La tradición de Deloitte de formar líderes desde dentro se extiende profundamente en la historia de la organización y continúa hoy en día con numerosas iniciativas internas dedicadas a ayudar a sus talentosos profesionales a crecer y desarrollar su potencial.
En 1862, el empleado Henry Dever se convirtió en el tercer socio de William Welch Deloitte. Dever recompensó la fe de Deloitte en él con toda una vida de servicio. Entre otros logros, Dever se desempeñó como liquidador de las cuentas de Great Eastern Steamship Co. y C. de Murrieta & Co. Del mismo modo, George Cloutte, que se unió al personal de Deloitte en 1869, ascendió a jefe de oficina a finales de la década de 1880 y se convirtió en el sexto socio en 1889.
Cloutte y Dever sirven como recordatorios de que la dedicación de Deloitte a cultivar líderes desde adentro es realmente parte del ADN de la organización.
Las firmas heredadas de Deloitte también formaron líderes desde adentro. Charles Stewart Ludlam comenzó su carrera en Haskins & Sells en 1897 como CPA No. 115 de Nueva York y se convirtió en el tercer socio de la firma en 1903. En Touche, Niven & Co., Victor H. Stempf se unió a la oficina de la firma en St. Louis en 1915 y fue nombrado socio en 1922. A medida que Deloitte se expandía, siguieron historias de éxito similares en todo el mundo. Rita Nikolian se incorporó a Deloitte como secretaria en 1988 y finalmente se convirtió en socia del departamento de Consultoría Fiscal de la oficina de Deloitte en São Paulo.
En medio de la Cuarta Revolución Industrial, Deloitte continúa atrayendo a jóvenes profesionales talentosos y los ayuda a preparar para roles de mayor responsabilidad. Las instalaciones de última generación de la Universidad de Deloitte ofrecen a los profesionales de Deloitte programas de desarrollo de liderazgo de clase mundial, y la metodología de Química Empresarial de Deloitte emplea conocimientos de la neuroantropología y la genética para ayudar a los futuros líderes a comprender sus propios estilos de negocio y liderar equipos de manera más efectiva.
Este desarrollo de liderazgo centrado en el futuro es una parte vital para garantizar que, dentro de 100 años, Deloitte siga brindando un servicio superior al cliente, incluso cuando el panorama tecnológico cambia y surgen nuevos desafíos comerciales.
El impulso del desarrollo profesional ahora debe abarcar un proceso de actualización continua y la introducción a nuevas áreas de estudio. La explosión de conocimientos por sí sola lo hace necesario. No es posible marchar con el diploma y considerar formado para toda la vida.
-Elmer G. Beamer, socio, Haskins & Sells, 1971