En los últimos años, la banca en Guatemala ha mostrado un desempeño notablemente positivo. Según los informes de la Superintendencia de Bancos (SIB), diversos indicadores reflejan un fortalecimiento del sector financiero, lo que ha generado un impacto favorable en la economía del país. A continuación, analizaremos el comportamiento de la banca destacando sus logros y los desafíos futuros que enfrenta.
Utilidades y Cartera de Créditos
Las utilidades del sistema bancario para el año 2024 muestran una leve disminución de aproximadamente 1% en comparación con el año anterior, alcanzando los Q. 9,289 millones. Esta utilidad del sistema bancario está respaldada por un incremento superior al 12% en la cartera de préstamos durante el último año y los impactos de la implementación del nuevo Reglamento de la Administración del Riesgo Crediticio. Esta situación no solo refleja la capacidad de gestión de las instituciones bancarias, sino también una demanda creciente de servicios financieros en el país.
Distribución de Préstamos y Tasas de Interés
Durante 2024, se observó una tendencia al alza en los créditos de consumo, con un incremento aproximado del 18% en el año. Estos créditos están asociados a tasas de interés promedio ponderadas que oscilan entre un 18% anual en moneda nacional y 8% anual en moneda extranjera, contribuyendo al desempeño positivo de la banca. A pesar de esta tendencia, la cartera de préstamos sigue estando dominada por créditos empresariales, que representan más del 52% de la cartera total, mientras que los créditos de consumo constituyen aproximadamente el 37%.
Solidez y Liquidez del Sistema Financiero
El sistema financiero guatemalteco se distingue por su solidez y liquidez, enmarcadas en una gestión prudente por parte de los actores principales del sistema. El indicador de liquidez inmediata se sitúa en un 18%, un valor positivo y elevado en comparación con otros sistemas financieros de la región. Esta solidez es un reflejo de la estabilidad macroeconómica del país, con una inflación controlada y un crecimiento constante del PIB.
Morosidad y Estabilidad
La cartera en mora se mantiene en niveles bajos, con un promedio inferior al 3%. Este indicador refleja la estabilidad y la adecuada gestión de riesgos por parte de las instituciones bancarias.
A pesar de estos resultados, la banca nacional debe estar preparada para enfrentar los desafíos producidos por los impactos económicos y geopolíticos en Latinoamérica, así como la implementación de herramientas tecnológicas e incorporaciones de nuevos actores del mercado, como las Fintech y bancos digitales.
En el aspecto económico, la banca será impactada dependiendo de cómo las políticas arancelarias afecten a sus clientes exportadores, las cadenas de producción y suministro; los cuales, en función de su dependencia de la exportación hacia los Estados Unidos de América, podrían verse perjudicados básicamente por dos elementos: el encarecimiento de sus productos en el mercado estadounidense y, en consecuencia, una posible reducción en el consumo de éstos.
En el panorama de inversiones extranjeras y nearshoring en Guatemala, existe el riesgo de que el crecimiento en sectores altamente apalancados se ralentice, lo que podría impactar negativamente la demanda de crédito empresarial e industrial.
Por otra parte, la alta dependencia de la economía de Guatemala de las remesas provenientes de los Estados Unidos de América supone que, si la economía estadounidense se ve afectada por la política de aranceles, podría afectar el flujo de remesas hacia Guatemala y demás países de Centroamérica y por consiguiente podría causar un impacto en los tipos de cambio respecto al dólar.
Estrategias para el Futuro
Para enfrentar los desafíos que describimos anteriormente, las instituciones financieras pueden considerar algunas de las siguientes ideas, que no pretenden ser una lista única de opciones:
En resumen, la banca en Guatemala ha demostrado un desempeño robusto, con un crecimiento en los últimos años en las utilidades y una sólida posición financiera. Sin embargo, enfrenta desafíos significativos, particularmente en el ámbito de la transformación digital y la gestión de riesgos en un entorno económico y geopolítico incierto. La resiliencia de las instituciones financieras será clave para mantener y expandir su relevancia en el mercado regional y global.
*Artículo elaborado con la colaboración de Sindy Ovando, Gerente Senior de Auditoria Deloitte Guatemala.
Fuente: datos Utilidades y Cartera de Créditos; Distribución de Préstamos y Tasas de Interés; Solidez y Liquidez del Sistema Financiero y Morosidad y Estabilidad, publicados por la Superintendencia de Bancos de Guatemala (SIB).