiento contable de contratos que califican como “uso propio”; especialmente en el contexto de energía renovable.
Para obtener mayor información sobre los diferentes tipos de contratos y las consideraciones importantes, consulta el documento disponible en este enlace: Contratos de compraventa de energía.