Sara Siegel

United Kingdom

Kavita Rekhraj

Malaysia

Ibo Teuber

Germany

Maurice Fransen

Netherlands

Alicia Janisch

United States

Los líderes de los sistemas de salud en varias partes del mundo tienen la intención de impulsar eficiencias, aumentar la productividad y mejorar el compromiso del paciente en 2025, según los resultados de una encuesta realizada por el Deloitte US Center for Health Solutions. Más del 70% de los ejecutivos de nivel C en cinco países afirmaron que mejorar la eficiencia operativa y lograr aumentos de productividad serán prioridades para sus organizaciones este año.

Independientemente de la ubicación geográfica, muchos sistemas de salud han llegado a un punto de inflexión. A menudo operan con presupuestos limitados mientras enfrentan una escasez continua de personal y el agotamiento de los médicos, además de la presión para implementar nuevas tecnologías. Al mismo tiempo, intentan mantenerse al día con las cambiantes preferencias y expectativas de los consumidores.

El Deloitte US Center for Health Solutions encuestó a 121 ejecutivos de nivel C de organizaciones de salud en Australia, Canadá, Alemania, los Países Bajos, el Reino Unido y los Estados Unidos en agosto y septiembre de 2024. Estas regiones representan una parte significativa de la economía global y ofrecen perspectivas valiosas sobre las tendencias actuales en la industria. Las organizaciones de salud en África, Asia, Europa del Este y del Sur, y Sudamérica no fueron encuestadas. Si bien los resultados de la encuesta reflejan principalmente las perspectivas de mercados de salud desarrollados, evidencia anecdótica sugiere que los mercados en desarrollo pueden compartir prioridades similares, aunque esto no está confirmado cuantitativamente.

La transformación digital podría ganar impulso en 2025.

La transformación digital acelerada fue señalada como el tema más probable de impactar a los sistemas de salud globales en 2025. Esto no es sorprendente, dado que el sector salud está varios años detrás de otras industrias, como el comercio minorista y las finanzas, en la adopción de tecnologías digitales. Muchos sistemas de salud todavía dependen de faxes, procesos manuales y flujos de trabajo obsoletos, lo que los convierte en candidatos ideales para la transformación digital.

Mientras que los sistemas de salud en algunos países han estado en un proceso de transformación digital durante una década o más, otros apenas están comenzando. Aproximadamente el 70% de los encuestados indicaron que invertir en plataformas tecnológicas para herramientas y servicios digitales será importante para sus organizaciones. Además, el 60% destacó la necesidad de invertir en tecnologías centrales como los registros médicos electrónicos (EMR) y el software de planificación de recursos empresariales (ERP). Cerca del 90% de los ejecutivos de nivel C encuestados esperan que el uso de tecnologías digitales se acelere en 2025, y la mitad anticipa un impacto significativo (figura 2).

Más de la mitad (52%) de los 81 encuestados fuera de EE. UU. indicaron que la transformación digital podría tener un impacto significativo en las estrategias organizacionales, en comparación con solo el 30% de los 41 encuestados estadounidenses. Algunos sistemas de salud que ya han adoptado tecnologías centrales están comenzando a incorporar inteligencia artificial, aprendizaje automático, análisis predictivo y computación en la nube para mejorar aún más las eficiencias administrativas, financieras y clínicas, así como la productividad del personal.

La mayoría de los ejecutivos de sistemas de salud encuestados señalaron que sus organizaciones están desarrollando casos de uso o planean explorar la inteligencia artificial generativa (gen AI) en los próximos 12 meses. Más del 40% de los encuestados dijeron que sus organizaciones ya han experimentado un retorno de inversión significativo o moderado en gen AI, mientras que el 37% considera que aún es demasiado pronto para saberlo (figura 3).

Los procesos administrativos que aún se realizan manualmente en los sistemas de salud de todo el mundo podrían automatizarse mediante gen AI y otras tecnologías digitales. Por ejemplo, las derivaciones de pacientes suelen hacerse por fax, teléfono o correo electrónico, y luego el personal ingresa manualmente la información en el registro del paciente. Este enfoque manual también se aplica a la programación y confirmación de citas, así como al ingreso de datos sobre visitas, diagnósticos, planes de tratamiento y cuidados posteriores al alta.

Los agentes autónomos de gen AI, también conocidos como “agentic AI”, podrían utilizarse para automatizar algunas de estas tareas, mejorando la eficiencia y productividad del personal administrativo y reduciendo los costos del sistema de salud. El agentic AI se refiere a soluciones de software capaces de completar tareas complejas y cumplir objetivos con poca o ninguna supervisión humana. A diferencia de los chatbots y co-pilotos, el agentic AI tiene el potencial de aumentar la productividad de los trabajadores del conocimiento y automatizar procesos de varios pasos en diferentes funciones empresariales.

En el ámbito clínico, los algoritmos que ayudan a analizar tomografías computarizadas, resonancias magnéticas e imágenes de rayos X representan más de las tres cuartas partes de los dispositivos basados en IA autorizados por la FDA de EE. UU.

Si bien la gen AI tiene el potencial de mejorar la eficiencia y la productividad, existe una posible falta de confianza asociada con su papel en evolución dentro de la sociedad, lo que podría generar escepticismo entre pacientes y otros actores. Por ejemplo, si los datos utilizados para entrenar los modelos de IA están sesgados o no son equilibrados, la información generada podría ser poco fiable. Además, se ha demostrado que la gen AI puede “alucinar” y producir información falsa si no ha sido entrenada con datos adecuados o revisada por un humano. Estos puntos ciegos son importantes a considerar al desarrollar una estrategia de gen AI.

Estrategias para maximizar las tecnologías digitales en los sistemas de salud

Las tecnologías digitales tienen el potencial de mejorar significativamente la eficiencia y la productividad dentro de los sistemas de salud. Para aprovechar plenamente los beneficios de estas tecnologías, los sistemas de salud deberían considerar la implementación de las siguientes estrategias:³

  • Modernizar la infraestructura de datos y tecnología central:
    Datos de alta calidad y sin sesgos son fundamentales para que las tecnologías digitales alcancen su máximo potencial en la mejora de la eficiencia. Los sistemas de salud pueden necesitar integrar datos de múltiples plataformas en toda la organización. Consideraciones clave incluyen gobernanza, automatización, privacidad y seguridad. Esta modernización es esencial para implementar de manera efectiva tecnologías emergentes como la computación en la nube y la inteligencia artificial generativa (gen AI).
  • Migrar a un entorno en la nube:
    Las organizaciones que aún no han realizado la transición a la nube pueden encontrar dificultades para implementar tecnologías transformadoras. La nube proporciona una gran capacidad de cómputo, almacenamiento de datos y seguridad, lo que puede respaldar el éxito de otras tecnologías digitales.
  • Reforzar las medidas de ciberseguridad:
    Si bien la transformación digital puede llevar a mejoras en la eficiencia, también aumenta el riesgo de ciberataques. Aproximadamente tres cuartas partes de los encuestados (78%) indicaron que mejorar la ciberseguridad es una prioridad este año. Los ataques futuros son casi inevitables, ya que las organizaciones de salud de todo el mundo están adoptando la transformación digital. La creciente sofisticación de los ciberataques representa un desafío constante, a pesar de que la mayoría de los sistemas de salud están invirtiendo en capacidades para detectar dichos ataques de manera temprana y frecuente.

La mayoría de los ejecutivos de sistemas de salud están de acuerdo en que se necesitan más regulaciones para la inteligencia artificial.

Más del 80% de los ejecutivos de sistemas de salud encuestados esperan que la proliferación de la inteligencia artificial generativa (gen AI) tenga un “impacto significativo” (26%) o un “impacto moderado” (55%) en sus organizaciones en 2025. Los encuestados también coincidieron en que es necesario un control regulatorio sobre esta tecnología (figura 4).

En Estados Unidos, la FDA está actualizando las regulaciones para gestionar el creciente uso de la IA en el sector salud, con un enfoque en la seguridad del paciente y el ciclo de vida de las herramientas de IA. De manera similar, la Unión Europea ha introducido un marco regulatorio para abordar el uso de la IA en la atención médica. Según la Ley de IA de la UE (EU AI Act), cualquier sistema de IA que se comercialice en el mercado europeo está sujeto a su jurisdicción. La ley define los sistemas de IA y los clasifica en cuatro categorías de riesgo: inaceptable, alto, limitado y mínimo. Los sistemas considerados inaceptables están prohibidos y deben eliminarse gradualmente.

Valorar a los empleados del sector salud

La escasez mundial de personal en el sector salud se espera que continúe en 2025, especialmente en países de ingresos bajos y medios-bajos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima un déficit de 10 millones de trabajadores de la salud para 2030. Más del 80% de los ejecutivos de salud encuestados esperan enfrentar desafíos externos relacionados con la fuerza laboral este año, como dificultades para contratar y escasez de talento. Por ello, los encuestados consideran importante que sus organizaciones inviertan en estrategias de retención y compromiso del personal.

Esta necesidad de invertir en la retención y el compromiso de la fuerza laboral se ve reforzada por eventos recientes. A principios de 2024, más de 12,000 médicos residentes en Corea del Sur se declararon en huelga, exigiendo mejores condiciones laborales y menos horas de trabajo. Corea del Sur tiene una de las proporciones más bajas de médicos por habitante en el mundo desarrollado, con solo 2.6 médicos por cada 1,000 personas. Más tarde en 2024, médicos residentes del Servicio Nacional de Salud (NHS) de Inglaterra realizaron una huelga prolongada por mejores salarios y condiciones laborales, lo que resultó en la cancelación de más de 1.5 millones de citas, según el NHS. En Nueva Zelanda, alrededor de 36,000 enfermeras, asistentes de salud y parteras se declararon en huelga en diciembre de 2024, exigiendo mejores salarios, mayor personal y mayor seguridad para los pacientes. El agotamiento entre el personal clínico, a menudo debido al estrés prolongado por condiciones laborales exigentes, puede reducir la productividad, disminuir la satisfacción laboral y afectar negativamente la atención al paciente.

Los sistemas de salud, sean públicos o privados, funcionan como negocios. Sin embargo, a diferencia de otras industrias que consideran a sus empleados como activos, los trabajadores de la salud a veces son pasados por alto en las decisiones de asignación de recursos, especialmente cuando el presupuesto es limitado. No obstante, priorizar la salud y el bienestar del personal puede reducir costos al disminuir el agotamiento y aumentar las tasas de retención. Este enfoque puede mejorar la productividad del personal existente y estabilizar los gastos relacionados con la contratación y capacitación de nuevos empleados.

Reducir las cargas administrativas debe ser una prioridad para los líderes de sistemas de salud. La investigación demuestra que estas tareas de bajo valor contribuyen al agotamiento de los médicos y enfermeras. Se estima que entre el 15% y el 28% del trabajo de las enfermeras consiste en tareas de bajo valor. Los médicos de las unidades de cuidados intensivos pueden dedicar solo entre el 15% y el 30% de su tiempo a los pacientes, pasando el resto en tareas administrativas como la actualización de historiales médicos. Las herramientas digitales pueden simplificar algunas de estas tareas, permitiendo que los médicos y otros profesionales dediquen más tiempo a la atención directa al paciente, lo que podría ayudar a reducir el agotamiento.

Según un modelo desarrollado por el Deloitte US Center for Health Solutions, la tecnología puede liberar entre el 13% y el 21% del tiempo de las enfermeras, lo que equivale a entre 240 y 400 horas al año por enfermera. Muchos sistemas de salud operan con presupuestos ajustados y a menudo no cuentan con suficiente personal clínico para satisfacer la demanda. ¿Puede la tecnología cambiar esto? Algunas herramientas digitales ya disponibles pueden reducir el tiempo que las enfermeras dedican a tareas administrativas en un 20%, permitiéndoles dedicar más tiempo a sus pacientes, según investigaciones de Deloitte US.

Estrategias para abordar los desafíos de la fuerza laboral

Reconocer el valor del personal y proporcionarles las herramientas para ser más productivos puede conducir a una fuerza laboral más saludable, motivada y eficiente. Los líderes de los sistemas de salud deberían considerar la implementación de las siguientes estrategias:

  • Utilizar la tecnología para ayudar a reducir el trabajo de bajo valor y mejorar la productividad: Al disminuir las cargas administrativas, los profesionales de la salud pueden dedicar más tiempo a los pacientes y sus familias. Los ahorros de tiempo pueden ser aún mayores cuando las tecnologías se combinan con soluciones no tecnológicas, como la reestructuración de equipos, el rediseño de los flujos de trabajo y mejoras en el entorno físico.

  • Educar al personal sobre las nuevas tecnologías: Los sistemas de salud pueden necesitar invertir en educación y capacitación para ayudar al personal a desenvolverse en el mundo digital. También puede ser necesario tranquilizar a los empleados asegurándoles que las nuevas tecnologías no están destinadas a eliminar sus puestos de trabajo, sino a hacerlos más productivos y eficientes. Es fundamental educar a los profesionales sobre el valor potencial de las nuevas tecnologías, ya que algunos pueden mostrarse reacios a adoptarlas si temen que puedan desviar recursos y tiempo críticos de la atención directa al paciente.

  • Apoyar la salud y el bienestar de la fuerza laboral: Alrededor de dos tercios de los encuestados (67%) indicaron que es importante que sus organizaciones inviertan en la salud mental y el bienestar general del personal. Incluso ahorros de tiempo modestos pueden ser beneficiosos para los profesionales que enfrentan largas jornadas y cargas de trabajo pesadas.

Cumplir y superar las expectativas de los pacientes

Los tiempos de espera prolongados para citas con clínicos o pruebas diagnósticas pueden afectar negativamente la experiencia del paciente. Por ejemplo, los usuarios de sistemas de salud públicos pueden tener que esperar días o semanas para obtener una cita. En 2023, los canadienses experimentaron un tiempo de espera medio de 12,9 semanas para una resonancia magnética, dos semanas más que el año anterior.

Cuando no se cumplen las expectativas, los pacientes que dependen de un sistema de salud público suelen tener menos flexibilidad para cambiar de médico o de lugar de atención en comparación con quienes cuentan con cobertura privada o pagan de su bolsillo. Sin embargo, la democratización de la información está cambiando gradualmente esta situación, empoderando a los pacientes para tomar sus propias decisiones médicas.

Hoy en día, los pacientes tienen acceso a una creciente cantidad de datos de salud detallados. El mayor uso de esta información, junto con aplicaciones y herramientas digitales, puede ayudar a los pacientes a tomar decisiones informadas y a tener un mayor control sobre su proceso de atención. Además, sus interacciones con los sectores minorista y financiero están elevando sus expectativas respecto a los sistemas de salud y los médicos. Las experiencias en estas industrias están modificando las expectativas y preferencias de los pacientes, lo que podría tener un impacto profundo en los sistemas de salud en 2025.

Casi tres cuartas partes de los ejecutivos de sistemas de salud encuestados (72%) señalaron que “mejorar la experiencia, el compromiso y la confianza del consumidor” será una prioridad en 2025. Por ejemplo, Ritz-Carlton busca “deleitar” a sus clientes utilizando datos para crear experiencias personalizadas. De manera similar, los datos y las herramientas digitales pueden ayudar a los sistemas de salud a anticipar eventos adversos y transformar la experiencia del paciente. Por ejemplo, algoritmos desarrollados a partir de datos de historias clínicas electrónicas pueden ayudar a identificar a pacientes cardíacos con alto riesgo de sufrir un segundo infarto, permitiendo que el personal clínico trabaje con ellos para reducir sus riesgos de salud.

Los sitios alternativos de atención, como la salud virtual o el hospital en casa, pueden ayudar a satisfacer las expectativas cambiantes de los pacientes. Casi el 90% de los ejecutivos de sistemas de salud esperan que la adopción de herramientas digitales, la prestación de atención conectada y la salud virtual influyan en sus estrategias para 2025. La salud virtual tiene el potencial de mejorar la accesibilidad y reducir los tiempos de espera. En zonas rurales de India e Indonesia, por ejemplo, la instalación médica más cercana puede estar a varias horas de distancia, y programar un procedimiento médico puede llevar semanas o meses. El sector de la salud en India está atravesando una transformación digital para hacer los servicios más accesibles y asequibles (ver recuadro, “Muchos países de Asia avanzan hacia la transformación digital”). En países más avanzados, la salud virtual se combina con portales para pacientes y aplicaciones para mejorar el compromiso, conectando a los pacientes con equipos de atención y otras partes del ecosistema de salud.

Muchos países en Asia están avanzando hacia la transformación digital.

Si bien existe interés en la transformación digital, los líderes del sector salud y los funcionarios gubernamentales en algunos países de Asia están asegurándose de contar con los datos correctos, en el formato y lugar adecuados, para avanzar de manera efectiva. Por ejemplo, los nueve hospitales privados de Singapur se han comprometido a compartir la información de salud de los pacientes con el sistema nacional de registros electrónicos de salud (EHR, por sus siglas en inglés), según anunció el Ministerio de Salud a finales de 2024. Malasia, por su parte, está en proceso de establecer un sistema nacional de registros médicos electrónicos (EMR). IHH Healthcare, una empresa privada que opera 80 hospitales en 10 países, recientemente migró algunos sistemas de bases de datos hospitalarias locales en Malasia y Singapur a la nube.

En Japón, el gobierno está desarrollando un sistema para consolidar datos provenientes de diferentes plataformas y sistemas de salud. También está promoviendo la adopción generalizada e interoperabilidad de los EMR basados en la nube para acelerar la digitalización del sector salud. El Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar de Japón está facilitando la eliminación de barreras regulatorias y ofreciendo subsidios para apoyar el intercambio nacional de información médica.

El Ministerio de Salud y Bienestar Familiar de la India creó la Misión Digital Ayushman Bharat para establecer un ecosistema de salud que conecte digitalmente hospitales, clínicas, aseguradoras, médicos, laboratorios y farmacias. La Junta Nacional de Acreditación de Hospitales y Proveedores de Atención Médica del país introdujo recientemente estándares preliminares para sistemas de información hospitalaria y sistemas EMR.

En Indonesia, el 80% de las instalaciones de salud “no han sido tocadas por la tecnología digital” y existen 270 millones de expedientes de pacientes únicamente en papel, según un informe de 2024 del Ministerio de Salud de la República de Indonesia. El Plan Estratégico de Transformación Digital en Salud del gobierno proporciona a los actores del sector una hoja de ruta hacia la transformación digital.

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La salud virtual podría mejorar la accesibilidad, pero también aumentar los costos

Aunque las opciones de atención virtual pueden mejorar la accesibilidad para los pacientes, podrían incrementar los costos del sistema de salud si algunas consultas presenciales se eliminan del proceso. Por ejemplo, las salas virtuales podrían utilizarse para abordar la falta de camas hospitalarias. Sin embargo, si las opciones de salud virtual y hospital en casa no logran liberar camas, podrían generar nuevos costos y aumentar la presión sobre el personal.

En Estados Unidos, parece haber una desconexión entre los consumidores y los sistemas de salud respecto a la salud virtual. Algunas organizaciones de salud han reducido o descontinuado sus ofertas de atención virtual, incluso cuando la demanda por opciones virtuales se acelera, según la Encuesta de Consumidores de Atención Médica de Deloitte 2024. Aproximadamente el 65% de los encuestados considera que la atención virtual es más conveniente que la presencial. La demanda de salud virtual también parece superar la disponibilidad en otras partes del mundo. Sin embargo, la salud virtual no se construyó de manera sistemática; en muchos países, se implementó como una solución temporal durante la pandemia de COVID-19.

Desafíos como el acceso limitado al capital y el aumento del escrutinio sobre el retorno de inversión podrían ralentizar la adopción de la salud virtual. Los sistemas de salud deberían considerar realizar un análisis de precios para comprender las implicaciones financieras de la atención virtual frente a las visitas presenciales en diferentes cohortes de pacientes, tipos de citas y entornos. Este análisis puede aportar información valiosa para identificar oportunidades de crecimiento y mejorar la retención de pacientes.

Además, los sistemas de salud deben centrarse en desarrollar flujos de procesos y operaciones que hagan que las opciones de salud virtual sean financieramente viables. Esto podría implicar crear más capacidad para aumentar el volumen de pacientes y expandir la cartera de servicios. Los profesionales de la salud podrían atender a más pacientes debido a la mayor rotación de citas, y las clínicas podrían ampliar sus horarios de atención para hacer la atención más accesible, permitiendo que los médicos trabajen turnos flexibles en línea.

A medida que los sistemas de salud se vuelven más digitales y eficientes, deberían evaluar las necesidades de las poblaciones a las que atienden. Si bien algunas personas pueden utilizar teléfonos inteligentes, tabletas o computadoras portátiles para comunicarse con profesionales médicos, otras pueden carecer de acceso a estos dispositivos o a internet de banda ancha. Además, algunas personas pueden no saber cómo usar la tecnología o no tener acceso a un espacio privado para consultas virtuales. Los sistemas de salud deberían colaborar con otros actores para desarrollar una estrategia de prestación y compromiso multicanal, que ayude a mejorar la alfabetización digital y financiera de las poblaciones a las que sirven. Sin inversiones en este ámbito, la transformación digital podría agravar las desigualdades en salud.

Estrategias para satisfacer las expectativas de los pacientes

Los sistemas de salud que eliminan ineficiencias pueden estar mejor posicionados para responder a las cambiantes expectativas de los pacientes. Esto puede ayudar a fortalecer la lealtad del paciente, construir reputación y marca, y aumentar el uso de los servicios a través de referencias de familiares y amigos. Los líderes de los sistemas de salud deberían considerar la implementación de las siguientes estrategias para mejorar la eficiencia, fortalecer el compromiso y crear una mejor experiencia para el paciente:

  • Evaluar sitios alternativos de atención: Muchas personas están interesadas en nuevas y más eficientes formas de acceder a la atención médica. La salud virtual, el hospital en casa, la atención minorista y otros sitios alternativos de atención pueden ayudar a los sistemas de salud a atender a los pacientes donde se encuentren. Sin embargo, en lugar de intentar replicar las experiencias presenciales, los sistemas de salud deberían buscar formas de superar las expectativas de los consumidores. El 63% de los encuestados espera que sus organizaciones inviertan en sitios alternativos de atención, nuevas instalaciones u opciones innovadoras de prestación de servicios en 2025.

  • Considerar herramientas digitales para mejorar el compromiso y el bienestar: El futuro de la atención médica es cada vez más digital, y los sistemas de salud que adopten este cambio podrían estar bien posicionados para prosperar en un mercado en evolución. Casi tres de cada cuatro ejecutivos de sistemas de salud (72%) afirmaron que es importante invertir en plataformas que respalden el uso de herramientas digitales. Los sistemas de salud públicos podrían reducir costos trabajando para mejorar la salud de las poblaciones a las que atienden. Las herramientas digitales deben desarrollarse para satisfacer las necesidades de todos y ayudar a garantizar que los servicios sean accesibles para poblaciones diversas.

  • Buscar oportunidades para hacer los procesos más eficientes: Los tiempos de espera prolongados pueden frustrar a los pacientes y afectar negativamente al personal si sienten que no pueden satisfacer la demanda o atender a los pacientes cuando lo necesitan. Los líderes de los sistemas de salud deben buscar formas de automatizar o mejorar los flujos de trabajo y los procesos para reducir los tiempos de espera y mejorar la experiencia general del paciente.

Priorizando el clima y la sostenibilidad

El calor extremo, combinado con el humo y altos niveles de polen en el aire, está agravando enfermedades crónicas como el asma y provocando más casos de golpes de calor y otras afecciones. El cambio climático también está aumentando el riesgo de enfermedades transmitidas por vectores como mosquitos, garrapatas y otros insectos. Un clima más cálido y húmedo podría permitir que los mosquitos se reproduzcan más rápido e infecten a los humanos con virus como el Nilo Occidental, Zika y posiblemente incluso dengue. El cambio climático tiene el potencial de impactar directamente en factores ambientales y agravar factores sociales y económicos que pueden afectar la salud física y mental.

Los sistemas de salud no solo atienden a pacientes que sufren enfermedades relacionadas con el clima, sino que también contribuyen al problema. El sector de la salud a nivel mundial produce hasta el 5.2% de las emisiones de gases de efecto invernadero del mundo. Aunque están en una posición única para abordar los problemas de salud relacionados con el cambio climático, solo el 10% de los ejecutivos de sistemas de salud encuestados le están dando prioridad, a pesar de que el 46% espera que el tema tenga un impacto moderado en sus organizaciones este año.

Invertir en sostenibilidad podría generar ahorros de costos al mejorar la salud de la población y reducir la necesidad de servicios, como menos ataques de asma y visitas a salas de emergencia. Sin embargo, es poco probable que se realicen estas inversiones sin incentivos financieros sólidos o mandatos. Las iniciativas de cambio climático y sostenibilidad suelen verse como un costo. Integrar estos esfuerzos en otras iniciativas podría ayudar a ganar impulso.

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Cumpliendo las ambiciones del cuidado de la salud en 2025

Acelerar la transformación digital en las organizaciones de cuidado de la salud sigue siendo la principal prioridad para los sistemas de salud en todo el mundo. Independientemente de la ubicación geográfica, el cuidado de la salud está preparado para una transformación digital que puede impulsar la eficiencia mediante la automatización de procesos manuales. Esta transformación también puede aumentar la productividad del personal al encargarse de tareas administrativas de bajo valor, permitiendo así dedicar más tiempo al cuidado directo de los pacientes. Dado que los costos laborales suelen representar un porcentaje significativo de los gastos de un sistema de salud, la tecnología que mejora la productividad y eficiencia del personal podría generar un retorno positivo de la inversión. También podría mejorar los resultados en salud y la experiencia general del paciente. Mientras tanto, muchos sistemas de salud a nivel mundial están luchando con una insuficiencia de personal clínico para satisfacer la demanda.

A pesar de los presupuestos limitados, la escasez de personal clínico y la presión por adoptar nuevas tecnologías, muchos líderes de sistemas de salud son optimistas respecto a su capacidad para reducir costos y mejorar la experiencia del paciente en 2025.

by

Sara Siegel

United Kingdom

Endnotes

  1. Organisation for Economic Co-operation and Development, “Health spending,” accessed Jan. 13, 2025.

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  2. Katie Palmer, “Generative AI is transforming radiology, and it’s only the beginning,” STAT, Dec. 6, 2024.

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  3. Deloitte Global, “Trust in the era of generative AI,” August 21, 2024.

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  4. Dr. Chinta Sidharthan, “FDA strengthens AI regulation to ensure patient safety and innovation in healthcare,” News Medical, Oct. 16, 2024.

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  5. Jelena Schmidt et al., “Mapping the regulatory landscape for artificial intelligence in health within the European Union,” npj Digital Medicine 7, 229 (2024).

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  6. World Health Organization, “Health workforce,” accessed Jan. 13, 2025. 

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  7. Lee Hae-rin, “Korea ranks 2nd-lowest in number of doctors among OECD nations,” The Korea Times, July 26, 2024.

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  8. Catarina Demony, “Junior doctors in England vote to accept government pay offer after long dispute,” Reuters, Sept. 16, 2024.

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  9.  RNZ, “36,000 nurses strike nationwide after ‘distressing’ pay offer,” The New Zealand Herald, December 2, 2024.    

     

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  11. National Academies of Sciences, Engineering, and Medicine; National Academy of Medicine; Committee on Systems Approaches to Improve Patient Care by Supporting Clinician Well-Being, “Factors Contributing to Clinician Burnout and Professional Well-Being,” Taking Action Against Clinician Burnout: A Systems Approach to Professional Well-Being (Washington, D.C.: National Academies Press (US), 2019), pp. 81-126; Abraham Kim and Daniel Novinson, “Administrative burden remains biggest driver of burnout, doctors say,” Op-Med, August 22, 2022; William Hillmann, Bryan D. Hayes, John Marshall, Marjory Bravard, Susan Jacob, Rosy Gil, and David Lucier, “Improving burnout through reducing administrative burden: a pilot of pharmacy-driven medication histories on a hospital medicine service,” Journal of General Internal Medicine 36, no. 8 (2021): pp. 2511–2513; US Department of Health and Human Services, “Addressing health worker Burnout: The U.S. Surgeon General’s advisory on building a thriving health workforce,” Aug. 2, 2024.

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  12. Bill Siwicki, “Automation helps return time to patients, reduce clinician burnout,” Healthcare IT News, August 25, 2023.

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  13. Sabur Safi, Thomas Thiessen, and Kurt JG Schmailzl, “Acceptance and resistance of new digital technologies in medicine: Qualitative study,” JMIR Research Protocols 7, no. 12 (2018): p. e11072.

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  14. Mackenzie Moir, “Canadian patients face long waits for diagnostic imaging,” Fraser Institute, Dec. 29, 2023.

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  16. Dan Riskin et al., “Abstract 13797: Enabling advanced real-world evidence in heart failure: A Pilot study defining preferred approaches to electronic health record data use,” Circulation 142, no. 3 (2020).

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  28. American Hospital Association, “America’s hospitals and health systems continue to face escalating operational costs and economic pressures as they care for patients and communities,” May 2024.

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Acknowledgments

The author would like to thank the many contributions to the paper: Maulesh Shukla, Hemnabh Varia and Gargi Khandelwal supported the research design and analysis of the key findings; Darshan Gosalia supported the overall coordination with the external survey vendor; and Jay Bhatt and Wendy Gerhardt contributed significantly to the interpretation and messaging of the findings.

The author would also like to thank Minni Sarkka-Hietala, Debra Sandomirsky, Filipe Piteira Ganhao, Kavita Rekhraj, Niraj Dalmia, Karen Taylor, Sabine Bennett, and Michelle Theroux for their subject matter specialization and review.

The author would also like to thank Rebecca Knutsen for her significant contributions to the editing and structuring of the paper. Additionally, she would like to thank Prodyut Ranjan Borah, Terry Koch, Christina Giambrone, and the many others who contributed to the project.

Cover image by: Sofia Sergi; Getty Images; Adobe Stock

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