Ir al contenido principal

El uso de reportes de sostenibilidad para impulsar cambios de comportamiento

Es fácil obsesionar con la mecánica de los reportes de sostenibilidad y perder en los detalles de las métricas. Este enfoque es comprensible y válido, pero los reportes de sostenibilidad no son, y nunca deberían ser, vistos como un fin en sí mismos. Más bien, son un medio para superar la desconexión entre la ambición y la acción.

Los reportes de sostenibilidad sirven para distintos propósitos. La forma en que se emplean depende en gran medida de las prioridades y la perspectiva de las partes interesadas. Para los inversionista, la información sobre sostenibilidad puede ofrecer información sobre riesgos materiales ocultos y la gobernanza corporativa. Para los responsables de las políticas y los reguladores, la divulgación puede emplear para fomentar un cambio de comportamiento hacia los objetivos de política establecido. Para los consumidores, los empleados, las ONG y otras partes interesadas, la transparencia proporciona una palanca para mejorar el desempeño ético, social y ambiental.

Deloitte llevó a cabo entrevistas con líderes de todo el mundo, recopilando perspectivas sobre los desafíos en la entrega de información ESG y las acciones necesarias para catalizar el cambio sistémico y de comportamiento. Las perspectivas varían, imitando la falta de alineación en el panorama de los reportes ESG y las diversas prioridades de los grupos de interés.

Deloitte consolidó la retroalimentación de estas entrevistas, identificando seis condiciones necesarias para pasar de la posición actual de datos inconsistentes y poco confiables a un punto en el que la toma de decisiones sostenible realmente genere acciones demostrables en el corto plazo. En este trabajo se resumen las opiniones de los entrevistados.

Seis condiciones

En un intento de armonizar estos puntos de vista y pasar de la fatiga a la acción, Deloitte tomó la combinación de lo que aprendimos y desarrolló un plan para el cambio. Las conversaciones identificaron seis temas o condiciones recurrentes que deben implementar para pasar de la posición actual de datos incomparables y poco confiables a una en la que los reportes ESG realmente catalizan acciones demostrables a buen ritmo.

Las normas globales proporcionan un lenguaje común para la presentación de reportes de sostenibilidad que impulsa la transparencia y la comparabilidad de la información útil para la toma de decisiones. Las diferentes opiniones sobre la naturaleza de este lenguaje común dieron lugar a fragmentación, complejidad y costos.

Las compañías corren el riesgo de abrumar a los usuarios con demasiados datos o muy poca información. Si bien las compañías deben ser selectivas en lo que divulgan, la selección selectiva de las divulgaciones y la falta de una visión justa y equilibrada de la sostenibilidad de una compañía probablemente contribuyan a la percepción de lavado de imagen. La falta de coherencia en los datos dificulta a los inversionista y otros usuarios de la información hacer comparaciones entre compañías.

La sostenibilidad no se entiende completamente en todos los niveles de la gestión de la compañía, incluso dentro de la junta directiva y el alta dirección. Los reportes de sostenibilidad no pueden ser auténticos y abordar el reto del greenwashing hasta que la sostenibilidad se integre en la toma de decisiones y las operaciones de toda la organización. Solo aproximadamente la mitad (52%) de los encuestados por el comité de auditoría en la encuesta de Deloitte Global de 2021 consideraron que su compañía tenía la información, las capacidades y el mandato para cumplir con sus responsabilidades con respecto al cambio climático.

La reglamentación y la aplicación efectivas deben acompañar la búsqueda de información sobre sostenibilidad comparable, coherente, fiable y útil para la toma de decisiones. Las fuerzas del mercado por sí solas no pueden generar la escala y la magnitud del cambio que se necesita para avanzar hacia un futuro sostenible; la colaboración entre los sectores público y privado es fundamental para lograr un futuro más sostenible. Se deben emplear intervenciones políticas y cambios legislativos en forma de incentivos y sanciones para acelerar este cambio.

Cada parte interesada (inversionista, responsables de políticas, clientes, empleados, comunidades, etc.) tiene un papel específico que desempeñar a la hora de exigir cuentas a las compañías. Sin embargo, muchas no comprenden plenamente las complejidades del panorama de los reportes de sostenibilidad o no cuentan con los conocimientos, las habilidades o la información necesarios para interactuar de forma eficaz con las compañías y exigirles responsabilidades. Los reportes anuales y los estados financieros, que contienen grandes cantidades de datos sobre el desempeño corporativo, suelen ser demasiado largos y complejos para satisfacer las necesidades de las partes interesadas.

La transformación a paso acelerado requerirá esfuerzos estratégicos para impulsar una implementación coordinada entre sectores e industrias, entre pares y en todas las cadenas de suministro. Un enfoque holístico a nivel de sistema puede generar oportunidades críticas de colaboración en la transición hacia una economía sostenible. La falta de sincronización hasta la fecha creó obstáculos y complejidades, ha desincentivado el cambio de comportamiento y corre el riesgo de dejar atrás a las pequeñas y medianas compañías.

Perspectivas