Ir al contenido principal

La Argentina, de mercado de riesgo a destino de oportunidades

Revista Apertura

A continuación les compartimos una nota publicada en la revista Apertura a raíz de una entrevista que le realizaron a María Inés Del Gener, CEO de Deloitte Cono Sur.

Las mayores firmas de auditoría y consultaría acompañan la expectativa de las empresas de atravesar un buen 2025, a pesar de los desafíos pendientes y la consolidación de las reformas en marcha. La digitalización y la IA ya se suman a la agenda cotidiana de las organizaciones.

La Argentina vuelve a transitar ese camino de alta expectativa de lograr ser, al fin, un país normal, con los problemas y desafíos comunes a cualquier otro mercado, pero sin perder todo aquel potencial que la diferencia aún en las crisis. Una vez más, las firmas de servicios profesionales de auditoría, consultaría e impuestos que miden el pulso y expectativas de las compañías locales y del exterior señalan la oportunidad de confirmar que esta vez la transformación va en serio.

La previsibilidad de las políticas es la antesala a la competitividad en la que las empresas empiezan a enfocar sus decisiones, luego de años de tener que pensar en subsistir a las oscilaciones cuyos efectos aún se perciben de una macroeconomía con cepo cambiario, con alta inflación, agobio fiscal, cambio de reglas, y una actividad económica siempre limitada. Consolidar ese piso de estabilidad parece ser el cimiento para la reforma estructural.

La mejora de las principales variables es una condición clave para planificar en los negocios, incluso para las propias consultoras, las más grandes de nivel global que debieron adaptarse a la realidad local. Para Néstor García, presidente y CEO de KPMG Argentina, “la inflación en baja, el control del déficit fiscal permanente que tenía el país y la estabilidad cambiaría son una realidad, aunque todavía quedan muchas reformas y cambios por realizar, pero es momento de contribuir en esta etapa de cambios para que Argentina pueda salir del estancamiento aprovechando las oportunidades que ofrece hoy la economía digital”.

El balance de 2024 es positivo para estas empresas de alcance global que despliegan sus propios objetivos de negocios y que centradas en ESG y en la innovación y transformación tecnológica aportan tanto para el área de consultaría, como para impuestos, legales y auditoría. Miguel Urus, socio a cargo de PwC Argentina, señaló que para el 2025 “ya hay una mirada de crecimiento, en contraste con el objetivo de mantenerse y no perder terreno que primó en los últimos años. El desafío es mejorar la productividad, siendo más eficientes, y continuar desarrollando soluciones para los clientes, apalancados en un mayor uso de la tecnología y la inteligencia artificial.

Los clientes están enfocados en potenciarse por el resultado del rebote económico incipiente, y buscan optimizar sus estrategias de precios y operaciones para capitalizar el nuevo entorno económico y asegurar su competitividad. Pero la sensación que se repite en cada consulta es la incertidumbre, un factor por el que muchas empresas se mantienen cautelosas sin desconocer un claro optimismo en sectores clave como la agroindustria y los recursos naturales.

Así lo entiende Claudio Doller, CEO de BDO en Argentina, quien afirma que “lo más relevante a nivel macroeconómico es que el plan de estabilización se sostenga a largo plazo, y que las variables clave, como la inflación y el tipo de cambio, sigan evolucionando de manera favorable.

Más allá de las preocupaciones propias de la realidad diversa de cada sector, Fernando Pací, country managing partner de EY Argentina, coincide en que, si bien cada uno debe adaptarse de una manera distinta a este proceso de cambio, “la gran preocupación y expectativa es que el rumbo pueda sostenerse, evitando giros significativos luego de cada elección que retrotraigan a escenarios de falta de continuidad y previsibilidad de las políticas que el país. Si bien hay cuestiones que presentan mayor o menor inquietud según el sector económico un tema que atraviesa a prácticamente todas las empresas es la inquietud de ganar mayor eficiencia y competitividad.”

Y cuando las variables macro comienzan a reacomodarse otras preocupaciones afloran en las corporaciones. Así lo explica María Inés Del GenerCEO de Deloitte: “Mientras atravesábamos períodos de alta inflación, las prioridades muchas veces no estaban en la generación de más ingresos ni en la idea de ganar mercados, sino en cómo defenderse de la coyuntura”.

“Con el panorama un poco más claro empiezan a sincerarse los números y las organizaciones buscan cada vez más eficiencia, conocer qué herramientas hay para lograr resultados y ser competitivo”, continuó Del Gener al precisar que hoy los clientes “buscan eficiencia y competitividad. Aceptan el desafío y lógicamente están preocupados con algunas variables que todavía faltan corregir como los precios de algunos de sus costos y el impacto de los impuestos distorsivos, que son algunos de los temas que hoy impactan claramente en la competitividad”.

 

Clima electoral vs. clima de negocios

Tradicionalmente las elecciones de medio término en la Argentina son motivo de ruido económico cuyos resultados, en un entramado político aún atomizado, de favorecer al oficialismo permitiría consolidar el momento, y avanzar en varias iniciativas como la simplificación del Estado, la eliminación de los impuestos distorsivos y la reforma laboral, entre otras, que en la actualidad las empresas identifican que incrementan el costo argentino.

Hasta entonces, el Gobierno tiene varios retos a superar. El primero de ellos recuperar un clima de estabilidad cambiaría auxiliado en el marco del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, fortalecer las reservas del Banco Central, sanear sus pasivos y dar indicios más sólidos de que la promesa de liberar el cepo, aunque sea de forma parcial y progresiva, es cumplible. Todo de la mano de sostener el proceso de reducción inflacionaria y de recuperación de los ingresos, temas clave en cualquier prueba electoral.

Paci, de EY Argentina, considera que se puede ser optimista ante este escenario. “Hay temas que lograron avances sobre los que no se va a volver atrás, no se observa que proponer déficit fiscal e inflación traiga votos, aunque es cierto que la oferta electoral luce por el momento bastante atomizada. Y está por verse si finalmente se evidencia cierta uniformidad en los resultados a nivel nacional o distritos clave del país muestran elecciones que disten del agregado nacional”

En el exterior, continúa, están comenzando a mirar con mayor interés a la Argentina por dos cuestiones “Primero por el cambio de rumbo y segundo porque en este momento Argentina tiene todo lo que el mundo necesita: petróleo, gas, litio, cobre, alimentos y fundamentalmente talento; un gran capital humano que ya está siendo uno de los grandes generadores de divisas para el país”.

En similar sentido analiza Urus, de PWC, quien entiende que para el Gobierno es “un examen importante ya que, de alguna manera, es una evaluación de la gestión de sus primeros dos años. Un resultado favorable sería una ratificación del modelo económico y un mensaje importante a quienes están mirando Argentina como un destino de sus inversiones”, ya que se podría decir que se pone en juego el nuevo clima de negocios. “Es claro que hay un nuevo clima de negocios, es imposible no verlo. Se nota el cambio, pero también las empresas son cautas -afirma el líder de PWC. El cambio de reglas de juego e intervencionismo del Estado del pasado requiere generar altos niveles de confianza, lo que no se construye de un día para el otro. Es por eso que las próximas elecciones son muy importantes”.

García, de KPMG Argentina, reseña que en este último año la Argentina volvió al radar de los inversionistas internacionales. “Estamos recibiendo muchas consultas sobre la evolución de la economía del país, como también sobre las nuevas posibilidades de negocios que pueden surgir en este nuevo contexto. Es decir, hay una buena expectativa, pero los inversores cuando toman una decisión de invertir lo hacen por varios años y, por eso, ahora muchas empresas están en la etapa de reunir información, de evaluación y de decisión”. En ese proceso, se destacan sectores como el energético, minería, infraestructura, agroindustria y economía del conocimiento que tienen un gran atractivo especialmente por los incentivos y estabilidad impositiva que ofrece el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), que ofrece una previsibilidad por 30 años.

En otros sectores, especialmente los más ligados a la economía interna, se observa una fase de ajuste, en la que las empresas están evaluando la durabilidad de las nuevas condiciones antes de tomar decisiones estratégicas. En el mismo sentido, Doller asegura que en el exterior se percibe una visión renovada sobre Argentina y aunque la cautela persiste en relación a la estabilidad a largo plazo, “hay un cambio significativo en la forma en que se percibe al país: de un mercado de riesgo a un destino con oportunidades” Precisamente en la red de Alianzas de BDO se advierte “una mayor confianza en la capacidad del país para liderar la reglón y ofrecer oportunidades de inversión, en parte por la percepción positiva de las reformas y el cambio en las políticas económicas”.

El rol del Estado adquiere nueva dimensión, al ser responsable de generar las condiciones para atraer inversiones y hacer que los negocios se multipliquen. Mantener el equilibrio fiscal, a la vez de avanzar en un esquema tributario que favorezca a la productividad y lograr la confianza que permita la salida del cepo cambiario son hitos clave para que haya mayores inversiones y nuevos actores en la economía argentina.

Del Gener, la CEO de Deloitte, da un paso más y afirma que en un clima de negocios y cautela, se están “desempolvando proyectos demorados, evaluando planes de inversión para mejorar la producción, ser más eficientes. Ya no estamos asistiendo en cómo armar expedientes para destrabar el pago de importaciones o poder traer un insumo imprescindible en la producción, la consultaría ahora está más enfocada en cómo ser más rentables, qué área necesita incorporación de tecnología o mejorar la existente, entre otros temas. Pero eso no quita que las empresas tomen el tema con cierta calma guardando ver consolidación de las reformas en el tiempo”.

En particular, la salida del cepo se pone siempre sobre la mesa como una medida que se espera porque es muy difícil planificar sin poder tener libre disponibilidad de los capitales. Terminar con esta limitación, se asegura, liberará decisiones importantes de inversión y ese movimiento natural de flujos de capital animará la reactivación económica.

 

La revolución en los recursos humanos

La constante transformación tecnológica cambió el mercado laboral y por eso la retención y captación de talentos es uno de los desafíos más importantes que tienen las áreas de recursos humanos. Pero la digitalización, la incorporación de recursos y la irrupción de la Inteligencia Artificial también moviliza las estructuras internas de las corporaciones, en un futuro que lleva a realidades no menos inciertas. Si se pasa la lupa sobre el sector productivo, sin dudas, para los próximos años la captación de talento, la automatización de procesos y la transformación tecnológica con la Incorporación de la Inteligencia Artificial, se presentan como los grandes desafíos para las empresas con planes de crecimiento y expansión. Para los servicios, la permanente innovación y actualización tecnológica son desafíos permanentes para no perder competitividad en un mercado local y global más exigente.

Para García, “las empresas que logren ofrecer opciones flexibles podrán captar a una mayor diversidad de talento, especialmente a aquellos que priorizan el equilibrio entre la vida personal y profesional”. Esto, a su vez, exigirá políticas más ágiles y adaptativas para gestionar equipos multidisciplinarios, distribuidos geográficamente y mantener una cultura organizacional cohesionada. “En este escenario las herramientas de Inteligencia Artificial, automatización y análisis de datos, no solo desafía a las organizaciones en cuanto a su potencial y aprovechamiento, sino que también lo es para los profesionales que deberán tener el conocimiento para su aplicación”.

“No vemos conflicto sino complemento -agrega Urus-, la IA es una herramienta poderosa que requiere de recursos humanos para su utilización efectiva. Su uso responsable no solo permite generar mejoras en la productividad y eficiencias, sino que también desarrolla nuevas oportunidades de negocios, productos y servicios. Por eso la IA es un tema presente en la agenda de todo ejecutivo”.

La aplicación de esos recursos también afecta al desarrollo del propio negocio de las consultoras. Así lo entiende Del Gener, para quien la incorporación de la IA ya se refleja en sus clientes en las distintas áreas de finanzas, back office, áreas comerciales, servicios a clientes, pero también como usuarios sumándola a la prestación de sus servicios. “Trabajar con IA, asistiendo a los clientes a Implementarla, así como dentro de los procesos de prestación de servicios permite atraer jóvenes talentosos que buscan trabajar en ambientes dinámicos e innovadores”.

El consenso en el sector es que la IA vino para quedarse, pero hay que saber cuándo y dónde aplicarla. Enriquece el trabajo de las personas, cambia funciones, pero las hace más humanas sacando aquello repetitivo y rutinario para dar lugar a más espacio de análisis, de generación de preguntas, de planteos sobre cursos de acción.

En EY Argentina, esta herramienta es considerada una gran oportunidad para reducir tareas operativas y liberar tiempo de los talentos para tareas de mayor valor agregado y creatividad. “Nuestra mirada -afirma Paci- es que se trata de una tecnología que aplicada en el sentido correcto puede amplificar las capacidades humanas y todos los esfuerzos van en esa dirección”.

Es que, en un mercado laboral cada vez más dinámico, a pesar de que los índices de rotación han disminuido, sigue siendo esencial contar con profesionales capaces de adaptarse a entornos altamente innovadores y competitivos. “En cuanto a la IA, su implementación será clave para todas las empresas. No habrá futuro competitivo sin Inteligencia Artificial” avizoró Doller, el líder de BDO cuya organización trabaja en integrar estas tecnologías de manera segura, respetando los estándares Internacionales y las exigencias de seguridad informática que demanda el negocio.