Minería Inteligente

La minería digital como un ser vivo que evoluciona con los desafíos de la industria.

La industria minera de cobre se encuentra frente a múltiples desafíos que debe abordar hoy para dar respuesta a las necesidades para los próximos 20 años. En primer lugar, la necesidad de incrementar la producción de minerales para satisfacer la creciente demanda mundial. En forma paralela, la industria debe enfrentar los desafíos ambientales y sociales, como la disminución de la ley del mineral, la escasez de agua y la creciente resistencia de las comunidades locales a la exploración y explotación minera debido a sus impactos en el ecosistema y las personas.

Las últimas proyecciones de las Naciones Unidas sugieren que la población superará los 8.600 millones de personas el 2030 y 9.800 millones para el 2050. Con el crecimiento en la población, se incrementa la demanda de metales y minerales que sustentan el progreso social. Desde infraestructura civil al transporte, tecnología a agricultura y en general está presente en todos los sectores a nivel global.
En segundo lugar, se encuentra la necesidad de innovación y de incorporar nuevas tecnologías para aumentar la eficiencia operativa, así como los desafíos en la gestión de residuos y la seguridad laboral. Para garantizar la sostenibilidad y rentabilidad a largo plazo, las organizaciones deben abordar estos desafíos de manera integrada. Este desafío forma parte de las tendencias identificadas por Deloitte en el Tracking the Trends in MininG , tendencia que se amplía hoy hacia una innovación colaborativa. Los esfuerzos de innovación colaborativa de próxima generación, ya sea de forma interna o independiente, son el futuro de la innovación en minería y metales. La clave radica en determinar qué enfoques se adaptan mejor a cada organización en función de los resultados deseados y los recursos disponibles para incubar, acelerar y capturar el valor de las diferentes innovaciones.

Por otra parte, a nivel global estamos viviendo una de las revoluciones más relevantes a nivel industrial, donde la integración del mundo real y digital ponen por primera vez al usuario en el centro de esta revolución, para guiar desde su experiencia el mejor uso de las tecnologías disponibles. El poner en centro al usuario nos plantea el desafío de conocer y comprender el sentir de las personas en la interacción con este proceso transformacional y lo que genera.

El Futuro del Capital Humano

En un mundo en constante transformación, donde la población mundial ha alcanzado la cifra de 8 mil millones de personas en noviembre de 2022 y se espera que supere los 11 mil millones para el año 2100, el Futuro del Trabajo se vuelve más relevante que nunca.

La inteligencia artificial (IA) está transformando el panorama laboral a una velocidad impresionante. Se estima que el 40% de los departamentos de recursos humanos de empresas globales utilizan aplicaciones mejoradas por IA, y se prevé que para 2025 desaparezcan 85 millones de empleos debido a la robótica, pero surgirán otros 97 millones gracias a la sinergia entre máquinas, algoritmos y personas. Además, se espera que la automatización alcance 800 millones de puestos de trabajo en todo el mundo para 2030.

En este contexto, el concepto del Futuro del Trabajo adquiere una gran relevancia en el cambio del mundo laboral como resultado de la Cuarta Revolución Industrial. Es esencial destacar que las revoluciones industriales anteriores generaron cambios que no se limitaron a los medios productivos de las empresas, sino que transformaron a toda la sociedad. En esta colaboración entre el hombre y la máquina, se presentan nuevos desafíos en un mercado cada vez más exigente.

En este documento nos enfocamos en analizar estos fenómenos, su impacto en la industria minera y en particular los aprendizajes que se derivan de los procesos de cambio en modelos operativos, la incorporación de tecnología y el uso de datos en la minería, también conocido como "Intelligent Mine".

La minería inteligente no sólo se enfoca en transformar las operaciones en “minas digitales”, sino que aborda los aspectos críticos para lograr el éxito en la transformación organizacional, tomando en cuenta los siguientes elementos:

• Transformar la forma en que se toman las decisiones.
• Identificar las habilidades que se necesitarán en el futuro.
• Promover la adopción y adaptación de la fuerza laboral y la relación con las comunidades.
• Escalar la innovación y la tecnología.

Este enfoque se basa en el marco de resultados empresariales clave (KBO), que promueve objetivos comunes en toda la organización y fomenta la transparencia y colaboración interfuncional. Con la definición de indicadores integrados, instituimos un comportamiento cultural basado en la colaboración y alineamos la visión del equipo con el éxito empresarial global.

El resultado es una nueva forma de trabajar, centrada en optimizar la cadena de valor en su conjunto en lugar de resultados aislados. Esto genera procesos centrados en el valor y una cultura colaborativa, lo que mejora drásticamente el rendimiento "en toda la operación" de forma rápida y significativa.

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