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Cambio de sistemas para un futuro sostenible

Repensando la estrategia climática corporativa

El cambio climático está transformando el panorama empresarial global, pero muchos líderes corporativos subestiman la velocidad y escala con las que probablemente se producirá el cambio hacia una economía de bajas emisiones, además no reconocen la oportunidad comercial asociada a dicha transición. A medida que los líderes pasan de la ambición a la acción, la comprensión y aceleración de la transformación de los sistemas será crucial. Explore un plan que ayude a las organizaciones a diseñar una estrategia climática corporativa que impulse el cambio y genere nuevo valor en una economía alineada con el clima.

Navegando por la transformación de sistemas

Para aprovechar y catalizar los cambios urgentes al nivel de sistemas que necesitamos, los líderes empresariales deben adoptar un enfoque diferente que aborde la crisis climática. Debemos liberarnos de las mentalidades lineales y tradicionales, en las que el mañana parece casi idéntico al ayer. Para ello, los líderes corporativos necesitan comprender el pensamiento sistémico y la transformación de los sistemas.

Este es el primero de una serie de reportes de Deloitte y RMI que establecen un nuevo enfoque para la acción climática corporativa en una era de rápida disrupción. Se trata de una creación de la Iniciativa de Sistemas Sostenibles de Deloitte, lanzada para catalizar el cambio de sistemas a través de activaciones en el mercado y colaboraciones con firmas líderes, organizaciones no gubernamentales (ONG), instituciones académicas y agencias gubernamentales.

El mundo está a punto de entrar en una reconfiguración fundamental de nuestra economía. Descubra cómo el pensamiento sistémico ayuda a las organizaciones a diseñar una estrategia climática corporativa que impulse el cambio y las posicione para la creación de valor a largo plazo.

Por qué los líderes empresariales deberían explorar un enfoque diferente para la estrategia climática corporativa

La economía adaptada al cambio climático es la economía del futuro y su diseño es muy diferente al que vemos actualmente. Las políticas y fuerzas del mercado están impulsando innovaciones que se transmiten a través de sistemas industriales y cadenas de suministro, abriendo nuevas vías para la creación de valor. Es casi seguro que el ritmo del cambio se acelerará a medida que gobiernos, compañías, empleados, comunidades e inversionista se pongan a la altura de la urgencia de la crisis climática, con el objetivo de mantener el calentamiento global en torno a los 1.5 °C y evitar que se desencadenen puntos de inflexión críticos. Todo esto apunta a un esfuerzo colectivo para transformar la economía a una velocidad y una escala sin precedentes.

Esta transición ofrece una enorme oportunidad de negocio y riesgo. El análisis de Deloitte sugiere que la rápida descarbonización global podría generar un dividendo económico de 43 billones de dólares para 2070 en comparación con un mundo de cambio climático descontrolado. ¿Qué organizaciones estarían mejor posicionadas para crear y capturar este nuevo valor? Aquellas que desafían los sistemas existentes en sus industrias.

A medida que avanza el cambio hacia una economía adaptada al cambio climático, las organizaciones tienen la oportunidad de acelerar la transición para obtener beneficios a largo plazo. Responder con iniciativas graduales o divididas (que suelen ser la norma) llevaría a la pérdida de oportunidades de negocio, inversión en activos estancados o al fracaso de la empresa.

Fuente 1: Deloitte, Punto de inflexión; Fuente 2: Reporte 2070

¿Qué es la transformación de sistemas?

Es fundamental que los líderes empresariales identifiquen si se está produciendo una transformación en los sistemas y entiendan cómo responder, especialmente cuando fuerzas como el cambio climático están alterando la economía en muchos niveles simultáneamente. Para ello, deben tener claro el “qué” y el “por qué” de la transformación de los sistemas.

Los sistemas son conjuntos de elementos interconectados y organizados de tal manera que trabajan juntos para lograr un objetivo. Ya sea una cadena de valor, un bosque o un cuerpo humano, cada sistema interactúa con otros; los sistemas sociotécnicos y socioeconómicos, responsables de la mayor parte de las emisiones al planeta (energía, transporte, industria, alimentos y uso de la tierra), son parte de un sistema más grande de sistemas. En el caso de las empresas, algunos elementos podrían ser su base de clientes, proveedores y activos.

En este contexto, la innovación es un cambio en el sistema y puede basarse en la tecnología (por ejemplo, los vehículos eléctricos), en una idea (por ejemplo, la prohibición de fumar) o en una combinación de ambas (por ejemplo, las redes sociales). Para poder escalar, las innovaciones necesitan romper con algún equilibrio existente entre el precio y una o más dimensiones del rendimiento (por ejemplo, la velocidad, la durabilidad o las emisiones).

Un bucle de retroalimentación reforzador es el proceso por el cual se puede amplificar el impacto de un pequeño cambio, haciendo que la transformación en otras partes sea más probable. Estos ciclos pueden incluir curvas de aprendizaje, economías de escala, refuerzo tecnológico o difusión social y ayudar a impulsar la adopción de innovaciones. Dado que el sector privado desempeña un papel clave en la creación e impulso de estos ciclos de retroalimentación, un componente central de la estrategia de emergencia alineada con los sistemas es reconocer cuáles de estos procesos están en juego y comprender cómo las empresas pueden trabajar para acelerarlos.

Si los ciclos de retroalimentación se afianzan, pueden crear un efecto de “descontrol”, marcado por un punto de inflexión. Las innovaciones que alcanzan escala suelen seguir un patrón de adopción en forma de curva en forma de S, es decir, lenta al principio, luego de rápido crecimiento, antes de estabilizar nuevamente al alcanzar la saturación del mercado.

Fuente: RMI, “Aprovechando el poder de las curvas S”, 28 de octubre de 2022

Aprovechando el poder de la transformación de los sistemas

La transición a una economía adaptada al cambio climático no se producirá por sí sola. Ante una grave perturbación climática que se avecina, los actores globales trabajan deliberada y proactivamente (aunque de forma dispar) para reconfigurar los sistemas energético, de transporte, industrial y alimentario. Las empresas tienen el poder de impulsar ciclos de retroalimentación virtuosos y reforzadores para ayudar a que esto suceda. A menudo, esto requiere la colaboración en toda la cadena de valor.

Todas las transiciones pueden aprovecharse, ya que siguen el mismo patrón de dinámica cambiante en cinco fases. Las barreras y la dinámica del sistema para acelerar la transición a una economía adaptada al clima suelen ser previsibles, manejables y remediable a través de cada una de estas etapas. A medida que se desarrollan las transiciones, las partes interesadas con un conocimiento estable de las innovaciones y sus fases relacionadas pueden desarrollar estrategias específicas para mantener a la vanguardia y aprovechar las condiciones que cambian rápidamente.

La investigación en etapa temprana impulsa el desarrollo de innovaciones

Esta fase suele iniciar a raíz de un acontecimiento, desastre o descubrimiento científico que genera atención u otro impulso. En la transición hacia la sostenibilidad, el primer paso ha sido aceptar la responsabilidad ante las causas de la crisis climática y el compromiso por encontrar y realizar los cambios necesarios para un futuro sostenible sin el aumento de 1.5 °C.

En cualquier transición, la primera fase implica experimentar y definir problemas, oportunidades de mercado y soluciones disponibles. Los obstáculos que se presentan antes de avanzar suelen deberse a una falta de motivación o a una comprensión limitada del problema.

Las innovaciones se ponen a prueba, a menudo a través de asociaciones público-privadas.

Esta fase se caracteriza por una nueva dinámica de mercado en la que se destinan cantidades cada vez mayores de capital al desarrollo de proyectos piloto, prototipos y demostraciones. Estos pueden ser desarrollados por organizaciones que realizaron investigaciones tempranas, emprendedores o grandes corporaciones que buscan reinventar financiadas por subsidios, capital filantrópico e inversionista privados. Es más probable que las innovaciones basadas en ideas involucren proyectos de la sociedad civil, sector gubernamental y sector privado que los avances tecnológicos. Las empresas establecidas pueden enfrentar riesgos reputacionales por no invertir en proyectos.

Las innovaciones prometedoras pueden quedar atrapadas en el “valle de la muerte”, que se refiere a una brecha entre los recursos disponibles y la aparente demanda del mercado de innovaciones para dar el salto de la I+D al desarrollo de productos comerciales. Las compañías pueden recurrir a organizaciones de investigación para aprovechar las innovaciones en sus primeras etapas, proporcionando financiación y sistemas de apoyo a través de programas de incubación y asociaciones público-privadas.

Las innovaciones son escaladas por los precursores y establecidas en nichos de mercado.

Esta fase se caracteriza por la formación de nichos de mercado que conecten la oferta con la demanda. La demanda inicial, que a menudo incluye un conjunto de clientes dispuestos a pagar una prima, anima a las compañías pioneras a invertir en estas innovaciones e intentar captar beneficios de pioneros en los nichos de mercado. El refuerzo de los bucles de retroalimentación permite ampliar la solución, reducir costos y mejorar rendimiento a medida que aumenta la demanda de los clientes.

Incluso las soluciones más prometedoras pueden languidecer en la fase 3. Los productores pueden no estar dispuestos a aumentar la capacidad porque no confían en que haya clientes dispuestos a comprarla, y los posibles clientes perciben que la oferta es insuficiente para satisfacer sus necesidades. En esta fase, las innovaciones suelen venir acompañadas de un sobreprecio, lo que puede disuadir aún más a los productores preocupados por su competencia.

Para salir de este impasse, las compañías pueden explorar diversos mecanismos para señalar la demanda de innovaciones alineadas con el ambiente. La interacción con pares del sector privado, competidores y gobiernos ayudaría a iniciar ciclos de retroalimentación positiva que aumenten la confianza y actividad del mercado. Los acuerdos de compraventa, contabilidad de los pedidos y coaliciones de compradores pueden dar a los productores la confianza necesaria para acelerar la producción.

Los líderes de la oferta y demanda presionan para fortalecer el entorno propicio

Una vez que se alcanza la fase 4, la innovación se vuelve viable para un público masivo a medida que alcanza la parte empinada de la curva en forma de S. Ya no se necesitan subsidios e incentivos para justificar el negocio y el enfoque se desplaza a la creación de un entorno propicio (por ejemplo, infraestructura de apoyo, desarrollo de la fuerza laboral, productos y servicios complementarios y regulaciones), que puede tener dificultades para seguir el ritmo de la rápida adopción de la innovación en sí.

Las empresas pueden hacer frente a los problemas de crecimiento del mercado colaborando con los gobiernos y socios de la cadena de valor para invertir en infraestructura, capacitación de trabajadores y otros apoyos al mercado. A medida que los organismos participan en la elaboración de normas y la estandarización, las organizaciones también pueden presionar para que se establezcan regulaciones que respalden el desarrollo y crecimiento de la innovación. Los inversionista pueden dirigir el capital privado hacia el fortalecimiento de los facilitadores clave.

La innovación alcanza una escala y es ampliamente adoptada o mantiene un amplio cumplimiento.

En esta fase final, las nuevas convenciones culturales ayudan a que consumidores y actores del ecosistema vean la innovación como algo “normal”. Las compañías pioneras que encabezaron el crecimiento de la innovación pueden estar firmemente establecidas como líderes del mercado. Las compañías tradicionales que no lograron adaptarse pueden encontrarse con activos estancados, costos en aumento y ganancias menguantes a medida que los consumidores adoptan la nueva opción. El sistema reconfigurado puede comenzar a informar transiciones similares en otros sectores y geografías.

Al basarse en los enfoques de la fase 4, las compañías pueden colaborar con los gobiernos para crear normas y reglamentos que garanticen una adopción estable de las soluciones innovadoras y una eliminación gradual de las existentes. También es posible que recurran al desarrollo de nuevos mercados, al apoyo de la transferencia de tecnología y conocimientos, así como a la aplicación de prácticas de gestión de riesgos de transición.

Fuente: Análisis de RMI

Acelerando la transformación de los sistemas

En tiempos de disrupción a nivel de sistemas, el reconocer y aprovechar oportunidades que presentan estos cambios fundamentales exige un enfoque diferente al plan. Una estrategia de emergencia adopta una perspectiva sistémica, un enfoque en cómo una organización puede acelerar el cambio mediante la participación de otros actores clave del sistema, especialmente aquellos que se encuentran arriba y abajo en la cadena de valor.

Una estrategia de emergencia corporativa a menudo implica estas consideraciones clave:

  1. Enmarcar la estrategia corporativa en función del cambio transformacional versus el cambio incremental.
  2. Reconocer cuándo y dónde puede estar ocurriendo o podría surgir una transformación de los sistemas.
  3. Diagnosticar las fases de transformación de los sistemas y ajustar la estrategia en consecuencia.
  4. Involucrar a una amplia gama de partes interesadas para dar forma a los resultados a nivel de sistema.
  5. Adoptar una mentalidad de principiante con apertura a aprender continuamente y adaptarse a entornos cambiantes.

El cambio climático y las respuestas globales están alterando el panorama empresarial en todas partes. Todos tenemos un papel que desempeñar y, si tomamos medidas significativas (invirtiendo a la velocidad y escala necesarias), los líderes empresariales pueden prosperar en la economía del futuro.

En los próximos reportes se analizarán estos temas con más profundidad, se examinará cómo las compañías pueden diseñar una estrategia de emergencia a medida y las formas en que se está produciendo la transformación en los sistemas energético, alimentario, de movilidad e industrial. Estamos preparados para ayudar a las empresas en este momento crítico mientras trabajan para que esto suceda.

Deloitte

Scott L. Corwin

Director general

Director de Estrategia y Comercialización

Práctica de Sostenibilidad, Clima y Crecimiento de Renta Variable de Deloitte US

Deloitte LLP

Celular: +1 917 853 3735

scottcorwin\@deloitte.com

Preeti Pincha

Director de la Iniciativa de Sistemas Sostenibles

Práctica de Sostenibilidad, Clima y Crecimiento de Renta Variable de Deloitte US

Deloitte LLP

Celular: +1 347 266 5412

ppincha\@deloitte.com

Derek Pankratz

Líder de investigación sobre cambio climático y sostenibilidad

Centro de Investigación Integrada

Deloitte Servicios LP

Celular: +1 920 242 1141

dpankratz\@deloitte.com

Allison Connell

Manager

Práctica de Sostenibilidad, Clima y Crecimiento de Renta Variable de Deloitte US

Deloitte LLP

Celular: +1 224 423 3295

aconnell\@deloitte.com

RMI

James Newcomb

Experto senior

Perspectivas estratégicas

RMI

Teléfono: +1 720 317 1019

jnewcomb\@rmi.org

Laurens Speelman

Principal

Perspectivas estratégicas

RMI

Teléfono: +1 720 314 3511

lspeelman\@rmi.org

Jun Shepard

Manager

Perspectivas estratégicas

RMI

jshepard\@rmi.org

Equipo central de investigación

Deloitte

  • Ana Ng
  • Sura Sehgal
  • Hanna Bogrow

RMI

  • Yuki Numata
  • Addy Sonaike
  • Julia Fontales

Los autores desean agradecer a los numerosos colegas que aportaron información valiosa para este reporte, incluyendo a Blythe Aronowitz, Andrew Ashenfelter, Matthew Budman, Charlie Bloch, Jon Creyts, Matt Majsak, Marissa Medina, Pradeep Philip, Freedom-Kai Phillips y Jon Raphael.

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