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El camino aún es largo

Enero 2024 – Revista Mercado

Pablo Peso, Socio Líder de Transformación de Operaciones; Alejandro Jaceniuk Socio Líder de Enterprise Technology & Performance y Pablo Selvino, Consulting COO, de Deloitte Spanish Latin America fueron convocados por la revista Mercado para participar de la edición especial de Consultoría con una nota de su autoría.

Hoy la consultoría es más necesaria que nunca. Los cambios y las innovaciones tecnológicas se dan en una forma exponencial, con una celeridad nunca vista en años anteriores. Las empresas cada vez más y en forma más rápida tienen que adoptar nuevas tecnológicas e incluso transformar sus negocios.

Para ello es fundamental el apoyo de un consultor que tenga la experiencia y le pueda ayudar a capturar el mayor retorno de las inversiones y maximizar el impacto de las mismas en su negocio, aportándole una visión holística de las funciones clave desde la estrategia hasta los procesos y tecnología que la soportan.

La consultoría se ha transformado para adaptarse a la era digital. Deloitte ha realizado importantes inversiones tanto para apoyar en sus experiencias y transformaciones digitales a nuestros clientes como para operar internamente bajo un modelo digital. No solo se han incorporado servicios en materia de transformación digital, robótica, inteligencia artificial, nube, analítica avanzada, metodologías ágiles, ciberseguridad, etc.; sino que todo el modelo de entrega de servicios se ha transformado apalancado en la adopción de nuevas herramientas y tecnologías, produciendo y utilizando 'activos digitales' propietarios de Deloitte que facilitan y aceleran la generación de valor para los clientes.

 

Las nuevas demandas

Hoy, los grandes temas en los que nuestros clientes se están enfocando tienen que ver con la transformación digital de sus negocios y operaciones, de cómo transformarse aprovechando las enormes capacidades de soluciones cada vez más potentes y a la vez cada vez más asequibles, pero teniendo en claro que estas tecnologías son facilitadoras de las transformaciones y no son la transformación en sí misma.

Las compañías, si desean evolucionar deben desafiar sus estrategias a futuro para definir prioridades de inversión digital, en base a las preferencias y demandas del cliente, la competencia local y la dirección de las prácticas líderes a escala internacional. Nunca perdamos de vista que la transformación digital es estrategia antes que tecnología.

Y en las raíces profundas de la estrategia están los valores compartidos de una organización. La transformación digital es en la raíz un profundo cambio cultural. Si a ello sumamos que el gran reto de la transformación digital es el conocimiento, se plantean entonces nuevos y complejos desafíos en la gestión del talento humano, que debemos remarcar como una función crítica dentro de toda organización.

El movimiento a la nube, la utilización de modelos de analítica avanzada, la creciente tendencia a la utilización de robótica potenciada por soluciones cognitivas, blockchain que es mucho más que las criptomonedas, internet de las cosas, las capacidades cada vez mayores de la inteligencia artificial, entre muchas otras y sumando nuevas soluciones que continuarán apareciendo y que todavía no conocemos, seguirán ofreciendo grandes oportunidades para quienes se decidan a adoptarlas.

La eficiencia y la transformación de las estructuras de costos, alineados con modelos operativos ágiles son también uno de los focos típicos de preocupación de las compañías. Todo esto en un marco de creciente atención a la sustentabilidad y de responsabilidad hacia el medio ambiente y la comunidad, así como en la ciberseguridad.

 

Los pendientes

En general, hay un retraso significativo en materia de inversión en toda la economía argentina. Hay mucho camino por recorrer para producir las transformaciones que exigen la era digital y nuevos valores socialmente adoptados, como la sustentabilidad y la transparencia. Obviamente, no todos los sectores enfrentan los mismos desafíos, ni todas las compañías tienen el mismo nivel de madurez. Por ejemplo, el sector público necesita una profunda modernización; el sector financiero tradicional enfrenta enormes desafíos y debe transformarse para sobrevivir; la industria de consumo masivo debe dar respuesta a las demandas de un consumidor cambiante y cada vez más exigente, informado y con múltiples alternativas disponibles al alcance de su mano.

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